Cristina les da mayor poder a los intendentes

Les encargó coordinar el plan para controlar los precios; deberán nombrar a los militantes que se sumen al relevamiento y a los inspectores municipales; reportarán a Moreno, quien podrá sancionar a los comercios

Por Mariana Verón |

En busca de darle un marco legal al plan de control de precios, la presidenta Cristina Kirchner decidió ayer que serán los intendentes, por medio de inspectores municipales, los que harán el seguimiento en los supermercados y tendrán el poder para nombrar a los militantes y voluntarios que se sumen al relevamiento.

Después del primer anuncio, la semana pasada, con el llamado a las agrupaciones políticas para que relevaran precios de 500 productos preestablecidos, la jefa del Estado aplicó sintonía fina y determinó que los jefes comunales serán los encargados de levar adelante el programa "Mirar para Cuidar".

La Presidenta lanzó el plan en el auditorio Néstor Kirchner, en el noveno piso de la Secretaría de Comercio Interior junto al anfitrión e ideólogo del congelamiento de precios, Guillermo Moreno.

Debajo del escenario, una gran mesa exponía un cúmulo de productos de primera necesidad para que los viera Cristina Kirchner. Pero no serán los que estarán en las góndolas. Al grito de "¡No saquen fotos, no saquen fotos!", la subsecretaria de Defensa del Consumidor, María Lucila Pimpi Colombo alertaba a los medios que los alimentos y productos de limpieza allí expuestos eran sólo para la presentación del acto.

Los precios y los productos son todavía un misterio. Apenas terminó el acto presidencial, Moreno se fue del salón con el listado. El viceministro de Economía, Axel Kicillof, armó con los intendentes la ingeniería de las cuadrillas de control, pero se excusó de dar a conocer los valores. "Los tienen Moreno", respondió a LA NACION. Hasta anoche no habían sido publicados.

"Yo estoy muy obsesionada con esto del empoderamiento de las políticas públicas por parte de la sociedad", sostuvo la Presidenta en un discurso de fuerte arenga política.

Mientras tanto, el secretario de Comercio hacía de las suyas. Se movía en su silla hacia atrás, lo que despertó la curiosidad de la Presidenta. "¿Qué le pasa Moreno? Siempre haciendo lío usted", lo retó entre risas. El se dio vuelta y le echó la culpa al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, ubicado detrás.

En su renovado romance con la Casa Rosada, en la primera fila escuchaba el anuncio el titular de la CGT alineada al Gobierno, Antonio Caló, además de una veintena de intendentes y las agrupaciones de defensa del consumidor afines a Moreno, como la Liga de Amas de Casas. Las demás no fueron invitadas.

"Lo importante es no volver a ser zonzo y saber hacia dónde vamos, por qué vamos y también saber por quiénes van ellos: ellos van por todas estas conquistas sociales", planteó la Presidenta en referencia a los medios y la oposición. Incluso, Cristina reinterpretó una de sus frases más resonantes, el "Vamos por todo". "Cuando decimos vamos por más, ellos vienen por todo", apuntó.

Coordinación

A partir de la nueva orden presidencial de trabajar con los intendentes, cada jefe comunal designará un inspector municipal y cuatro militantes o integrantes de organizaciones sociales y religiosas que formarán la cuadrilla. Los precios de los 500 productos serán por cadena de supermercado.

Todo dependerá ahora de los intendentes. Serán ellos quienes autorizarán con su firma, en una planilla con sello incluido, las personas que participarán de los operativos en los mercados. Una vez que la cuadrilla entregue la información al municipio, cada intendente trasladará los datos a Moreno, con capacidad de sanción. El programa comenzará en 50 distritos, especialmente del conurbano bonaerense.

"Lo que se buscó ahora fue darle institucionalidad a la medida. Las organizaciones por sí solas no pueden labrar actas sin un inspector", explicó a LA NACION uno de los intendentes que participaron del acto.

El faltazo ayer lo dieron los jefes de La Cámpora. Moreno acordó la lista de 500 productos y Kicillof armó el control territorial con los intendentes. Según anunció Cristina Kirchner, los 50 distritos seleccionados involucran a 19 millones de personas para un total de 1115 supermercados.

"Con esto se sale de manera elegante del congelamiento general que podría haber causado una parálisis en la cadena de producción", analizó un intendente del conurbano.

A futuro, la Presidenta anunció que pondrá la lupa en el precio de los medicamentos y exhortó a Kicillof a que le entregara un informe con los precios de los materiales para la construcción.

Los intendentes que ayer participaron del acto se fueron exultantes. No sólo porque Cristina les confió a ellos el control del plan, sino porque -según interpretaban- se quedarán con el rédito político ante sus vecinos para controlar la inflación en tiempos electorales..

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