Vidal, forzada a hacer retoques no deseados en el corazón de su gabinete

Vidal, forzada a hacer retoques no deseados en el corazón de su gabinete

Una vacante importante se producirá entre fin de año y marzo. Además, hay funcionarios que no consiguen resultados y no pisan suelo firme. La gobernadora necesita entrar fuerte a un 2017 clave.

El último trimestre del año puede traer consigo una modificación forzosa del gabinete de la gobernadora María Eugenia Vidal. A partir de una vacante que se abrirá en uno de los casilleros más codiciados del organigrama del Poder Ejecutivo bonaerense, la mandataria deberá recalcular y, hasta ese momento, controlar las operaciones nacidas de los que ya se anotan para mudarse a un destino mejor. Al mismo tiempo, se posan muchas miadas en dos funcionarios que no atraviesan sus mejores momentos en la corta gestión Cambiemos: el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, y el secretario general, Fabián Perechodnik. Ninguno de los dos pisa suelo firme.

A esto se sumará, más tarde o más temprano, la salida del secretario de Legal y Técnica, Julio Conte Grand, para reemplazar a la procuradora general de la Corte, María del Carmen Falbo. La jefa de los fiscales bonaerenses se jubila por presión de Vidal, que, desde que llego al poder, busca apropiarse de esa oficina para controlar un resorte clave del entramado de poder provincial. No obstante, en este caso se trataría de un cambio que la gobernadora festejará.

CAMBIEMOS. Con el año electoral encima, el frente que gobierna la provincia de Buenos Aires desde el 10 de diciembre pasado, liderado por el PRO, ya puso primera y comenzó a recorrer los distritos del conurbano y, fundamentalmente, los del interior -donde apunta a fortalecerse. En este escenario, la gobernadora analiza cómo mover las piezas y reestructurar su gabinete en base a una serie de circunstancias que le son ajenas. Según pudo conocer Letra P, un hombre clave de entorno de Vidal está armando las valijas. La partida puede producirse antes de fin de año o bien en marzo de 2017.

El dato circula al interior del gabinete, donde más de un ministro ya paró las orejas y afiló los colmillos. El cargo es un botín preciado en todos los gobiernos. Por eso, son varios los que ya están expectantes. 

Otra área de gobierno inestable -siempre sensible y más por estos tiempos- es el Ministerio de Seguridad. Ritondo nunca pudo afirmarse por completo: comenzó la gestión teniendo que comandar una turbulencia feroz, como fue la triple fuga de los condenados por el crimen de General Rodríguez, en la madrugada del 27 de diciembre -a tan solo dos semanas y media de haber asumido Vidal, mantuvo en vilo primero a toda una provincia y luego a todo un país, hasta la detención, en dos tiempos, de los hermanosLanatta Víctor Schilacci, en Santa Fe-, y después fue quedando expuesto cada vez que se sucedieron misteriosos episodios protagonizados por la Policía que él tiene que controlar: robos, visitas, amenazas y despachos revueltos en plena Casa de Gobierno.

En los pasillos de Gobernación hay quienes, asombrados, cuestionan a Ritondo. Critican su falta de respuesta en el marco de esta situación de inseguridad en el conurbano que se agrava día a día y que volvió a ser tapa de diarios y temas de debate en los programas más vistos de televisión. "Ritondo no está haciendo de Ritondo", reprochan en el gabinete, haciendo referencia a cómo el funcionario perdió esa característica que lo destacó por sobre el resto antes de ser ministro, que tiene que ver con el trato cotidiano con la prensa, y fundamentalmente, con su muñeca para comandar y resolver situaciones complicadas en el día a día. En el vamos, se perfilaba para ser la rueda de auxilio permanente de Vidal; era el peronista del gabinete. Hoy está incómodo, sobrepasado por el contexto.

Un dato que publicó recientemente Letra P: en un asado catártico con sus ex compañeros de la Legislatura porteña, el ministro habló de las diferencias entre gobernar la Ciudad de Buenos y la Provincia. La gestión en territorio bonaerense es un terremoto en el que cualquier paso en falso tiene una repercusión demoledora, explicó.  

En este marco, una fuente del gobierno provincial dejó trascender que el ministro de Justicia, Gustavo Ferrari, estaría fomentando cada vez con más decisión volver a apostar por una vieja fórmula sciolista: fusionar los ministerios de Seguridad y Justicia cn la expectativa de quedarse él con esa mega cartera, como estuvo Ricardo Casal en su momento.

La situación de Perechodnik también es delicada. De la misma forma que sucede con el titular de Seguridad, el secretario general no le estaría resolviendo los problemas cotidianos a Vidal. Los que están bajo su competencia son conflictos que podrían aparecer como de menor rango, pero que, mal resueltos, se convierten en dolores de cabeza para la gobernadora. El último episodio fue el de la modista de la mandataria, que no cobró sus haberes y esto derivó en un escándalo interno en la Dirección General de Administración, con el ex sciolista a la cabeza. "Fabián está herido", advirtió una fuente del gobierno provincial.

Todos estos temblores empiezan a ganar intensidad en el gabinete vidalista y podrían desembocar en retoques no deseados en la previa de un año intenso de campaña, con la mira en elecciones de medio término vitales para Cambiemos.

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