El presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF) Carlos Cruz vistió la semana pasada la Casa Rosada y se llevó una sugerencia: echar a los funcionarios del organismo que heredó de la gestión de antecesor, Mariano Federici, uno de los principales aportantes de pruebas en las causas contra Cristina Kirchner.

Lo ayudaba Lucas Reboursin, quien continúa como director de Análisis y sus pares lo acusan de haber frenado el informe sobre la cerealera Vicentin que justificó la intervención del Gobierno y la denuncia del organismo a la empresa y a Mauricio Macri por posible lavado de dinero. 

Acusan a un funcionario de la UIF cercano a Macri de frenar una investigación sobre Vicentin 

Como explicó LPO, la UIF de Federici se mantiene casi intacta y Cruz no se mostró interesado en desplazar ni a los que lo felicitaron en las redes sociales cuando consiguió empleo. Santiago Cafiero y Eduardo "Wado" De Pedro le explicaron que lo mejor es que empiece a vaciar oficinas si quiere seguir en el puesto y empiece por la Dirección de Análisis y continúe con el resto.

 El jefe de Gabinete y el ministro del Interior le entregaron un listado con los nombres de los nuevos funcionarios pero Cruz por ahora no desocupó ningún escritorio. Desde que asumió, sólo designó 3 de los 9 directores y tampoco nombró un auditor interno ni a los jefes de delegaciones regionales en las provincias.

 El macrismo controla además la Dirección de Supervisión y Régimen Sancionador,  a través de Viviana Sayago; y el departamento de Sumarios a Sujetos obligados, con su jefe Juan Pablo Berberian, un reconocido militante del Pro y socio en el estudio jurídico Bianco & Berberian. Lo escoltaba en algunos actos Ezequiel Domínguez, todavía jefe de instrucción de la Dirección de Régimen Administrativo Sancionador. No echaron a ninguno.