Visto, oído y comentado en el H.C. D

Visto, oído y comentado en el H.C. D

Las mil y una del kirchnerismo tandilense contra Juan Martín Del Potro. Siempre a contramano de la realidad para la política sucia. Evidencias de ridículos argumentos: por qué pagaron a precio vil terrenos y campos privilegiados en Santa Cruz, para volver a vendérselos al Estado.

La pueril conducta de los concejales de Diego Bossio que ahora ya se junta con Mauricio D´Alessandro, que quiere ser intendente y juntos recuperar el peronismo en Tandil, la ciudad de mayor crecimiento en el país.

Siempre match point en contra. La histórica jornada que vivió Tandil ayer para recibir a un ídolo deportivo de todos los argentinos, tiene algunos capítulos de una vieja historia que siempre merecen refrescarse. Los concejales del Frente para la Victoria de esa ciudad, intentaron hacer fracasar el intento de comprar a la Municipalidad, una mínima cantidad de terreno fiscal destinado en un futuro muy lejano a la traza de una calle en medio de los cerros de Tandil. La interesada en la operación era la familia de Juan Martín Del Potro.

La Torre de Tandil no se alineó. Luego de la conquista de U.S. Open en 2009, Juan Martín Del Potro desistió de una invitación de CFK, en ese momento ejerciendo la presidencia de la Nación. La negativa a ese encuentro casi de protocolo, tuvo el argumento de la posición del gobierno en torno a la polémica resolución 125. Daniel Del Potro, padre de Juan Martín, es veterinario y no compartía las decisiones oficiales que perjudicaban a la actividad agropecuaria.

El kirchnerismo siempre anacrónico. Siempre cazando dinosaurios los políticos del FpV, conducidos en ese entonces por Diego Bossio, vieron la oportunidad de hacer un ridículo planteo, con el sólo objetivo de tomar represalias por la actitud del tenista, de rehusarse a la foto con CFK. Y exigían en la aprobación de la ordenanza, descabellados requisitos para que Del Potro no pudiera unir dos mínimas fracciones de tierra. Si bien el trámite no era usual, tampoco lo era y es ahora con más razón, el prestigio que Juan Martín le ha dado no sólo a Tandil sino a la Argentina en el mundo y por el resto de la historia de los JJOO.

Del ridículo no se vuelve. Hoy con el estrago que han producido en el país, aquel hecho cobra una dimensión más elocuente y de mayor exposición, cuando no terminan de descubrirse los actos de saqueo propios de una banda de delincuentes. Si bien el tema no ganó los medios nacionales, finalmente el gobierno del intendente Miguel Lunghi (un médico pediatra con 16 años de gobierno), cumpliendo todas las de la ley (hasta con las razones políticas) concretó la venta de esos escasos metros cuadrados de tierras fiscales, que fueron pagados y no al valor con el cual el kirchnerismo de Santa Cruz, accedió a precio vil a grandes extensiones de tierra en esa provincia, en algunos casos para volver a vendérselos al Estado multiplicando varias veces su valor de compra.

Una salvaje belleza natural. Hoy el crecimiento de Tandil ubica la residencia del tenista, poco menos que en la zona urbana. Es a la altura de la Avenida Don  Bosco y Francia, muy cerca de La Cascada y en proximidades del hotel Posada de los Pájaros y complejos de cabañas de lujoso confort. El terreno donde se haya construido el inmueble es un estribo de las sierras. Desde ese lugar, ubicado sobre el circuito semipermanente que utilizó el Turismo Carretera, podía observarse el desplazamiento de esos históricos bólidos a más de 200 km/h, por supuesto en décadas pasadas.

Ese es su lugar en el mundo. La selección de ese lugar es posible merced al privilegio que da el conocimiento del contacto con la naturaleza. Flora y fauna silvestre, un lugar lleno de sol, propio para el descanso y relajamiento de un deportista de élite como el tenista tandilense. El paraje se lo conoce también en la zona como El Boliche de Noli, propiedad de quien fuera en vida Luis Prudencio Noli y de su esposa Ana Bomina Gómez, ésta aún vive con 93 años.

Un lugar de tambos y arrieros. No es casual la asociación que puede hacerse con el lugar de un veterinario como Daniel Del Potro, se trata de una tierra especial, emblemática para identificar a Tandil por su aire puro en un paisaje donde conviven los distintos verdes del pasto con el gris del granito serrano del Sistema Tandilia. Los tambos de Simón, de Ochoa, de Coco y Jorge Noli, de los Menta, de los Sazatornil, de los Beltrán, de un arriero a quien todos conocían como Achalay. En fin todo un dibujo de una zona de chacras, que ya ha dejado su lugar a la urbanización, y para que se afinque el deportista más famoso de Tandil de todos los tiempos.

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