En un operativo que va contrarreloj, debido a la premura por captar fondos apenas otorgue la luz verde la Cámara de Apelaciones de Nueva York, tras una audiencia prevista para el próximo miércoles, el Gabinete económico de Argentina decidió dividir recursos para abarcar las principales plazas financieras internacionales en el lapso de la semana que se inicia.

De esta forma, el viceministro de Hacienda y Finanzas, Pedro Lacoste, y el secretario de Finanzas,Luis Caputo, estarán este lunes y martes en Nueva York presentando los títulos de deuda “tango bonds”; el jueves se trasladarán a Los Angeles; y culminarán el viernes en Washington.

Por su parte, el subsecretario de Finanzas, Santiago Bausili, y el jefe de Gabinete de la Secretaría de Política Económica, Vladimir Werning, liderarán las reuniones en Londres este lunes y martes; mientras que en Boston estarán el jueves.

En Manhattan, el Hotel New York Palace será anfitrión de uno de los encuentros más importantes que prepara el Gobierno argentino para “pasar la gorra” en el mercado estadounidense, con la ayuda de los bancos colocadores de la deuda, que son el Deutsche Bank, Hsbc, JP Morgan y el Santander.

El apetito renovado por la Argentina se observa en los comentarios de los analistas financieros en Wall Street, en las publicaciones de los diarios especializados, y tiene que ver con la tasa atractiva de cerca de 8%, a la que esperan conseguir rendimientos, según el parámetro del bono de referencia a 10 años, que esperas colocar el Gobierno.

En rigor, el Gobierno lanzará una colocación de tres bonos, a 5, 10 y 15 años, en un momento en donde países como Brasil y Perú están con problemas económico-políticos, y cuando prácticamente ningún inversor internacional está posicionado en bonos de la Argentina.

Precisamente por este último tema, fuentes de los bancos de inversión consultadas por Télam consideraron que “hay mucho margen para invertir en Argentina y la tasa podría ser un poco menor al 8%”, dependiendo del resultado del roadshow esta semana. Aunque aquí pesará también el monto ofertado en las diferentes colocaciones de bonos, en relación a la demanda de bonos existente de los inversores.

La Argentina cuenta con un nivel de deuda en relación al PBI muy bajo, que no supera el 50%, y se descuenta que tras la audiencia del miércoles y la posibilidad de Argentina de salir del default, las calificadoras de riesgo mejoraran la perspectiva acerca del país, lo que le permitirá acceder a nuevos inversores institucionales que se guían por estas notas para invertir, según sus parámetros legales.

Esto, sin perder de vista que la colocación será para saldar la herencia del default del 2001, y no será para financiar, por ejemplo, obras públicas. Por eso, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfondo Prat Gay, instó a inversores a aportar a la Argentina más allá de la colocación en ciernes, ante quienes concurrieron a Bahamas para asistir a la reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo(BID).

Luego de detallar las medidas económicas que levantaron las restricciones al libre acceso de capitales y de anunciar la vuelta de las revisiones a través del artículo IV con el FMI, Prat Gay lanzó una pregunta que más bien fue interpretada como un pedido del Gobierno argentino a la comunidad internacional: “¿Y ahora qué esperan para invertir?”.

En tanto, el equipo económico, ya comenzó los diálogos informales con inversores, a los que les explican que la colocación no podría ser efectiva antes de la semana del 18 de abril, por los tiempos que está marcando la justicia estadounidense al país.

El mejor escenario sería que la Cámara de Apelaciones se pronuncie el mismo miércoles a favor de Argentina, pero, dependiendo del veredicto, puede que haga falta alguna refrenda del juez Thomas Griesa. No obstante, el magistrado ya giró la orden garantizando apertura del bloqueo de pagos y emisiones contra el país, al margen de que la Argentina llegue a pagarle o no al grupo de los fondos buitre que lidera Paul Singer, cuyo acuerdo en el país vence el próximo jueves.

Por su parte, el mediador Daniel Pollack, está al tanto del tiempo de descuento de la Argentina para pagarle a Singer y parece dispuesto a realizar todo lo que este a su alcance para que se concrete el acuerdo privado ni bien la Cámara Superior lo habilite. Por lo pronto, este domingo anunció acuerdos adicionales del país para cerrar el default con otros inversores.

Singer, Aureluis y compañía, los demandantes originarios del fallo pari passu, son los únicos que impusieron un plazo estricto de pago hasta el 14 de abril, que si no se cumple podría hacer peligrar el acuerdo “histórico” alcanzado entre las partes, luego de 14 años de litigio, según las palabras del propio Pollack.

Si la Argentina no llegara a pagarle a Singer los 4.500 millones de dólares acordados para la fecha del 14 de abril, en el Palacio de Hacienda trabajan con el escenario de que se podrá prorrogar el pacto sin mayores inconvenientes, y que a lo sumo cambiará el monto de penalidad diario a medida que se estire el pago en los días subsiguientes, pero que será insignificante en términos relativos, para terminar de una vez por todas con la historia del default.

En el mercado esperan que “la colocación de la Argentina se dé en los próximos 10 días, y es un plazo razonable de espera para Paul Singer”, que no le haría tirar por la borda el acuerdo con la Argentina, explican.

Sin embargo, los fondos buitre dejaron trascender a través de los medios que parte de los términos acordados habrá que renegociarlos.

Por lo pronto, Argentina no mostrará las cartas de una mínima negociación antes del veredicto de la Cámara de Apelaciones, y es por lo que “a la audiencia del miércoles no concurrirá ningún funcionario argentino. Solo irán los abogados defensores del país”, explicaron desde Hacienda a la agencia Télam.

“El cambio en la dirección de la formulación de políticas ha sido radical”, dijo Alejo Czerwonko, estratega de mercados emergentes de UBS Wealth Management al Financial Times, a la vez que sostuvo que “la reforma estructural en los mercados emergentes es escasa y que está recibiendo una gran cantidad de ella en la Argentina”.

El periplo de los funcionarios argentinos culminará en Washington el próximo fin de semana, donde se esperan más reuniones con inversores tras la audiencia de la Cámara de Apelaciones, en el marco de laAsamblea de Primavera conjunta del FMI y Banco Mundial.