De Vido volvió a prometer obras a los intendentes, para tratar de alinearlos

Por Agencia La Plata.

El ministro reunió ayer en su despacho a jefes comunales del norte bonaerense de origen kirchnerista.

Los municipios bonaerenses son una autopista política para el Gobierno nacional, sin cabina de peaje en la Gobernación de Daniel Scioli. Ayer, como parte del Plan de obras para el Bienio 2012-2013, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, se reunió con trece intendentes de la Segunda Sección Electoral para comprometer recursos federales en obras de agua potable, cloacas, pavimentos y mejoras o construcción de viviendas. Ya lo había hecho con intendentes de otras regiones, como forma de erosionar al sciolismo , y mantuvo en pie la estrategia pese a la tregua momentánea de la Rosada con el gobernador.

Según Cristina, la Provincia recibió en los últimos tiempos casi 100 mil millones de pesos en aportes indirectos y otros provenientes de coparticipación federal y aportes del Tesoro nacional (ATN).

Con estos programas, el kirchnerismo alista voluntades que pueden determinar comportamientos electorales en 2013. Sin recursos y condicionado por la presión política de la Casa Rosada, Scioli encuentra limitaciones para la mantener poder territorial. Aunque, el gobernador utiliza otros métodos de construcción política sustentado en imagen pública. No obstante, a veces, las relaciones entre la Gobernación y los jefes comunales está martirizada por “la chequera” de Nación.

“La inversión pública es fuertemente transformadora de la realidad de cada municipio”, dijo ayer De Vido. Estaban los intendentes, Néstor Bolinaga (Arrecifes); Aldo Carossi (Baradero); Oscar Ostoich (Capitán Sarmiento); Marcelo Sknsi (Carmen de Areco); Ricardo Casi (Colón); Adrián Sánchez (Exhaltación de la Cruz) y Miguel Caso (Rojas), entre otros.

Todos disponen de un tiempo breve para exponer propuestas de obras, con la promesa de obtener respuesta a los 15 días. El requisito que se impone de Planificación es que se presenten “obras chicas” . En los encuentros es consistente la presión por alineamientos. Algunos se rebelan: según algunos comentarios, el intendente de San Pedro, Pablo Guacone, un radical K que después se convirtió al vecinalismo, se quejó porque “en los últimos años no pude inaugurar ni una sola vivienda ”. El ministro le habría respondido que cada gestión debe hacerse cargo en relación a cambios partidarios.

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