La industria encabeza el ránking de destrucción con 4 mil bajas en solo un mes. Los pronósticos lucen sombríos.
La Secretaría de Trabajo publicó su informe mensual de mercado de trabajo basado en datos del ARCA. El Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) es el registro que realiza el ente recaudador de los aportes y contribuciones que realizan las empresas al fisco por los empleados que revisten en relación de dependencia.
A diferencia de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC se trata de una muestra fehaciente sobre el total del universo, y por ese motivo es la estadística más confiable en lo que a empleo registrado se refiere.
Volantazo
De ese registro surge que, a partir de marzo de este año, se revirtió la tendencia que venía operando en el empleo en tanto, la leve recuperación del empleo y los salarios que venía produciéndose desde mediados de 2024, marcó un cambio de rumbo y se abrió una nueva fase de destrucción de empleo y, a pesar de la desaceleración inflacionaria, de caída del salario en términos reales.
Según el análisis de esos datos realizado por Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, durante el tercer mes del año, se destruyeron 9 mil puestos de trabajo formales con relación al mes de febrero de los cuales 7.310 corresponden al sector privado.
El sector público se contrajo en 802 puestos y los empleos registrados en casas particulares otros 870. Como contraparte el monotributo escaló en poco más de 5 mil puestos lo que marca un deterioro de las relaciones laborales.
Fuente: Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma en base a SIPA.
Desde noviembre de 2023, la destrucción de empleos asalariados registrados acumula 195.674 puestos amortiguados por la conversión de casi 75 mil de inscriptos al monotributo.
El analista especializado en mercado de trabajo señaló en su cuenta de X que “en el sector privado la dinámica reciente del empleo distingue dos momentos muy claros: una fase de destrucción muy marcada entre septiembre de 2023 y julio de 2024, y un estancamiento a partir de haber tocado el valor más bajo en dos años”. Más en concreto, señala que “el empleo en el sector privado dejó de caer en julio de 2024. En los siguientes 8 meses creció apenas un 0,3%” que, continuó, “no alcanza ni para acompañar el crecimiento vegetativo de la población. Algunos decían que la reforma laboral iba a apuntalar el empleo formal. No pasó”.
A la hora de ofrecer un análisis más detallado surge que “a nivel sectorial el golpe más feo se lo pegó la industria. Se perdieron un poco más de 4 mil puestos de trabajo solo en marzo, una caída similar a la que teníamos en los primeros meses de 2024”.
Por el lado del empleo público, sobre la base de esos datos oficiales, Campos destaca que “en el sector público continúa la lenta sangría. Si bien en marzo la variación mensual fue marginal, sigue estando en los niveles más bajos de los últimos dos años. Sumado al deterioro salarial, el ataque contra los trabajadores del sector público es total”.
El empleo registrado en casas particualres cayó a su nivel más bajo en una década.Foto: Facebook Trabajadoras de Casas Particulares en Lucha
Por otra parte, el empleo registrado en casas particulares cayó a su piso en la última década perforando el piso de 442.200 de marzo de 2015 y llegando a 441.500.
Sube y baja
A la hora de analizar los motivos, Campos señala que “el retroceso del empleo formal posiblemente haya estado condicionado por la caída de la actividad en marzo (fuerte en la industria y la construcción), aunque la relación entre ambas variables no viene siendo lineal en los últimos meses. El empleo no se enteró del rebote”.
En abril, cuyos datos de empleo se conocerán en los primeros días de julio, tanto la industria como la construcción mostraron una marcada recuperación del 8,5% la primera y del 25,9% la segunda. Con todo, las fases de recuperación de la actividad en períodos de tanta volatilidad, en general no se expresan en una recuperación del empleo medido en puestos de trabajo sino, a lo sumo, en un incremento de las horas trabajadas a través de horas extras e incluso en el uso y abuso del empleo no registrado.
Salarios también para atrás
El informe oficial, además, da cuenta de la evolución de los ingresos de los trabajadores asalariados del sector privado. Allí surge que, en el mes de abril, “el salario en el sector privado medido por el SIPA, que no discrimina la cantidad de horas trabajadas, cayó por tercer mes consecutivo. Según la Secretaría de Trabajo perdió casi un 4% en los últimos tres meses y volvió a los niveles de noviembre de 2023”, dice Luis Campos.
Por último, el informe de la Secretaria de Trabajo incluye la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que releva el mismo organismo sobre una muestra representativa de empresas en todo el país en las que no solo se indaga sobre lo acontecido en el período inmediato anterior sino también las previsiones de contratación que las mismas compañías prevén para el período posterior.
Allí, dice Campos, “el adelanto de los niveles de empleo en abril (EIL) tampoco es auspicioso: cayó un 0,24%” aunque, matiza, “posiblemente una parte de ese retroceso se explique por razones estacionales”.
El analista, sin embargo, no presenta pronósticos auspiciosos: “para lo que viene el escenario pinta feo. El empleo formal está estancado en mínimos desde hace varios meses y la recuperación salarial del segundo semestre ya se agotó. Crédito, dólares del colchón, lo que sea. El mercado laboral está necesitando alguien que lo empuje”.
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