Usuarios sin subsidios pagarán hasta 157% más por la luz: así serán los incrementos

Usuarios sin subsidios pagarán hasta 157% más por la luz: así serán los incrementos

En medio de la puja con Guzmán y la presión del FMI, el subsecretario de Energía Eléctrica y la interventora del ENRE sacaron un proyecto de segmentación

El esquema de segmentación tarifaria para el servicio eléctrico diseñado por los funcionarios kirchneristas que controlan el área energética implicará para los usuarios residenciales de Edenor y Edesur que pierdan los actuales subsidios una escala de aumentos que van del 85% al 157% en el precio de la energía consumida. Esas subas representarán en las facturas finales la aplicación de ajustes del orden del 35% al 65%.

Para las pymes que están encuadradas en la denominada "Tarifa 2" de medianas demandas, el incremento en los kWh por la eliminación de los subsidios llegará al 168%. Y en caso de las industrias y grandes comercios enrolados en la T3 de hasta 300 kW de potencia contratada, las subas previstas en los cargos de consumo variables oscilarán entre 154% y 224%. Esas actualizaciones en el valor de energía provocadas por la quita de subsidios tendrán un impacto en las boletas finales de las fábricas y establecimientos comerciales que rondará entre el 77% y 112%.

A esas subas correspondientes a la generación de energía, los usuarios que pasen a pagar la tarifa eléctrica plena deberán añadirle otro 20% de aumento para las distribuidoras y transportistas eléctricas que las autoridades energéticas prevén aprobar a partir de marzo.

En medio de la puja que mantienen con el ministro de Economía, Martín Guzmán y la presión del FMI para "reducir los subsidios de manera progresiva"; el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo y la interventora del ENRE, Soledad Manin sacaron a la calle un proyecto de segmentación tarifaria que, en una primera instancia, alcanzaría a casi 500.000 usuarios residenciales del AMBA y un conjunto de industrias y servicios que lograron recuperar el nivel de actividad que tenían antes de la pandemia.

Elaborada con la asistencia del Conicet, la ANSES y ARBA; esa propuesta para recortar los subsidios que actualmente cubren el 65% del precio de la energía que consumen los usuarios quedó en manos del titular de Economía quien tiene que dar el visto bueno definitivo y fijar a partir de cuándo entraría en vigencia.

En líneas generales, el plan de segmentación de Basualdo y Manin ya se había conocido a fines de diciembre, cuando los referentes kirchneristas y del Instituto Patria decidieron imponerle al equipo económico –tal como habían hecho el año pasado—una pauta tope del 20% en los aumentos de las facturas que se autorizarán en 2022 para mejorar los ingresos de las distribuidoras y transportadoras de energía eléctrica y gas.

Como suelen hacer cuando hay algún dato sensible que acarrea costos políticos, los funcionarios que responden a la vicepresidenta Cristina Kirchner difundieron la nueva versión ampliada del proyecto de segmentación sin poner sobre la mesa los datos clave sobre los distintos aumentos tarifarios que deberán que afrontar los usuarios que pierdan los subsidios.

Los porcentajes de incrementos para clientes hogareños que pasarán a pagar la tarifa plena de generación aparecieron semitapados en las resoluciones 41 y 42 del ENRE donde se fijaron los nuevos precios estacionales de la energía para las grandes industrias. En esas resoluciones, el ente regulador estableció que Edenor y Edesur tendrán que calcular e informar el subsidio que recibe cada usuario según sus consumos. Para eso incorporó dos anexos con los precios de la energía con subsidios que pagan actualmente los usuarios y los que tendrían que abonar sin esas bonificaciones.

De análisis de esas planillas adicionales, surgen los distintos porcentajes de aumentos que recaerán sobre los clientes residenciales que se queden sin subsidios y pasen a pagar un nuevo valor pleno de 7.837 pesos el kWh.

En líneas generales, el plan de segmentación de Basualdo y Manin ya se había conocido a fines de diciembre, cuando los referentes kirchneristas y del Instituto Patria decidieron imponerle al equipo económico –tal como habían hecho el año pasado—una pauta tope del 20% en los aumentos de las facturas que se autorizarán en 2022 para mejorar los ingresos de las distribuidoras y transportadoras de energía eléctrica y gas.

Como suelen hacer cuando hay algún dato sensible que acarrea costos políticos, los funcionarios que responden a la vicepresidenta Cristina Kirchner difundieron la nueva versión ampliada del proyecto de segmentación sin poner sobre la mesa los datos clave sobre los distintos aumentos tarifarios que deberán que afrontar los usuarios que pierdan los subsidios.

Los porcentajes de incrementos para clientes hogareños que pasarán a pagar la tarifa plena de generación aparecieron semitapados en las resoluciones 41 y 42 del ENRE donde se fijaron los nuevos precios estacionales de la energía para las grandes industrias. En esas resoluciones, el ente regulador estableció que Edenor y Edesur tendrán que calcular e informar el subsidio que recibe cada usuario según sus consumos. Para eso incorporó dos anexos con los precios de la energía con subsidios que pagan actualmente los usuarios y los que tendrían que abonar sin esas bonificaciones.

De análisis de esas planillas adicionales, surgen los distintos porcentajes de aumentos que recaerán sobre los clientes residenciales que se queden sin subsidios y pasen a pagar un nuevo valor pleno de 7.837 pesos el kWh.

-Para los usuarios R1 que consumen hasta 150 kWh mensuales el aumento en el valor de la energía será del 157%.

-Los R2 (151-325 kWh por mes) tendrán una suba del 156%.

-Los R3 (326-400 kWh mensuales) registrarán un incremento del 159% y pasarán de 3.132 pesos a 7.837 pesos por kWh.

-Los R4 (401 a 450 kWh por mes) experimentarán una suba del 140%.

-En el caso de los clientes R5 (451 a 500 kWh mensuales de consumo), el aumento escalará al 132%, al saltar de 3,374 pesos a 7.837 pesos.

-Los R6 (501 a 600 kWh mensuales) afrontarán un ajuste del 129%.

-Para los R7 (601 a 700 kWh por mes) y R8 (701 a 1400 kWh mensuales) los incrementos alcanzarán el 93%.

-Y para los R9 que consumen más de 1.400 kWh al mes, el incremento en el valor de la energía llegará al 85%.

En tanto, para las pymes de la categoría T2 el aumento en el cargo variable de los kWh que consuman ascenderá al 168%, al pasar de 2,542 pesos a 6,826 pesos.

En el caso de las industrias y grandes comercios que tengan una potencia contratada hasta 300 kW, los incrementos en los cargos variables horarios y en el precio de la potencia se ubicarán entre el 170% y 224%.

Según el programa de segmentación en juego, la quita de subsidios afectará en una primera etapa a 487.000 usuarios residenciales del AMBA que representa el 10% del total de esa clientela.

La mayoría de esos usuarios se encuentran en la ciudad de Buenos Aires en los barrios de Puerto Madero, Recoleta, Palermo, Belgrano y Núñez, una parte de Colegiales, algunas manzanas de Villa Urquiza, Retiro, Saavedra y Villa Devoto y una zona de alto valor inmobiliario de Caballito.

En el Gran Buenos Aires (GBA) se identificaron 67.800 hogares que habitan en una zona específica de los partidos de Vicente López y San Isidro. Se suman también 48.000 usuarios de altos ingresos localizados en 466 countries y urbanizaciones cerradas del Conurbano.

En tanto, por el lado de las industrias y comercios, el proyecto de segmentación de la dupla Basualdo-Manín relevó unos 8.000 clientes T2 y T3 que estarían en condiciones de pagar el precio pleno de energía. En este lote aparecen las empresas del sector financiero, concesionarias de autopistas, operadoras ferroviarias de pasajeros, embajadas, casinos y organismos públicos municipales, provinciales y nacionales.

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