Francia moviliza una gran coalición mundial para enfrentar a EI

Frente al llamado de Hollande, Rusia alió sus fuerzas con Francia, al igual que los socios europeos, EE.UU. e Irán

Por Luisa Corradini

PARÍS.- Movilizada por el gobierno de Francia, una amplia coalición comenzó ayer a gestarse a nivel mundial para erradicar al grupo islamista radical Estado Islámico (EI), autor de los feroces atentados de París del viernes pasado, que provocaron la muerte de 132 personas y 349 heridos.

Esa propuesta, impensable hasta hace pocos días, fue lanzada por el presidente francés, François Hollande. "Nuestro enemigo en Siria es EI", dijo anteayer durante un vibrante e histórico discurso ante las dos cámaras del Parlamento.

"Debemos combinar nuestras fuerzas para obtener un resultado que tarda en llegar", insistió.

El primero que parece haber dado una respuesta positiva a esa iniciativa es Vladimir Putin.

Marginado por Occidente tras su invasión de Ucrania, la anexión de Crimea y su empeño en defender la supervivencia de Bashar al-Assad como presidente de Siria, el líder ruso respondió con hechos concretos a la convocatoria francesa. Putin ordenó ayer a sus fuerzas navales desplegadas en el Mediterráneo oriental "coordinar" sus acciones con el dispositivo francés en calidad de "aliados".

Poco después, los aviones franceses volvieron a bombardear Raqqa, feudo sirio de EI, con sus aviones Rafale y Mirage 2000D, que operaron a partir de sus bases en Abu Dhabi y Jordania.

Los rusos, por su parte, lanzaron sobre el mismo objetivo 26 misiles de crucero de tipo Kalibr. Esos proyectiles, equivalentes a los Tomahawk de Estados Unidos, fueron disparados al parecer desde el mar Negro por barcos de la flota del mar Caspio. Moscú también decidió una escalada de su campaña aérea enviando a Siria sus temibles bombarderos estratégicos TU-22, capaces de lanzar una auténtica lluvia de explosivos. Los aviones de largo radio de acción salieron de Rusia para atacar objetivos jihadistas en Raqqa y en Deir Ezzor. Al mismo tiempo, otros aparatos bombardearon las provincias de Aleppo e Idlib.

Horas antes, los servicios de inteligencia rusos habían reconocido oficialmente que el Airbus de la empresa Metrojet que se estrelló el 31 de octubre en la península del Sinaí con 224 personas a bordo había sido blanco de un atentado.

La necesidad de eliminar a los terroristas de EI está promoviendo una reconfiguración del tablero geopolítico. Ese proceso comenzó a tomar cuerpo el fin de semana en la ciudad turca de Antalya, durante la reunión del G-20, donde todos evitaron marginar a Putin, a diferencia de la actitud que habían adoptado el año pasado. El mandatario ruso no sólo mantuvo reuniones bilaterales con la canciller alemana, Angela Merkel, sino también con el presidente Barack Obama y el primer ministro británico, David Cameron.

También Irán anunció su intención de participar en esa amplia coalición anti-EI. Después de mantener una conversación telefónica con Hollande, el presidente iraní, Hassan Rohani, insistió en la "importancia vital de luchar con todos los medios disponibles contra EI y contra el terrorismo". Con ese objetivo, convinieron en "hallar rápidamente una fecha" para que Rohani visite Francia a fin de "reforzar la cooperación bilateral".

Francia también obtuvo ayer el apoyo de sus socios europeos. Los ministros de Defensa de la Unión Europea (EU), reunidos en Bruselas, respondieron positivamente a su pedido de ayuda formulado en virtud del Tratado de Lisboa.

Según ese texto, invocado por primera vez, "en caso de que un Estado miembro fuera objeto de una agresión armada en su territorio, los demás Estados miembros deberían darle asistencia por todos los medios".

"Esa ayuda europea podría traducirse en un mayor apoyo en Siria, en Irak y en África", escenarios de intervención antiterrorista de Francia, según el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian.

La invocación de ese artículo es a la vez un símbolo, una suerte de gesto solemne, pero también la reiteración de un pedido de asistencia que podría asumir diferentes formas: logística, en el terreno de la inteligencia o de apoyo en las operaciones militares.

Desde hace tiempo, Francia expresa su decepción por no haber obtenido ayuda de parte de sus socios en forma más contundente cuando intervino en Libia, en 2011; en Mali, en 2013, y en Irak, en 2014.

Hollande decidió, sin embargo, no invocar otra cláusula de solidaridad europea que prevé que la UE "movilice todos los instrumentos, incluidos los militares, que tiene a su disposición" para proteger a las poblaciones e instituciones. Francia tampoco puso sobre la mesa el artículo 5 del Tratado de la OTAN. Haberlo hecho habría significado un doble inconveniente: multiplicar las coaliciones y, sobre todo, impedir toda acción conjunta con Putin, quien, en sus discursos, asegura que la OTAN es la amenaza principal para Rusia.

Hollande viajará la semana que viene a Washington y a Moscú para reunirse con Obama y Putin.

Desde Turquía, donde participaba en la reunión del G-20, el presidente norteamericano confirmó anteayer que Estados Unidos y Francia aumentarán su cooperación en materia de información e inteligencia. Pero advirtió nuevamente que ninguno de los dos países modificaría la actual política de no enviar hombres al terreno de operaciones en Siria.

"Estados Unidos considera que el envío de tropas terrestres no es la solución. Son los propios ciudadanos sirios quienes deben asumir la responsabilidad de recuperar su territorio", insistió ayer en París el secretario de Estado norteamericano, John Kerry. Manteniendo la presión sobre EI, Estados Unidos anunció anteayer que sus aviones destruyeron una columna de 116 camiones cargados de petróleo en el este de Siria. Se estima que esa lucrativa actividad de contrabando proporciona a la organización jihadista cerca de 1,4 millones de dólares por día.

Del editor: qué significa. El combate contra EI debería ser también cultural y social. El grupo crece más como referencia entre los jóvenes musulmanes marginados en Europa.

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