Doval criticó duramente al intendente Jorge Ferraresi, y sostuvo que por un lado muestra una cara progresista y por otro lado aprieta a trabajadores para se afilien al gremio que le es más afín. Al respecto explicó: “Es muy probable que esta semana llevemos a cabo medidas de fuerzas según determine el plenario de delegados este jueves (por mañana), porque hay una situación que no se soporta más. Tenemos una ley de partitarias y Ferraresi no convoca porque no le gustan los actores del gremio y esa es una actitud caprichosa”.

Doval dijo que “hay sectores que piden medidas de fuerza, y otros sectores piden que el STMA salga a hablar con los vecinos para explicarle que el aumento de las tasas no se usó para aumentar el sueldo de los compañeros”.

Por otra parte recordó que “hay un juicio penal porque el intendente encima sacó una bonificación de enero, febrero y marzo, y sacaron las horas extras por lo que los trabajadores cobraron 1500 pesos menos y además se aumentó las tasas en un 42% en los últimos cuatro meses y el aumento que dicen que dieron, en realidad lo sacaron de la plata de las horas extras”.

“Ferraresi dice una cosa y hace otra y no queremos pelearnos. Lo que hacemos es defender a los trabajadores que están siendo perseguidos. Es grave lo que pasa y eso va a traer consecuencias. Lo que está mal es que el Ejecutivo presione a los trabajadores para decirle a qué Sindicato se tienen que afiliar”, señaló el diputado provincial.

En tanto se refirió al acto de las cinco centrales obreras del 19 de abril y consideró: “Fue un acto multitudinario con mucho contenido en los discursos y se ve que el movimiento obrero quiere unificar una estrategia en común y hay que marcar una agenda gremial ante esta crisis que se empieza a vivir en la Argentina”.

“Siempre que el movimiento obrero estuvo unido, nunca faltó un dirigente disconforme, pero si está representado el 80% de los gremios hay unidad”, manifestó, al tiempo que criticó al presidente Mauricio Macri y sus políticas que no favorecen a los trabajadores: “Hay una caída abrupta de un salario real en medio de un gobierno que favorece a los grupos concentrados de la economía y que además quiere vetar la Ley Antidespidos, por lo tanto, esas condiciones podrían provocar un paro general”.