La coordinadora del PPVC, Paula Urbandt, explicó a Blanco sobre Negro: “Pasaron a la mitad de los profesionales del programa a reasignación de cargos, lo que significa el desmantelamiento del programa.De haber estado en 16 unidades pasamos a quedar en sólo 9 y con equipos muy reducidos”.

De los 47 trabajadores sólo quedarían 24. El programa podría seguir funcionando pero en forma mucho más reducida y sin la mirada interdisciplinaria que tiene desde su comienzo ya que los profesionales reasignados son todos psicólogos y trabajadores sociales.

“Los internos que se enteraron de esta decisión están pensando en tomar medidas drásticaslo que nosotros tratamos de evitar pidiendo que hagan un pronunciamiento. Es la única política pública civil que permanece en el tiempo, lleva siete años y es muy valorada por los internos con los que trabajamos”, señaló Urbandt.

“Los profesionales que fueron borrados de la lista son todos psicólogos y trabajadores sociales, suponemos que serían enviados a hacer informes y responder oficios a pedido de los jueces. Pasaríamos de una instancia de contención en grupos confidenciales y voluntarios a una de evaluación”,explicó la psicóloga social.

Y agregó: “Un pibe que asistió a un grupo confidencial de repente se encuentra que la psicóloga que escuchó su relato ahora es la que evalúa su conducta a pedido del juez. Para nosotros es una situación terrible”.

Los objetivos generales del programa son reducir los índices de violencia intracarcelaria, acompañar los procesos subjetivos hacia la reinserción social de los internos, generar dispositivos grupales de reflexión y contención entre los privados de libertad, propender a que los detenidos internalicen la importancia del respeto a sus semejantes y generar estándares de convivencia que permitan potenciar las actividades tratamentales en un contexto de cooperación, mutuo aprendizaje y construcción conjunta.

“Son grupos de contención y reflexión voluntarios que con el tiempo se fueron especializando en las situaciones de crisis que surgen en la cárcel como cuando hay internos que se cortan, se cosen la boca o cuando un pabellón está por explotar”, destacó Urbandt.

“Para nosotros no son delincuentes, son personas portadoras de delitos. Muchas veces ha surgido la necesidad de hacer otras cosas, como el armado de una plaza en la Unidad 2 de Sierra Chica (FOTO), o una radio en Campana”, relató la coordinadora del programa.

Los profesionales del PPPVC trabajan en el enaltecimiento del portador de delito, con espacios confidenciales y voluntarios, de contención y reflexión, atención en crisis, urgencias, en buzones, pabellones y con familiares de detenidos.

“Una de las historias más emotivas que recuerdo se dio en la Unidad N° 1 de Olmos. Trabajando con uno de los pabellones de población surgió que ninguno de ellos les había contado un cuento a sus hijos. De eso salió ‘Martita la arañita’ que se hizo colectivamente y esos relatos fueron circulando en los sectores de visitas para que los padres pudieran contarlos a sus hijos”, comentó y agregó: “Nosotros escuchamos qué quieren hacer y tratamos de que reconozcan sus potencialidades”.

“El valor de este programa lo saben todos menos el nuevo interventor del Servicio Penitenciario, Fernando Rozas, que tiene la orden de sacar a mil personas del sistema. Esto se da en un marco de recorte, sacan y mueven gente sin evaluar el trabajo de cada uno. Nadie vino a preguntar ni siquiera de que se trata nuestro programa. Todo se resuelve de una manera totalmente arbitraria por alguien externo al Servicio. Le pedimos una audiencia pero no nos contestó, y el director del SPB, Juan Baric, nos contestó que está atado de pies y manos”, concluyó la psicóloga.