Montenegro: "No necesito tener un montenegrismo para gobernar"

Montenegro:

Le faltan algunas horas para asumir la Intendencia de General Pueyrredon, la ciudad en la que creció y a la que volvió hace dos años, impulsado por la gobernadora María Eugenia Vidal. Sentado en la oficina principal de la Fundación Pensar, a 400 metros del Palacio Comunal, Guillermo Montenegro está tranquilo, pero interesado en que pasen los días para asumir el poder y comenzar a desarrollar su plan para gobernar Mar del Plata.

 

El primer paso es terminar de entender qué municipio recibe. Aunque ya tiene un panorama bastante claro: "Es un municipio distante de los vecinos y complicado en lo financiero". Y cuestiona al intendente Carlos Arroyo, quien afirmó que entregaba un municipio ordenado y prolijo: "Indudablemente tenemos diferentes valoraciones de la palabra prolijidad". No será la única crítica hacia el intendente, en la entrevista con 0223. Montenegro fue muy crítico por las decisiones y el manejo en torno al código 59 de los docentes municipales y ratificó que lo devolverá y pagará el retroactivo. Con sutileza, también lo cuestionó por nombrar a sus familiares en el gobierno.

El intendente electo aseguró que conformó un equipo para defender a los marplatenses y rechazó los cuestionamientos que apuntan a la falta de tropa propia. Es más: dijo que no necesita que exista el "montenegrismo" para liderar y gobernar la ciudad. 

Anticipó que Mar del Plata tendrá una muy buena temporada, celebró que Fernanda Raverta pueda ser ministra de Axel Kicillof y consideró que eso es "bueno" para la ciudad y dijo que en cuatro años le gustaría que lo recuerden por haber "defendido a los marplatenses".

 

 

-¿Cómo son estos días en que es intendente electo, recibe los reclamos de la sociedad, pero todavía no puede dar respuestas concretas?

-Escucho. Más allá de que uno no tenga la capacidad de tomar decisiones hoy, sí se puede escuchar, anotar y empezar a hacerse cargo de los reclamos de los vecinos. Hablamos con los secretarios de cada área para anticiparles qué temas plantea la gente. Empezamos a armar un esquema de respuesta de la coyuntura y también de la planificación. Sabemos que lo raro de nuestra ciudad es que arrancás y a los 10 días arranca la temporada. 

-Imagino que cuando se planteó ser intendente de Mar del Plata lo hizo con la meta de transformar la ciudad y resolver problemas estructurales. Y supongo que la gente le pide por un bache o una luz. ¿Cómo se combina la planificación del largo plazo con la necesidad de respuestas inmediatas?

-Ya lo viví como ministro. Uno se tiene que dividir en dos: está el área de trabajo diario y la de planificación. El día a día parece que te come las 24 horas, pero la planificación es lo que va a quedar para el vecino. Uno lo que piensa es qué es lo que mejor para Mar del Plata y los marplatenses. Resuelvo pozos, la luz, pero también tengo que ver cómo puede ser la circunvalación, el trabajo en el puerto, el Parque Industrial, cómo genero una temporada 12 meses. No podés estar solo en lo coyuntural. Hay que estar, ocuparse, pero también tiene que haber equipos que sí estén en eso. En las organizaciones el que está en lo coyuntural está con la lengua afuera y el que está planificando está con una computadora y aire acondicionado. Parece que ese no labura, pero si el que planifica no planifica, el que está en el día a día no tiene nafta ni para el auto en el que se tiene que mover. 

Hay que dividirse en dos. Para el vecino es importante que uno esté cerca, lo escuche.Y también es importante para mí estar en contacto permanente. 

-Queda muy poco para que asuma y su equipo está trabajando desde hace tiempo en la transición. ¿Ya tiene una idea de qué municipio va a recibir?

-No tengo un diagnóstico diferente al que tiene la gente. Fue un municipio que objetivamente estaba distante. Faltó diálogo con todos los sectores: con los vecinos, el turismo, la gastronomía, la hotelería, el deporte, con los docentes. Lo que más sorprende es esto de dialogar. Ustedes qué piensan, cómo lo harían, qué harían. Uno de los principales problemas que tuvo esta gestión tienen que ver con la relación con la gente del municipio, con el vecino y con los distintos sectores.

-¿Y desde lo económico?

-Complicado.

-Arroyo dijo que entregaba un municipio prolijo y ordenado.

-Indudablemente tenemos diferentes valoraciones de la palabra prolijidad. Se planteó que había plata para pagar aguinaldos y no sueldos de diciembre. Incluso, Arroyo dijo Eso ya es problema del nuevo intendente. Esto va más allá de las diferencias que uno pueda tener con el intendente actual o con las fuerzas políticas. Debe primar la responsabilidad con el marplatense. 

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-¿Dónde encontraron desprolijidades puntualmente?

-Deudas. Deudas con proveedores, con el sistema de videovigilancia, Ceamse. Y además dejó todo sabiendo que se va a tener que pagar el Código 59 por fuera. Eso le generó un ahorro a la ciudad, pero después le va a generar un gasto.

-¿Cree que Arroyo siempre lo supo?

-Me cuesta que todos estén convencidos de lo otro. Todos los candidatos decían exactamente lo contrario a Arroyo. Fernanda, yo, Gustavo, mismo Santiago, hasta Marisa Zizmond; no había dudas. Y tiene una explicación. No es porque son de Mar del Plata, sino porque no pueden ir a otro lugar. Eso hay que tenerlo claro. El docente municipal de Mar del Plata no tiene una capacidad de generar una carrera como el docente provincial. 

Cuando Seba Puglisi y Emilia (Brahim) me explican puntualmente por qué nació el código 59... La primera pregunta que uno se hace como abogado es por qué son distintos. 

-Tanto Distéfano como Mourelle y Arroyo repitieron varias veces que el código incumplía el precepto de "a igual tarea igual remuneración". ¿Usted entiende que no es la misma tarea la del docente municipal que la del docente provincial?

-No es el mismo trabajo. En una carrera docente provincial tenés una posibilidad de movilidad y ascenso totalmente diferente a una carrera municipal. No tenés la cantidad de establecimientos y cargos, entonces la movilidad es diferente.

Al margen de lo que era la plata en sí, lo más complejo fue cómo se llevó esa discusión. El docente se sintió muy afectado desde lo personal. Me estaban tratando como que me estaba robando la plata. El municipio podría haber planteado que consideraba que estaba mal eso, pero a partir de ahí debió iniciar la discusión. Si durante toda esta cantidad de años se recibió, objetivamente era parte del sueldo. Un matrimonio de docentes, 12, 15 mil pesos menos. Es el alquiler, la cuota del colegio. Hay que ser muy cuidadoso, no solamente con el fondo, sino con las formas. Se podría haber planteado de otra manera. 

-Decía que todo el arco opositor coincidía en la restitución del Código 59. Sin embargo, usted fue el único que planteó que debía ser retroactivo. ¿Ya sabe cómo podrá cumplir con eso?

-Lo estamos trabajando. No será algo del primer día. Si yo intendente acepto que voy a pagar el Código 59, como no voy a aceptar que ese ente al cual represento en este momento no tiene la deuda por ese código. Desde lo judicial es una demanda de un día. El Estado reconoció que se debía. Obviamente que ahí viene la parte de la charla para mostrar cuáles son los números que tiene Mar del Plata y ver cómo se hace. Igual, cuando lo hablaba con los docentes lo que les importaba no era solamente la devolución del dinero, sino el reconocimiento real por el malatrato que habían sufrido.

 

"A los funcionarios no les pregunté a quién votaron"

 

-¿Cuán satisfecho está con la conformación del gabinete?

-Al margen de lo satisfecho que puedo estar, creo que es muy bueno para la ciudad y para los marplatenses. Yo pienso permanentemente cómo defiendo al marplatense de la mejor manera. Y creo que es un gabinete que eso lo tiene muy marcado. Si hablás con Puglisi y Emilia de educación, son apasionados. Si hablás con Vivi Bernabei te dice que ya fue a los Caps, al Cema; se juntó, habló. Están trabajando en la coyuntura y en la planificación de dónde se tiene que terminar cada año. Hablo mucho con Oroquieta para ver cómo nos puede beneficiar determinado software para detectar rostros o chapas patentes. Es el único "extranjero", pero hace dos años que está trabajando con la movilidad territorial de las fuerzas federales con lo cual el panorama de Mar del Plata lo tiene sumamente claro.

Y vas área por área y ves muchísimo compromiso con la ciudad y el marplatense. No es un compromiso político con Montenegro. El gran desafío es que trabajen como equipo. Que las decisiones que tome el gobierno sean decisiones transversales. Si Educación decide hacer una obra en una escuela, el Emvial tiene que haber hecho una calle, ver que el colectivo pase cerca, cómo se va a cuidar la obra, cómo va a estar la iluminación. Es importante el trabajo cohesionado. Yo lo hablo mucho con ellos. La fortaleza de un gobierno es el equipo.

-Además de técnicos, el gabinete está conformado por políticos. Causó revuelo la designación de Bonifatti. También hay muchos lugares ocupados por radicales. ¿Le presta atención a los análisis políticos del gabinete?

-No. Pienso en Mar del Plata. Acá no hay un loteo de la política con cargos de Ejecutivo. Pensamos cuáles son los mejores funcionarios que puedan realizar esa tarea, más allá del espacio político. De hecho, la explicación más clara de la incorporación de Santiago Bonifatti  es que no tiene que ver con su pertenencia política y en ningún momento se planteó "comprar" uno de otro equipo. Creo que es bueno para los marplatenses. Viviana Bernabei no tiene pertenencia política. Coqui Balmaceda no hacía política hace años. No tiene que ver específicamente con la política. Que sean radicales, del Pro o de otros espacios, no es la cuestión. Tienen que ser buenos funcionarios, honestos, dedicados y que no estén en su escritorio. Yo no sé algunos a quién votaron y no se los pregunté. 

-¿Y siente que hay gente que lo acompañó en la campaña que está disconforme?

-Creo que no. Esto es un camino que recién arranca. Todo el que quiera trabajar para Mar del Plata y los marplatenses va a tener un lugar. Hay que ver la forma, el cuándo, el cómo. Puede haber temas de expectativa, pero eso tiene que ver con poner el carro adelante del caballo. Nosotros tenemos problemas que resolver que son los problemas de los marplatenses, más allá de lo que uno personalmente quiera. Está claro que yo tengo una responsabilidad que va mucho más allá de una cuestión político partidaria. 

-Cuando se empezó a hablar de su candidatura se lo cuestionaba por "no ser de Mar del Plata". Ahora lo que se dice es que no tiene "gente propia". ¿Siente que es un problema que no exista el "montenegrismo"?

-No, para nada. Uno tiene que buscar objetivamente lo que cree que es mejor para la ciudad, no lo mejor para Montenegro. La responsabilidad mía no es con mi futuro profesional, sino el de los marplatenses. Acá no hay una discusión política partidaria. Eso se verá en dos años. Hoy nuestro problema es la temporada, el inicio de clases, tener ordenado lo que tenemos que hacer, tener claro cómo vamos a trabajar antes del invierno con la granza, la recuperación del asfalto, el espacio público. 

Lo otro es pensar corto. Necesito tener un montenegrismo. ¿Para qué? El liderazgo no se ejerce buscando gente propia. El liderazgo se ejerce buscando un buen equipo que uno lidere por lo que uno hace.

 

 

-De todos modos, es natural que se genere un "montenegrismo". 

-Puede ser, pero es muy probable que sea una consecuencia de decir Este es un equipo que trabaja bien junto. Yo preferiría que se recuerde más por ser un equipo de los marplatenses para los marplatenses que por ser un equipo de Montenegro. Me estaría traicionando a mí mismo. Es como nombrar familiares en el gobierno.

-¿Hace alusión a alguien?

-No, es la verdad. Yo necesito que los marplatenses se sientan representados y cómodos. Había dicho que el gabinete no iba a sorprender. ¿Por qué sorprende? ¿Porque viene Bonifatti? ¿Es bueno Bonifatti? La verdad que sí, entonces no sorprende, porque es bueno. Desde la política me han dicho Jugó en contra tuyo, te podría haber hecho perder. Ya está, eso se acabó. Nosotros teníamos un tema que era la discusión electoral. Eso Terminó y no hay más discusión. Ahora los problemas son los de los marplatenses. Y cuando lo decía en la campaña no era por campaña. Ahora lo tengo que cumplir. Tiene que ser un gobierno de consenso, de apertura, de diálogo. 

-Otra de las cuestiones que dijo durante la campaña fue que iba a mudar su despacho al COM. ¿Fue simbólico?

-No, me voy a instalar ahí. El día a día va a ser ahí. En algún momento iré al palacio. 

 

"Raverta es el canal natural para chalar con Kicillof"

-Mencionó que ya habló con Alberto Fernández. ¿Cómo es el diálogo con el gobierno de Axel Kicillof que tiene mucha más injerencia en los temas de Mar del Plata?

-Bien. Hablé con Axel después de que los dos fuimos electos. Me acerqué a saludarlo y felicitarlo el día de la Asamblea Legislativa. Ahí me dijo: Tenemos que hablar, juntarnos. Mi respuesta fue Tranquilo. Si yo estoy con tanto trabajo, el de él es mucho más. Nosotros sabemos que Mar del Plata es diferente porque empieza la temporada, pero no puedo ir ahora. Va a haber una oportunidad, seguramente venga por el lanzamiento del Operativo Sol, nos juntaremos para hablar algunas cuestiones específicas de Mar del Plata.

Después, nosotros tenemos la suerte que al yo tener una muy buena relación con Fernanda, ella es el canal natural de esa charla. Yo soy muy respetuoso, también. Ella tiene una representación importante en la ciudad y tiene vínculos cercanos con el gobernador. Eso es bueno para Mar del Plata.

 

 

-¿Tiene en mente cómo será el trabajo de temporada para ajustar detalles?

-Primero con mucho diálogo. Estamos esperando los nombramientos para que las áreas empiecen a dialogar, sobre todo teniendo en cuenta la coyuntura de la temporada. Yo veo realmente la posibilidad de hablar mucho. Siempre con mucho respeto, educación y teniendo en claro que somos de diferentes espacios políticos. Después iremos a las charlas puntuales de playa pública sí o no, 10, 20 patrulleros, pero ya eso es entre áreas. 

-¿Tiene expectativa de que sea una buena temporada?

-Sí. Objetivamente todo hace indicar que va a ser una buena temporada. Cuando uno habla con hoteleros, con la cámara de balnearios, coinciden en que va a ser una buena temporada. La coyuntura así lo anticipa. Nosotros tenemos una doble responsabilidad: la temporada es importante si nos genera empleo a los marplatenses. Tenemos que trabajar mucho para saber que a nuestra ciudad viene mucha gente y tenemos que trabajarla mucho, sabiendo que es bueno para Mar del Plata porque le genera empleo a los vecinos. Nosotros tenemos un problema con el empleo y tenemos que aprovechar esas oportunidades y después ver cómo las trasformamos para que sean todo el año. Todo hace presumir que va a ser una muy buena temporada y el gobierno tiene que estar lo más abierto al diálogo posible para que la temporada sea buena para el turista y sea buena para los marplatenses.

-¿Tiene en mente el 9 de diciembre de 2023 que le gustaría haber dejado para Mar del Plata?

-Haber defendido a los marplatenses. En todo lo que pueda: seguridad, turismo, dar respuestas más rápidas a los reclamos. Quiero que sientan que tienen un gobierno cerca. A mí me gusta la cercanía. Pero hay que trabajarla, no se logra diciendo me gusta la cercanía. Si dicen Este tipo defendió la ciudad y a los marplatenses, los principios los mantuvo, los valores los mantuvo y nos defendió. Eso es lo que más me gustaría. Más que por una obra u otra cosa. Quiero que me recuerden por eso.

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