En el gobierno de María Eugenia Vidal reconocen que el anuncio de Cristina Kirchner causó "sorpresa" aunque descartan que haya cambios en la estrategia electoral.

 

Sostienen que van a seguir mostrando la gestión más allá de la oferta electoral que haya en frente y que en definitiva es la gente la que decide.

 

Vidal nunca dio señales de buscar la presidencia. Desde hace meses, la Gobernadora desmiente una y otra vez esa posibilidad cada vez que se le pregunta por eso. Ayer nomás volvió a hacerlo en General Viamonte, pocos minutos después de haber visitado en Los Toldos la Casa Museo de Eva Perón.

 

Lo mismo hicieron los ministros, quienes se manejaron con extrema cautela sin dar señales de apuntalar a Vidal como candidata a la Rosada.

 

Pero hasta ahí las formalidades del gobierno. Por debajo, los ánimos son otros. Y buena parte del armado de Cambiemos en la provincia reconoce que el Plan V -la candidatura presidencial de la Gobernadora- se fortalecerá a partir de lunes.

 

Desde el oficialismo en la Legislatura dicen otra cosa. "Si Alberto Fernández y Sergio Massa se juntan, esto es imparable", reconoce un legislador de Cambiemos.

 

Otro da cuenta del shock que generó en la coalición de gobierno el anuncio de la ex presidenta. "Estamos todos reenviando por WhatsApp un audio en el que Alberto destroza a Cristina. Pero ni siquiera nos damos cuenta que ese audio beneficia a Alberto porque lo diferencia de Cristina", cuenta otro.

 

Por lo pronto, todos coinciden en que la decisión dentro de Cambiemos se toma en una mesa política que se reúne los lunes y en donde Marcos Peña ejerce el poder. El Jefe de Gabinete confía en los números que maneja y sostiene que mientras esos números no cambien, no hay por qué cambiar el candidato.

 

En cuanto a un acuerdo de Massa con Cristina Kirchner, una fuente del gobierno asegura que las últimas mediciones con las que cuenta en gobierno provincial demuestran -respecto a Massa- que el escenario actual de cara a un ballotage no difiere de el de 2015.

 

En su composición, el voto massista es un 60% anti kirchenrista y un 40% anti macrista. Eso -afirman- rebate la idea de que los votos de Massa vayan en gran medida al espacio de la ex presidenta.