El Presupuesto en el barro

El Presupuesto en el barro
La Ley de Leyes está empantanada en la Legislatura por el pedido de endeudamiento que contempla. Hay dificultades para avanzar y las alternativas que se barajan conllevan a difíciles negociaciones
En el gobierno dicen que el costo político de no tener presupuesto es de la oposición, pero Daniel Scioli pidió todos los esfuerzos posibles para lograr la aprobación de la Ley de Leyes en la Legislatura. Eso sí, nadie del Ejecutivo plantea como posibilidad retirar los artículos del endeudamiento. Y es allí donde, por ahora, el lodo le gana la batalla a las ruedas.

Con alguna mínima flexibilidad, el Frente Renovador pide reconsideraciones de los artículos en los que aparecen los pedidos de financiamiento, y se muestra dispuesto a tratarlos individualmente cuando llegue el momento de usarlos. El Ejecutivo se opone a esta concesión y, si bien se muestra dispuesto a abrir la ley Impositiva para retocar la contribución especial para seguridad por la cual sube el 18% el Inmobiliario, preferiría no tener presupuesto a tenerlo sin endeudamiento.

La cuestión financiera está encajada por la discusión política; por eso, a medida que pasan los días, los técnicos dejan lugar a los operadores políticos. En la estrategia del oficialismo aparece ahora como opción la charla individual con sectores del massismo, en el intento de quebrar alguna voluntad o, por lo menos, lograr alguna significativa ausencia que permita “contar con los dos tercios de los presentes”, y con ello aprobar en el Senado el presupuesto con la decena de artículos en los que se pide financiación.

El compromiso de los intendentes radicales sellado esta semana en la jefatura de Gabinete provincial, y la foto con los alcaldes peronistas de peso que ofició de apoyo al Gobernador, fueron dos elementos de presión más en la búsqueda de una salida.

Antes del cónclave con los mandatarios de la UCR, y mientras se organizaba el encuentro de Daniel Scioli con los representantes del campo, los senadores Alberto de Fazio y Ricardo Bozzani, junto al diputado Guido Lorenzino, se reunieron con Alberto Pérez y Silvina Batakis.

Los legisladores le preguntaron a la ministra de Economía con qué flexibilidad contaban para reducir el 18% en el Inmobiliario. Ella se mostró reacia a realizar variantes, pero dejó abiertas algunas alternativas como para permitir a los operadores políticos acuerdos con los demás sectores de la oposición. Así se cerró el apoyo de los jefes comunales radicales, y con ello se ejerció presión a los legisladores de ese partido; pero no alcanza para tener la mayoría especial requerida para el endeudamiento.

“Es una irresponsabilidad la de estos tipos no aprobar el presupuesto, le están haciendo perder plata a la Provincia; el Riesgo Provincia sube por esta pavada”, trinó ante La Tecla el titular de la comisión de Presupuesto del Senado. Apuntó

al massismo por considerar caprichosa su postura, y por entender como perjudicial la demora debido “a las consecuencias que esto tiene si la Provincia quiere salir al mercado”. Una variable importante de la cual no se ha hablado casi nada pero hace al fondo de la cuestión; el desorden hace subir las tasas de préstamo.

“Quizá ellos quieran ceder algo en la Impositiva, pero en lo que no van a ceder es en el endeudamiento, y nosotros, así como están las cosas, no lo vamos a aprobar. Que digan quiénes son los acreedores, a qué tasa. Juegan a victimizarse porque prefieren no tener presupuesto“, chicanean los massistas.

“En cuatro de los seis años que Daniel lleva como Gobernador no tuvo la mayoría en las cámaras, y siempre contó con el Presupuesto y la ley Impositiva. El año pasado los diputados eran los mismos que ahora, y votaron las dos leyes sin ningún problema. El único imponderable nuevo es que ahora está Massa”, fue el ácido análisis de un funcionario sciolista. Acto seguido recordó que en el Senado “hay tres que no son massistas y uno de la Coalición Cívica”.

Se refería a los integrantes de Unión Pro Nidia Moirano, Aníbal Asseff y Alfredo Meckievi, y de la CC María Isabel Gainza. Menos Moirano todos firmaron un documento por el que se comprometían a no aprobar los pedidos de financiamiento. Analizan en el oficialismo la posibilidad de revertir alguna de esas voluntades.

En el Frente Renovador confían en que los que rubricaron el compromiso mantengan la postura, “por lo tanto va a ser muy difícil de revertir la situación actual; quienes creemos que el endeudamiento de esta manera no puede salir, estamos muy firmes en esta decisión”, retrucaron.

“Así como lo votaron todos los años, que lo voten ahora; no tienen argumentos técnicos, pero tampoco se muestran dispuestos a la negociación, no abren canales de diálogo”, se quejó un referente del oficialismo legislativo. De todos modos, los contactos existen, y son con los caciques de cada una de las tribus nucleadas por Sergio Massa.

“No terminan de dimensionar el costo político, se metieron en la jugada y no saben cómo salir; les va a jugar en contra, y ya algunos comienzan a verlo”, apuntó el mismo legislador, quien además fue tajante a la hora de responder si se podría avanzar tras el recambio de bancas. “No evaluamos votar el presupuesto con la nueva composición, porque con el tema del número es lo mismo; lo que hay que esperar es un cambio de actitud”, respondió.

“La gente no votó esto, votó más obras y más seguridad, no que nos trabaran el presupuesto y que las obras no las podamos hacer”, es el reclamo unánime en las huestes del sciolismo. Es parte de la estrategia mostrar cuál es la infraestructura que se va a caer en caso de no tener la Ley de Leyes, y en ese caso se resalta el perjuicio para los intendentes.

Para el Frente para la Victoria el desafío es cada vez más grande a medida que se achican los tiempos. Aun cuando pueda torcerse la voluntad de parte de la oposición, sin los representantes del tigrense el número para los dos tercios seguirá como materia de negociación.

¿Existe la posibilidad de llegar a los dos tercios de los presentes gracias a la ausencia de algún que otro senador?

Es una alternativa muy probable, descartada de plano en el Frente Renovador pero sobre la que trabajaría con firmeza el oficialismo, y que si la logra traerá consecuencias en la oposición.

Un viejo dicho de la Legislatura reza: “Se vota más con el culo que con las manos”.

Comentá la nota