No se espera que el resultado de la elección porteña genere grandes euforias en un mercado que sigue esperando que el Gobierno logre comprar reservas, pero sí ayuda y acota los efectos de la incertidumbre electoral que se espera para el segundo semestre
Por Mariano Cuparo Ortiz
El triunfo del oficialismo nacional en la elección legislativa porteña promete la continuidad del buen clima que los mercados financieros vienen mostrando desde hace algunas semanas, aunque todavía sin recuperar lo perdido en lo que va del año. Más allá de que para los próximos meses la clave no solo para generar algún tipo de euforia, sino también para sostener la estabilidad, pasará por la capacidad del Gobierno para comprar reservas mientras la estacionalidad es favorable desde la liquidación del agro, cosa que por ahora no ocurrió, el mercado lee como positivo el triunfo del vocero presidencial Manuel Adorni. El apoyo al Gobierno lo fortalece políticamente, lo que brinda una expectativa de continuidad de la parte más ortodoxa del programa económico.
Aunque durante la semana pasada los bonos soberanos retrocedieron en su cotización, el riesgo país se mantuvo en los 651 puntos. No se puede concluir que haya euforia por la deuda local, ya que está muy lejos de perforar los 400 puntos necesarios para empezar a pensar en acceder a tasas razonables para el rollover de los vencimientos que se acercan en el corto y mediano plazo. Incluso está 2,5% por encima del cierre del 2024. Pero sí da cuenta de una mejora respecto al escenario algo más caótico de marzo, cuando el riesgo país llegó a rozar los 1.000 puntos. Lo mismo para el Merval, que está 7,9% por debajo del cierre del 2024 medido en dólares, pero que la semana pasada trepó 8,3%.
El dólar A3500, es decir el mayorista de referencia relevado por el BCRA, cerró el viernes en alza y un 2,9% por encima de los niveles de la semana anterior, pero todavía más cerca del piso de la banda que del techo. En ese punto el Gobierno se juega la continuidad de la desinflación, el mayor hito de su gestión, que terminó abril en desaceleración, con un mayo que promete un nuevo escalón hacia el 2% y la ilusión de perforarlo. La estacionalidad ayuda en esta época del año, ya que mantiene la cotización dominada, fortaleciendo el ancla cambiaria, aunque las preguntas son hacia la segunda mitad del año. Por ahora, el mercado acompaña.
El director de C&T, Camilo Tiscornia, dijo: “Yo creo que el resultado sorprendió por lo positivo para el Gobierno y eso generalmente va asociado a una mejor expectativa en materia económica. Debería repercutir en mejoras de los precios de los activos locales, aunque no sé si un gran ingreso de capitales, pero algo puede generar. El efecto positivo en los activos va a estar”.
El analista financiero Gustavo Ber afirmó que este repunte parcial de las cotizaciones de los activos financieros, clave para la continuidad de la estabilidad cambiaria, ganó terreno con la señal política que dejó la elección porteña: “Los datos preliminares podrían arrojar una lectura positiva para los inversores ya que representan un importante respaldo para el oficialismo, lo que implicaría no sólo continuidad del programa económico sino también de la agenda de reformas. De continuar el positivo clima externo se deberían extender las sostenidas mejoras en las valuaciones, ya que continuaría firme el apetito por los activos financieros locales”.
Coincidió el economista Christian Buteler, para quien, sin embargo, el mercado, más allá de alguna mejora en el apetito por activos locales en el cortísimo plazo, en las próximas semanas estará mirando el desempeño comprador de reservas del BCRA y cómo sigue la dinámica del atraso cambiario. Dijo: “Para los mercados un triunfo del Gobierno es bueno, aunque no deja de ser una eleccion municipal. No veo que vayan a volar los activos locales por este resultado, pero podrán tener algunas mejoras, en base también al contexto internacional. Un triunfo en la provincia de Buenos Aires, en cambio, sí podría tener más impacto. Yo creo que la estabilidad del dólar y la macro dependerá más de lo que pase con la economía”.
Y agregó: “Esto no va a cambiar los ánimos. Hoy estamos en los 30 o 40 días de más oferta de dólares y eso genera estabilidad. Por otro lado, se empieza a pagar el costo de atrasar el tipo de cambio, porque se hace difícil producir. Eso va a generar demanda de dólares para importar. Hoy, con el pico de liquidación, el dólar no cae al piso de la banda. Lo que va a estar en foco es si el Gobierno logra comprar dólares en el momento de mejor estacionalidad, más allá de lo que pueda conseguir con endeudamiento”.
Para el líder de Estrategia de Portfolio Personal Inversiones (PPI), Pedro Morini, el resultado electoral en CABA permite moderar volatilidades de cara a los próximos meses, con octubre como horizonte: “Más allá de ser legislativas locales, a estas elecciones se les imprimió, sobre todo desde el oficialismo, un carácter más nacional. El Gobierno obteniendo un triunfo por encima del 30% va a generar buena respuesta en los mercados, que estaban posicionados en una postura de tercios, con Santoro por lo menos en un 30%. Esta diferencia de un par de puntos es una sorpresa positiva para los mercados. La gran batalla va a ser en octubre y esto marca buenas perspectivas, sobre todo cuando la inflación no terminó de bajar y al Gobierno le quedan muchas reformas por delante. Estos triunfos electorales oficialistas pueden acotar un poco la volatilidad que vamos a ver hasta octubre”.
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