Hoy es el cierre de listas. Aún no hay un candidato consensuado en el kirchnerismo.
La presentación no importa riesgo electoral para el oficialismo. No obstante, revela un acelerado reacomodamiento en el peronismo bonaerense, aún dentro del Frente para la Victoria.
En diciembre, Ishii conformará un bloque propio en el Senado bonaerense y no descarta acercamiento con el Frente Renovador de Sergio Massa.
Ayer, Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas), alineado con Massa, no dejó de lado la posibilidad de hacer un acuerdo con Ishii para las internas del 15 de diciembre. “Estuvimos charlando. Él viene del kirchnerismo, está pidiendo abrir el Partido y hay muchos intendentes del FPV que están desencantados y buscando nuevo espacio”, explicó Cariglino.
Es probable que esta tarde, antes del vencimiento del plazo para el cierre de listas, la Junta Electoral del PJ provincial (que maneja el kirchnerismo) resuelva revisar los avales de Ishii para la candidatura. La exigencia es el 2% del padrón de afiliados (1.500.000) y el respaldo de la nómina al Consejo de PJ provincial en cinco de las ocho secciones electorales. Faltarían algunas carpetas para completar el trámite.
La bravata, entonces, será anécdota.
El saldo está en la deserción de otro jefe partidario de distrito a la estructura del FPV. Lesiona los intereses de Daniel Scioli, en plena pelea con Massa por el proyecto presidencial 2015. Y también acelera la pérdida de hegemonía de la Casa Rosada sobre el peronismo de Buenos Aires.
Hasta anoche, el gobernador insistía en la conformación de una lista “de unidad” entre las diferentes expresiones del kirchnerismo. No lograba instalar el consenso absoluto para Fernando Espinoza, el intendente de La Matanza. La fórmula de equilibrio sería con Espinoza en la presidencia del Consejo y Martín Insaurralde, diputado electo, en la titularidad del Congreso del PJ.
Ambos se anotan en la sucesión de Scioli. Y el gobernador no sabe o no puede imponer el orden interno en su Partido. Resultado: la aparición de cierta horizontalidad en las primeras líneas del peronismo bonaerense. Incluido los nuevos corrimientos del sector gremial hacia el massismo.
Las cabriolas son de trapecio. Hasta hace poco, Ishii se comportaba como un “cruzado” del Gobierno, que incluía persecución de intendentes “traidores” por una presunta defección electoral en 2009, cuando Néstor Kirchner fue derrotado. El mismo anunció que saldría personalmente a “cazar traidores”. El jefe comunal de Tres de Febrero, Hugo Curto, se encargó de recordarle ese pasado inmediato, para concluir que no era “serio” antes, y tampoco ahora.
La respuesta de Ishii fue la presentación de la Lista N° 7. El poncho criollo -volcado sobre el mix oriental en su figura gruesa- es alegórico de sus actos. “Al que madruga Dios lo ayuda”, predijo, y no hizo caso de los requisitos de la Junta Electoral.
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