El triunfo de correa y la perspectiva de Ecuador

Por Alberto J. Sosa.

Ecuador como la mayoría de los países de América Latina tiene una economía poco diversificada, dependiente de la demanda y cotización internacional de sus materias primas. Su geografía contiene tres zonas diferenciadas: la costa, la sierra y la selva. En la primera se encuentra su capital económica (Guayaquil), sede de los sectores agroexportadores, comerciales y financieros.

Ecuador como la mayoría de los países de América Latina tiene una economía poco diversificada, dependiente de la demanda y cotización internacional de sus materias primas. Su geografía contiene tres zonas diferenciadas: la costa, la sierra y la selva. En la primera se encuentra su capital económica (Guayaquil), sede de los sectores agroexportadores, comerciales y financieros. La sierra, con eje en Quito, es la capital política y administrativa. La selva es el reservorio de petróleo, minerales y biodiversidad.

Los ciclos de auge y crisis del país estuvieron conectados al devenir de unos pocos commodities. El siglo XIX fue el del cacao en la costa, cuya crisis estalló en 1920 y duró tres décadas, repercutiendo en la estabilidad institucional ecuatoriana. El apogeo del banano (costero) ocurrió en la década del '50, pero decayó en los '60. Sin embargo el petróleo de la selva posibilitó, bajo dictadura militar, superar la crisis en los '60 y '70, reafirmando el carácter primario de la economía.

Desde 1982 y bajo gobiernos constitucionales Ecuador ingresa a una nueva crisis determinada por el endeudamiento, la caída de la bonanza petrolera y el desembarco neoliberal. La década del '90 y los primeros años del siglo XXI fueron aciagos para la mayoría de la población. Ecuador devino el primer país dolarizado de América del Sur y Quito fue epicentro de rebeliones ciudadanas que precipitaron la caída de los gobiernos de Bucaram (1997), Mahuad (2000) y Gutiérrez (2005).

En este marco histórico, pero en un contexto mundial y regional favorable, irrumpe el liderazgo de Rafael Correa con su "revolución ciudadana" y el "buen vivir" en el cual, a diferencia de otras épocas, se opera una redistribución de ingresos.

El actual triunfo electoral posibilita que Ecuador persevere en superar su tradicional situación de crisis orgánica y su destino "monoproductor". Así como a otros países de la región, la Unasur y el Mercosur le brindan un ámbito geopolítico propicio para ello.

El gobierno de Correa ha efectuado una original contribución intelectual a la Unasur: la Arquitectura Financiera que comprende el Banco del Sur, el Fondo de Reservas y la desdolarización de las transacciones mercantiles. Su concreción, seguramente favorecida por esta victoria comicial, es aún una asignatura pendiente para los gobiernos progresistas de la región.

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