Monzó y Cornejo no rompen, pero arman líneas internas para complicar a Macri

Monzó y Cornejo no rompen, pero arman líneas internas para complicar a Macri

Prefirieron sumar "hacia adentro" de Juntos por el Cambio. 17 diputados cercanos al bonaerense crearon un "grupo federal" en el PRO. El mendocino juntó 14, pide comisiones y espacios de poder. Negri será el presidente del interbloque.

 

Pese a perder sus duelos internos por las autoridades en Diputados, Emilio Monzó y Alfredo Cornejo no sacaron los pies del plato: sus aliados se mantuvieron en el PRO y en la UCR, pero armaron líneas internas para presionar desde adentro, intentar crecer con el correr de los meses e influir en las decisiones de la versión opositora de Juntos por el Cambio.

 

Las divisiones quedaron tan marcadas que empezaron a complicar la tarea de Cristian Ritondo y Mario Negri, jefes del PRO y la UCR. Atento a los ruidos en su tropa, Mauricio Macri los recibirá este miércoles en la quinta de Olivos para repasar cómo se las rebuscarán para mantener el orden sin su voz pidiendo favores desde la Casa Rosada. 

 

Negri fue confirmado este martes como presidente del interbloque, aun cuando hay menos radicales que macristas puros. Había sido reelegido como jefe de la UCR hace una semana, después de juntar 30 firmas en dos hojas oficios para humillar a un Cornejo que llegó a Buenos Aires hace 15 días dispuesto a pelear por su lugar. 

 

Lo intentó con una base de apoyo de sus coterráneos, cordobeses y los porteños cercanos a Enrique "Coti" Nosiglia, pero no le alcanzó y responsabilizó por su derrota al gobernador de Jujuy Gerardo Morales, por considerar que si lo ayudaba podía torcer la balanza a su favor.

Cornejo tiene 14 diputados, será vice 2 y quiere presencia en bicamerales. Desde afuera, Monzó coordina 17, no quiso romper pero se quedó con un cargo clave de la Cámara. 

La semana pasada desayunaron, hicieron las paces y Cornejo negocia al menos sostener al menos el Comité de la UCR para sentarse en las mesas quincenales de Juntos por el Cambio y marcarle la cancha a Macri y los jefes legislativos. Suele disfrutar mucho diciendo lo que piensa, sin importar quien esté al frente. 

El aún gobernador de Mendoza será vicepresidente segundo de la Cámara, pero su fuerza de choque son sus 14 diputados que este martes volvieron a verse para planear cómo seguir una interna desde la oposición, cuando no hay ordenadores externos capaces de calmar los ánimos. 

Acordaron pedir lugares preponderantes en la comisiones, presencia en bicamerales de peso y hasta un monitoreo de la administración que será motivo de chispazos permanentes. Los seguirán en la rebeldía algunos senadores como Martín Lousteau y Juan Carlos Marino, quienes la semana pasada bloquearon a Luis Naidenoff como jefe del bloque y para votarlo requieren que no se le garantice al PRO la presidencia de la AGN. Macri la exige para Miguel Pichetto.

En el PRO las diferencias se escucharon fuerte en la reunión de bloque de este martes, cuando 17 de los 49 identificados con Monzó reclamaron una mayor participación del interior del país para seguir unidos y convivir en paz. 

Habían coordinado de ataque al mediodía en el despacho de Nicolás Massot, donde se vieron a Eduardo Cáceres, Juan Aicega, Gabriel Frizza, Sebastián De Luca, Martín Grande, Gustavo Hein, Francisco Sánchez, Omar De Marchi, Federico Angelini, Gisela Scaglia y Silvia Lospennato, entre otros.

Mario Negri. 

"Nosotros siempre tuvimos la misma postura, lo que cambió fue la realidad", repetían los históricos de este grupo, que pasaron los últimos años del Gobierno de Macri planteando que no había futuro si el frente no sumaba aliados del peronismo. La crítica más descarada del monzoísmo la viralizó estos días el diputado provincial Marcelo Daletto, infaltable en la mesa chica de Monzó.

Ante Ritondo, De Luca, Aicega y Angelini cuestionaron no haber sido tenidos en cuenta para la elección de autoridades y exigieron más presencia en los espacios de poder. A diferencia de los rebeldes radicales, ni siquiera tendrán la vicepresidencia, que será para Álvaro González por pedido de Horacio Rodríguez Larreta. 

"Esperábamos más recepción a los reclamos, pero no fue así: el núcleo duro sigue molesto porque nos enojamos. Y sin auto crítica no vamos a ningún lado", se lamentó ante LPO uno de los rebeldes. 

Entre los defensores del statu quo anotan a Alejandro García (recordado por irse de una sesión porque Massot le recriminó a Marcos Peña la falta de diálogo con la oposición) y Carmen Polledo, una de las confidentes de Macri, que sería vice del bloque.

Intenta sostenerse como secretaria parlamentaria Lospennato, una monzoísta que supo hacer buenas migas con María Eugenia Vidal, tanto que le garantizó su reelección. Se vienen tiempos sin espacio para jugar a dos puntas de la grieta PRO. 

El "grupo federal", como se llaman, consiguió el compromiso para que De Marchi sea vice de la Cámara en 2021 y Angelini ocupe alguna de las vicepresidencias del bloque. Reclamarán muchos lugares en comisiones y pondrán en un dilema a Ritondo, porque si se los cede necesita garantizar que sigan bajo sus órdenes.  

La idea de romper la tuvieron presente hasta hace una semana pero pesó más la amenaza del aún ministro de Seguridad bonaerense de no aceptarlos como bloque aliado a Juntos por el Cambio y denunciarlos por aliarse al peronismo. La advertencia le sirvió para cumplir su objetivo de sostener la unidad, pero le empezó a complicar la convivencia. 

Muchos ni siquiera niegan que fue una opción hacerse oficialistas y hasta hablan de cargos ofrecidos a Monzó para cerrar el pase, como el Ministerio de Agricultura. No ocurrió, pero el bonaerense logró la continuidad de Florencia Romano como autoridad de la Cámara: pasará de ser secretaria a prosecretaria administrativa y en su lugar estará el diputado Rodrigo "Rodra" Rodríguez, un histórico de La Cámpora. 

Massa le garantizó un semestre de continuidad y luego verá con qué recinto se encuentra. Como la mayoría del peronismo, esperaba un bloque de monzoístas que le permitiera negociar con ellos las sesiones y juntarse con Ritondo y Negri sólo para informarle cuando podían hablar. 

Pero la dupla de conducción opositora no la tendrá fácil, sobre todo porque sus líneas internas tienen vasos comunicantes dentro y fuera del palacio. Semanalmente, Monzó y Lousteau comparten cenas, intercambian ideas y en estos días participan de la cumbre de cambio climático en Madrid. 

El bonaerense ya empezó a caminar la provincia con ganas de ser candidato a diputado nacional en 2021 y Lousteau sigue con la mira en 2023, con la jefatura de Gobierno como fija y la presidencia como opción secundaria, pero vigente. 

Cornejo es el más ansioso por ser alternativa nacional pero todos corren esa carrera con Rodríguez Larreta, quien ya inmerso en la interna radical reclutó para su causa a Negri y a María Eugenia Vidal, cada vez de más bajo perfil. "No creo que siga con ganas de competir en Provincia. Si vuelve a la política es en la Ciudad", confían cerca de Monzó. 

Así las cosas, las reuniones del interbloque Juntos por el Cambio, donde también están los 15 de la Coalición Cívica, no serán sencillas y ni siquiera hay una prevista en el corto plazo, aun cuando ya hay sesiones confirmadas para el 12 y el 18 de diciembre. Temen que haya muchas quejas. Que ya empezaron a oírse. 

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