El diputado y candidato a presidente del PJ José Luis Gioja no apareció en la reunión de Cristina Kichner con el bloque conducido por Héctor Recalde, que empezó cerca de las 18 en un local cercano al Congreso.

Gioja no fue el único jefe territorial ausente: tampoco fue el misionero Maurice Closs, uno de los que apoyó el acuerdo con los holdouts que tanto repudió el kirchnerismo duro. Los legisladores afines a ambos tampoco asistieron.

En el resto hubo casi asistencia perfecta, aun cuando la invitación recién se cursó ayer a la noche y más de uno debió cancelar su vuelo de retorno.

Los militantes de La Cámpora, siempre con pechera azul, volvieron a manejar el operativo callejero con la policía federal, en una sintonía similar a la que se ve entre las barras bravas y los efectivos durante los partidos de fútbol.

Juntos armaron un vallado de más de una cuadra para que ingrese el auto de la presidente. Recién arribó a las 17.50, casi una hora más tarde de lo previsto y ante los cánticos de los militantes.

Bajó junto a dos de sus escoltas fijos de estos días: Oscar Parrilli y Teresa Parodi, la ex secretaria de Cultura que mantiene trato permanente con su ex jefa.  

La ex presidenta salió del auto, saludó sonriendo y entró al viejo local de Rodríguez Peña, que funcionó como Fundación y ahora será un Instituto cristinista. Hoy empezó a serlo.