Se trata del Programa Provincial de Prevención de Violencia en Cárceles (PPPVC) que tenía presencia en 16 unidades de la provincia y trabajaba en los pabellones de población. A partir de un recorte de personal impulsado por el interventor del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) fueron reasignados a otros cargos la mitad de los profesionales de este programa que desde hace siete años trabaja con el objetivo de reducir los índices de violencia intracarcelaria.