El ministro de Seguridad porteño viene trabajando fuerte en el distrito ya desde hace un buen tiempo, y con un perfil moderado ha sabido construir una imagen que se afirmó como el referente local, en nivel de conocimiento y de intención de votantes en San Isidro, donde el PRO tiene una muy buena percepción por parte del electorado. Puntualmente Guillermo Montenegro ha duplicado la imagen positiva, crecimiento que también experimentó el líder del espacio, Mauricio Macri en este distrito.

En las últimas horas trascendió un apoyo por parte del jefe de Gobierno porteño al actual intendente Gustavo Posse, pero oficialmente todavía no hay una imagen que plasme el acuerdo.

Montenegro ha sabido tejer contactos locales, como la imagen de trabajo junto a Convocación por San Isidro, agrupación vecinal opositora a Posse, y también mantiene contactos con Federico Gelay, concejal que horas atrás confirmó su alejamiento del Frente Renovador.

Así la idea de una interna amplia del PRO en San Isidro cobra sustento, y aparece como una instancia atractiva para traccionar un alto nivel de votantes en agosto apuntalando la candidatura presidencial de Mauricio Macri.

El ex juez, luego de las primeras horas de alta tensión por los rumores surgidos de la usina possista, enfrenta la interna con el armador macrista Emilio Monzó, que se extiende al intendente vecino Jorge Macri, el otro Ejecutivo del PRO y responsable bonaerense, que tendría mayores posibilidades de acuerdos con el actual jefe comunal sanisidrense.

Dentro de los motivos que sostiene Montenegro para hacer valer su candidatura, fuentes cercanas aseguran que la percepción de “pureza” del Ministro porteño dentro del PRO tiene un muy buen impacto en el vecino de San Isidro, y es contrario a los vaivenes políticos de Posse, que –consideran- pueden perjudicar la imagen del espacio.