Rusia desafía las amenazas de Occidente y despliega tropas cerca de Ucrania

Rusia desafía las amenazas de Occidente y despliega tropas cerca de Ucrania
Merkel y Kerry advirtieron a Putin que la integridad del país es "innegociable" y que podrían aplicar sanciones a Moscú después de la consulta de pasado mañana
Lejos de diluirse, la tensión en Ucrania se recrudece a medida que se acerca el domingo, la fecha elegida por las autoridades de Crimea para decidir en referéndum si se une a Rusia.

Ayer Berlín y Washington redoblaron la presión sobre Moscú e insistieron en imponer graves sanciones si el gobierno de Vladimir Putin no rectifica. Ante las amenazas, el Kremlin redobló su desafío y desplegó nuevas tropas cerca de la frontera con Ucrania.

Tanto la canciller alemana, Angela Merkel , como el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, recordaron ayer a Moscú que no se quedarán con las manos cruzadas si la península de Crimea pasa a manos rusas y que pondrán manos a las horas, incluso el mismo lunes, un día después del referéndum.

Merkel rechazó además una solución militar a la crisis de Crimea. "El conflicto no puede resolverse por la vía militar", dijo la canciller durante una declaración sobre Ucrania ante el Parlamento en Berlín. "La respuesta militar no entra entre nuestras opciones", agregó.

La líder alemana aclaró que la prioridad de la Unión Europea es buscar el diálogo con Rusia para superar la crisis, aunque advirtió que un punto será innegociable: "La integridad territorial de Ucrania no está en juego. Ninguno de los países de la UE quiere imponer esas medidas [las sanciones económicas], pero todos estaríamos dispuestos a tomarlas con decisión sin son inevitables", señaló Merkel.

Kerry, por su parte, aseguró que si Rusia insiste en anexionar la península de Crimea tras el referéndum de pasado mañana, la comunidad internacional responderá de inmediato "con pasos muy serios".

"Habrá una respuesta de algún tipo al referéndum y, además, si no se produce ninguna señal de avance para resolver este asunto, se darán pasos muy, muy serios el lunes en Europa y en Estados Unidos", dijo el jefe de la diplomacia estadounidense.

Kerry, quien reveló que ayer volvió a hablar brevemente con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, con quien se reunirá hoy en Londres, insistió en la falta de validez del referéndum, tal como ya subrayara la víspera el presidente estadounidense Barack Obama.

"No hay justificación, no hay legalidad para este referéndum organizado con prisa y bajo la huella de más de 20.000 uniformados rusos", indicó.

En respuesta a las admoniciones de Berlín y Washington, Putin rechazó de nuevo ayer que su país tenga responsabilidad en la crisis de Crimea. "Quiero dejar muy claro que Rusia no provocó las circunstancias a las que nos vemos enfrentados actualmente", dijo el presidente ruso. El mandatario ya había advertido previamente que las sanciones provocarían un daño a ambas partes.

En esa misma línea, el viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogosin, advirtió a Occidente que si establece sanciones económicas contra Moscú, éstas podrían tener un "efecto bumerán". Rogosin consideró que, ante ese panorama, la industria rusa se vería obligada a subsistir sin productos extranjeros.

Como parte de su desafío, Rusia anunció ayer el inicio de maniobras militares en la frontera con Ucrania, de las que participarán unos 10.000 efectivos apoyados por vehículos blindados. El Ministerio de Defensa ruso informó el envío de seis cazas Su-27 y tres aviones de transporte militar a su aliado Belarús, en respuesta a una petición de ese país ante las maniobras que realiza Polonia, junto con Estados Unidos.

Aunque la toma de la península de Crimea por fuerzas rusas fue incruenta, la tensión aumentó en la zona tras la decisión del Parlamento local de llamar a una consulta secesionista.

Crimea celebrará el domingo un referéndum para decidir una posible anexión a Rusia y se espera que la mayoría apruebe una separación de Ucrania.

Los países occidentales y el nuevo gobierno en Kiev acusan a Rusia de controlar la península con el despliegue de miles de soldados. La fiebre secesionista de Crimea estalló tras la crisis política que vivió Ucrania en los últimos meses y que derivó en el derrocamiento del presidente prorruso, Viktor Yanukovich.

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