Lo afirmaron emisarios de la empresa en la reunión que ayer se hizo en el Senado nacional. La Provincia trabajará para conseguir cuanto antes nuevos accionistas. Por ahora, se descarta una quita en la concesión.
La multinacional brasileña estuvo representada por el abogado argentino Adolfo Duragnona y Vedia, tres asesores de la firma y por Galib Chain, del Departamento Ejecutivo de Implementación de Proyectos de Capital, quienes se llevaron durísimas recriminaciones de funcionarios y legisladores kirchneristas. Pero las principales caras de la compañía brillaron por su ausencia.
La primera gran novedad es que Vale reconoció que desde febrero mantiene negociaciones -de espaldas al Gobierno argentino- con más de 20 grupos económicos interesados en Potasio Río Colorado y que su intención es vender la totalidad de las acciones en un plazo breve.
La noticia cayó como un balde de agua fría en el gobernador de Mendoza, Francisco Pérez, presente en el Senado, ya que en los últimos 4 meses mantuvo innumerables reuniones con Vale para intentar que los brasileños no suspendieran las inversiones y estos no informaron que estaban tratando de vender sus acciones. "No conozco a nadie que no se muera mocho", dijo enojado Pérez por la "deslealtad".
Los empresarios trataron de replicar las quejas de Pérez por la actitud de ocultar los verdaderos intereses.
El abogado Duragnona sostuvo que en dos reuniones durante febrero se puso al tanto al secretario de Minería, Jorge Mayoral, pero el funcionario K consignó que esos encuentros fueron cuando, junto con Julio De Vido y Alex Kicillof, viajaron a Emiratos Árabes a convencer al fondo de inversión Mubadala Development Co. para que se asocie con los brasileños, algo que Vale había pedido para continuar.
"¿Notificaron al Gobierno de Brasil de su decisión de vender?", preguntó el diputado nacional por Mendoza, Guillermo Carmona (K). "Sí, en febrero", fue la respuesta. Luego uno de los directivos de Vale dijo en portugués que tienen acuerdos de confidencialidad con los 20 grupos interesados y que no están obligados a dar esa información a Mendoza ni a la Nación.
Duragnona explicó que la intención de Vale es vender las acciones tal como sucedió cuando la empresa compró el proyecto a la inglesa Río Tinto en 2009, sin dar intervención a la Provincia, que es la dueña del yacimiento. El abogado aseguró que Vale se amparará en el Código Minero, donde está prevista la suspensión temporaria de las inversiones, pero que mantendrán todo bajo regla de manera de no perder activos y poder vender cuanto antes. Aseguró que se honrarán los compromisos legales.
Sin embargo, Pérez y Carmona señalaron que ni la Nación ni la Provincia van a permitir que entre a Potasio Río Colorado un tercero que no esté dispuesto a respetar todos los acuerdos que hay en torno a la concesión, la declaración de impacto ambiental y el fondo ambiental.
Es más, Pérez dijo que Mendoza deberá coordinar con Vale una salida a esta venta y, ante una pregunta del senador radical Mario Cimadevilla, el Gobernador precisó que el lunes inicia una misión comercial en la India y luego visitará Shangai y Pekín, en China, "donde ya tenemos concertadas cuatro audiencias con interesados sobre este proyecto".
Agregó que el banco chino ICBC, que compró recientemente el Standard Bank Argentina, patrocina la gira comercial del Gobierno mendocino a este país.
Pérez cree que el proyecto tal cual está deberá ser redefinido dado que estuvo pensado para poder sacar las sales de potasio vía Bahía Blanca al Atlántico y llevarlo a Brasil y ahora podría salir por Chile rumbo a India o China, lo que abarataría los costos ya que se evita el tendido del ferrocarril.
Además, podría producirse en Mendoza el fertilizante o usar parte de lo que se extrae en la industria del vidrio. Por otro lado, dijo que a fin de abril Cristina Fernández y Dilma Rousseff tendrán una reunión bilateral en la que se tratará el tema.
Los emisarios de Vale debieron soportar duras recriminaciones del kirchnerismo. El diputado mendocino, Omar Félix, les dijo que hicieron "un formidable negocio inmobiliario". En cambio, los radicales, demócratas y peronistas disidentes trataron de poner sobre la mesa también el aumento de los costos que debió enfrentar la empresa.
De los 13 legisladores mendocinos 10 estuvieron presentes. Los radicales coincidieron en que pese a los malos modos de los brasileños, el escenario que se abrió es mejor que ir a la caducidad de la concesión ya que eso implicaría una pelea judicial que estancaría el proyecto.
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