El último informe de Brechas de Género revela que la población que más respaldó a Milei en 2023 lideró el desempleo en el cuarto trimestre del año pasado.
Por Juan Manuel Meza.
En noviembre de 2023, el voto joven se volcó masivamente hacia Javier Milei, sintiéndose representados por el mensaje de ruptura, con la promesa de dinamitar “la casta” y recuperar la libertad individual como único horizonte. Los varones de entre 16 y 29 años fueron, según gran parte de las encuestas, el corazón de la victoria libertaria. Apenas un año después, ese núcleo electoral aparece como el principal damnificado del nuevo orden económico. La paradoja es evidente y dramática: los jóvenes que ayudaron a llevar a Milei al poder son hoy los más golpeados por sus políticas en la provincia Buenos Aires.
Así lo muestra el informe del cuarto trimestre de 2024 sobre brechas laborales y de ingresos, elaborado por la Unidad de Género y Economía del Ministerio de Economía de la provincia de Buenos Aires. En el último tramo del año pasado, la mayor pérdida de empleo en el territorio bonaerense se dio entre los varones jóvenes.
A diferencia del informe previo -el del tercer trimestre de 2024- que había señalado que las mujeres jóvenes eran el grupo más afectado por la crisis, el nuevo documento expone un giro preocupante: la salida del mercado laboral y la precarización más aguda se concentran ahora entre quienes hasta hace poco eran el símbolo del entusiasmo por el cambio violeta.
Los números son claros. En el cuarto trimestre, la tasa de actividad juvenil cayó 0,9 puntos porcentuales interanuales, y la de empleo se retrajo 1,3 puntos. Pero el impacto no fue homogéneo: entre los varones jóvenes, la actividad se desplomó 4,6 puntos y el empleo, 4,4. La subocupación aumentó 2,3 puntos y la informalidad entre asalariados varones jóvenes se incrementó en 4,1 puntos. En contraste, las mujeres jóvenes experimentaron una leve recuperación, con alzas de 2,8 y 1,9 puntos en actividad y empleo respectivamente.
Las comparaciones entre el tercer y cuarto trimestre de 2024
El contraste con el informe del tercer trimestre de 2024 ayuda a entender el cambio de tendencia. Como dio cuenta Buenos Aires/12 en marzo pasado, en ese período las principales afectadas habían sido las mujeres jóvenes: el empleo en mujeres cayó un 47,2 por ciento, la informalidad se disparó 10,7 puntos porcentuales, y la subocupación alcanzó al 14 por ciento entre ellas. La tasa de desocupación femenina había escalado al 9,7 por ciento, mientras que en varones se mantenía en 7,4 por ciento.
En el cuarto trimestre de 2024, el panorama mostró un reparto más “democrático” del daño. La tasa de subocupación subió a 12,2 por ciento, con un crecimiento importante entre los varones (+2,5 puntos interanuales). La informalidad se disparó al 37,3 por ciento de los asalariados, y la tasa de pluriempleo también trepó, llegando al 12,3 por ciento. Este último fenómeno afecta sobre todo a las mujeres (15,4 por ciento) pero crece también entre los varones jóvenes, que acceden a trabajos con menores horas y peores salarios.
Mientras tanto, las brechas de género persisten. En el cuarto trimestre de 2024, la tasa de empleo de las mujeres fue del 49,5 por ciento contra el 65,8 por ciento de los varones. La diferencia salarial entre ambos géneros fue del 28 por ciento, cifra que asciende al 38,3 por ciento entre asalariados no registrados. El 15,6 por ciento de las mujeres no tuvo ingresos propios durante el trimestre, frente al 10,2 por ciento de los varones. En los quintiles más bajos de ingreso, 6 de cada 10 personas son mujeres. La informalidad sigue siendo mayor entre ellas, y el trabajo doméstico no remunerado continúa siendo una barrera para su inserción laboral plena.
Los números de las encuestas
La dimensión política de esta transformación no tarda en manifestarse. Según el relevamiento realizado en marzo de 2025 por las consultoras Alaska y Trespuntozero, el rechazo a la gestión de Milei alcanzó el 55,1 por ciento a nivel nacional. Casi la mitad de los encuestados (47,6 por ciento) la calificó como “muy mala”. La imagen positiva, en cambio, se ubicó en un 42 por ciento. Y lo más llamativo fue la caída entre los jóvenes: quienes en octubre de 2024 tenían una aprobación del 63,9 por ciento, cinco meses más tarde la redujeron al 51,4 por ciento, mientras que el rechazo entre ellos ya rozó el 48,5 por ciento.
Se trata del mismo segmento que, según un sondeo de Atlas difundido por el diario El País tras la primera vuelta electoral de 2023, le otorgaba a Milei un apoyo del 70 por ciento entre los menores de 24 años. Su figura generaba entusiasmo en un electorado desencantado con la política tradicional, seducido por un presunto discurso radical de libertad y ruptura. Hoy, un año y medio más tarde, esa promesa parece haber encontrado su límite en la realidad del mercado laboral.
Ya no se trata solo de datos. La generación que apostó por el cambio se encuentra ahora con empleos cada vez más precarios, con la necesidad de buscar varios trabajos para llegar a fin de mes o directamente con la exclusión del sistema productivo. La expectativa de mejora fue reemplazada por una creciente frustración.
El panorama traspasa las barreras bonaerenses
Estos datos revelan que no solo hay una contracción del empleo juvenil en general, sino que hay una retirada más fuerte entre los varones. “Este grupo enfrentó una caída en las tasas de actividad y empleo, un incremento de la tasa de desocupación y de las formas precarias de inserción laboral”, señala también el informe de marzo de este año, elaborado sobre la base de datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC.
El fenómeno no se agota en Buenos Aires. A nivel nacional, la EPH de marzo de 2025 también dejó en evidencia el golpe laboral que recibieron los varones jóvenes. Su tasa de actividad pasó del 55,4 por ciento en 2023 al 52,2 por ciento, mientras que el empleo cayó del 49 por ciento al 45,7 por ciento. La desocupación en este grupo aumentó un punto, hasta alcanzar el 12,5 por ciento, muy por encima del promedio nacional.
En la provincia de Buenos Aires, el deterioro es aún más agudo. De los 207.000 nuevos desocupados urbanos que se sumaron hacia finales de 2024 en todo el país, 165.000 pertenecen a la provincia. Es decir, el 80 por ciento del desempleo urbano está concentrado allí. La tasa de desocupación urbana subió de 6,4 por ciento a 8,4 por ciento en un solo año, de acuerdo a lo manifestado en sus redes por el ministro de Economía bonaerense, Pablo López.
El ajuste fiscal implementado por el gobierno nacional tuvo efectos directos. La paralización de la obra pública, los despidos en la administración central y el cierre de más de 6.500 pymes en Buenos Aires y CABA durante el último año configuran un escenario de recesión que se traduce en desempleo, informalidad y pluriempleo. Según la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino, solo en 2024 cerraron 16.500 pequeñas y medianas empresas en todo el país.
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