"La verdad ya no se esconde más debajo de una alfombra"

La auditora porteña por Cambiemos María Raquel Herrero celebró el funcionamiento del INDEC en dar estadísticas sobre distintos aspectos de la Argentina.

Desde SECCIÓN CIUDAD se anticipó que la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires evaluará las políticas públicas del Gobierno de la Ciudad destinadas a la personas en situación de calle.

La misma, aprobada por el Colegio de Auditores por unanimidad, evaluará la situación de los paradores propios del Gobierno de la Ciudad, el Centro La Boca y el Centro de Inclusión Social Costanera, y también controlará el relevamiento que efectúa la Ciudad para establecer el número de personas en situación de calle.

La auditora del PRO María Raquel Herrero afirmó a este medio: "Lamentablemente, y tal como hemos dicho durante los últimos años, el gobierno de Cambiemos encontró un país casi devastado. Días atrás, el Presidente Mauricio Macri pudo cumplir una de las promesas de campaña y puso al INDEC en funcionamiento. La cifra arrojó que en la Argentina hay un 32,2 por ciento de pobres. Hace diez meses había apenas cinco por ciento, según el INDEC de Cristina". Además, explicó la importancia de este proyecto que la Auditoría llevará a cabo: "Es un tema importante que como organismo de control debemos ocuparnos dado el impacto social que tiene. Hubo consenso para incorporar este informe al Plan Anual vigente".

"Este avance y sinceramiento de las estadísticas reales de nuestro país nos permiten avanzar como sociedad y así poder pararnos en el lugar correcto. No tenemos menos pobres que Alemania, ni comemos por seis pesos, como nos hicieron creer durante años. Por ello, considero que es sumamente importante que los gobiernos entiendan que el control está pensado y establecido para mejorar el funcionamiento del Estado. No hay economía sana ni gestión eficiente si no se instrumentan las medidas de control, tanto interno como externo", aseguró Herrero.

Para finalizar, manifestó: "Los entes de control juegan un rol preponderante en una democracia sana, el poder debe ser controlado para evitar y disipar cualquier posible acto de corrupción, como así también para detectar cualquier caso de incompetencia estatal. La verdad ya no se esconde más debajo de la alfombra. La base para comenzar a corregir y a mejorar se están sembrando y desde la Auditoría, como órgano de control externo, trabajaremos para darle al Gobierno de la Ciudad en éste y en todos los temas las herramientas para que la gestión sea cada vez más eficaz". 

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