A menos de un mes del cierre de las listas legislativas, el radicalismo no oculta su malestar por los espacios que se le asignan en Cambiemos y lo que considera “imposiciones” de la Casa Rosada. La gota que rebalsó el vaso fueron los vetos a la renovación de sus bancas en Diputados de Mario Barletta en Santa Fe, y de Diego Mestre, en Córdoba, tal como reveló Clarín. Ya había malestar en la UCR bonaerense por la intención del PRO de contarles al médico Facundo Manes como radical, a quien pese a ser afiliado no lo consideran perteneciente a ningún sector partidario.

La crisis hizo eclosión en la reunión de bloque del martes, frente al jefe de la bancada -y del interbloque Cambiemos en Diputados- Mario Negri. Sin exceptuar reproches, la cosa se extendió hasta tarde porque muchos expusieron la situación en sus distritos. Una queja común, que la Casa Rosada no les “imponga” cuál es el radical que debe estar en la lista.

Quedaron en que habrá una cumbre de diputados y senadores con el presidente del partido, el intendente santafesino José Corral, el próximo martes, para tratar de unificar una postura dentro de Cambiemos.

Para manifestar su malestar, los radicales pegaron el faltazo a la reunión de interbloque de los martes, junto a sus pares de PRO y la Coalición Cívica, a la que estaba invitado el ministro de la Producción, Francisco Cabrera. “No quiero hablar de mi situación personal”, le dijo ayer Barletta a Clarín. Su situación -el Gobierno ungió a otro radical, Albor Cantard, para encabezar en Santa Fe- fue disparador de las reacciones en el bloque.

Otras fuentes no disimulaban las tensiones. “El más sensato tiene que ser el que tiene más poder, el PRO”, indicó un encumbrado legislador dando a entender que la Rosada tiene la llave para resolver el conflicto. Los radicales creen que si el armado sigue así, el PRO crecerá a expensas de ellos. Reclaman “equilibrio” y una “proporcionalidad” en el eventual crecimiento de Cambiemos. En Diputados, el PRO tiene 41 legisladores y ya aventaja a la UCR, que tiene 38.

Días pasados, Ricardo Alfonsín, disconforme del acuerdo con el PRO, se autoexcluyó de renovar su banca, y afirmó: “No cuestiono a Manes. Lo que dije es que a los candidatos del radicalismo, sean los que fueran, los elige el radicalismo, no el PRO”.

De la reunión de bloque algunos dijeron que hubo gritos, otros, que no fue para tanto. Negri fue blanco de reclamos: le habrían facturado que “no informa” lo que habla en Gobierno y que en Córdoba -que es su distrito- Macri “hace lo que quiere”