Planean una salida anticipada de Pérez de la conducción del PJ

Planean una salida anticipada de Pérez de la conducción del PJ

Avanza la idea de elegir al presidente partidario en marzo o abril, aunque el mandato del Gobernador termina a fines de 2016.

La consigna es aguantar al peronismo mendocino unido hasta el 22 de noviembre. Parece una tarea titánica, pero ayer empezó a germinar una idea que permitiría sostener la unidad o al menos posponer el debate. Casi como al pasar se deja caer la posibilidad de que se llame a elecciones anticipadas para dirimir la presidencia del PJ local. La fecha estimativa de esa batalla sería entre marzo y abril del año próximo.

La idea rueda. Cuentan algunos que se empezó a hablar e implicaría que tanto el gobernador, Francisco Pérez ,como el vicegobernador, Carlos Ciurca, renuncien a la conducción partidaria antes de que culminen sus mandatos partidarios en noviembre del año que viene. Los que dejan caer la idea dicen que ya está hablado y que no habría problemas en ese sentido.

Entonces la versión que rueda parece una invitación a una tregua. El sanrafaelino Emir Félix dice “puede ser; lo íbamos a analizar” y prioriza la concordia hasta el balotaje, para intentar mejorar la performance electoral en Mendoza y que Daniel Scioli gane la presidencia.

El problema es que está claro que una interna no sólo dirimirá la presidencia del peronismo provincial, también será una batalla por el liderazgo partidario. Es decir, se pospone el debate y las facturas internas por el resultado electoral, pero se pone fecha para una pulseada que puede terminar en batalla campal.

Es que en política, la victoria y la derrota son algo más que vicisitudes inevitables de una vida, son la gloria o el escarnio. Y después de las siete derrotas electorales que padeció el peronismo local, se abría la puerta a las pasadas de factura y a la temporada de caza de los mariscales de las derrotas. Pero esa cacería no sólo es una búsqueda inquisitorial de culpables, sino también una forma de empujar del poder partidario a quién lo ejercía.

Por eso la idea de una interna en marzo o abril es algo más que una tregua: le da tiempo a los más golpeados para reorganizarse; por eso no faltan quienes hablan de una transición que organice esa interna.

Formalmente, el presidente y el vice del PJ son Pérez y Ciurca; pero el poder real es otra cuestión, que depende de la legitimidad de los votos. En algún momento, antes de todas las elecciones de 2015, esa legitimidad nacía de la interna del 2 de junio de 2013, pulseada que ganó lo que en aquel momento se llamaba la Corriente y hoy es la Naranja.

Ahora, después de las sucesivas elecciones de 2015, el balance del peronismo sumó buenas y malas y terminó por alterar el frágil equilibrio interno. Los ganadores fueron los líderes del sector Integración, los hermanos Emir y Omar Félix (el primero intendente de San Rafael), y un puñado de intendentes azules entre los que se cuentan Alejandro Bermejo (Maipú), Jorge Giménez (San Martín), Martín Aveiro (Tunuyán) y Roberto Righi (Lavalle). 

Los derrotados en las elecciones 2015 fueron los caciques de las intendencias que maneja la ex Corriente hasta el 10 de diciembre: Rubén Miranda (Las Heras), Luis Lobos (Guaymallén) y Carlos López Puelles (Luján). A este lote hay que agregar al vice Ciurca, su líder, que fue candidato a intendente de Las Heras y perdió tras 28 años de gestión peronista.

El azul intendente de San Martín dice que la prioridad es el balotaje: “El peronismo tiene un candidato a presidente. Tenemos que poner toda la energía en esa elección. Ni pienso ahora en otra cosa”.

Lo que se viene es que el peronismo local se organizará para enfrentar el balotaje, es claro que es un pedido de Scioli, pero también está en juego la supervivencia de algunos dirigentes mendocinos. Pondrán fiscales y tratarán de hacer el menor ruido posible, para que la pulseada electoral sea Scioli contra Mauricio Macri, mano a mano y a rogar que el candidato del Frente para la Victoria recupere algunos puntos en Mendoza.

Confían en que Scioli podrá desmarcarse sutilmente de la vigilancia ideológica de Cristina Fernández y y que podrá convocar a Roberto Lavagna y recuperar a José Manuel de la Sota para que sumen algunos puntos. Obviamente sumar, estos nombres implica en que tienen fe en una charla discreta con Sergio Massa, aunque el de Tigre parece tener otros planes.

Si Scioli gana y se convierte en presidente, seguramente el clima peronista será otro.

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