El triunfo de Correa fue muy completo

El triunfo de Correa fue muy completo
El oficialismo consiguió una mayoría de bancas en la unicameral Asamblea Nacional de acuerdo con un conteo rápido y los analistas coinciden en que no tendrá necesidad de negociar con la oposición para profundizar la “revolución ciudadana”.

Por Mercedes López San Miguel

El triunfo de Rafael Correa y de su partido, Alianza País, fue contundente y no hubo provincia en Ecuador en donde no ganara, desde la costa hasta la sierra y el oriente. El oficialismo consiguió una mayoría de bancas en la unicameral Asamblea Nacional de acuerdo con un conteo rápido y los analistas coinciden en que no tendrá necesidad de negociar con la oposición para profundizar el proceso que llama “revolución ciudadana” desde el momento en que asuma el nuevo gobierno, el 24 de mayo. “Correa hasta el 2017”, tituló en su portada el diario opositor El Universo, que contrastó con la tapa del estatal El Telégrafo, que decía: “A cambiar la patria”. Lo que ningún medio dejó de resaltar fue que el gobernante y su fórmula sumaron aceptación en todo Ecuador, hasta en Guayas y Guayaquil, donde ni el alcalde opositor Jaime Nebot pudo influir sobre el sufragio. El mandatario fue reelecto con el 56,9 por ciento de los votos frente al 23,1 por ciento del banquero Guillermo Lasso, de acuerdo con el escrutinio de 71 por ciento de las actas por parte del Consejo Nacional Electoral. El organismo no precisó cuándo se conocerá la información de la Asamblea Legislativa, pero un conteo rápido de la ONG Participación Ciudadana –autorizado por la Justicia Electoral– proyectó 90 escaños para Alianza País, seguido del movimiento de Lasso –Creando Oportunidades– con 12 curules (de un total de 137).

El historiador Jorge Núñez Sánchez señaló a Página/12 que la elección del domingo evidenció el fortalecimiento del oficialismo y la crisis de los partidos tradicionales. “Hubo una profundización de la conciencia social de este proceso. Nunca en nuestra historia ha habido un gobierno que hiciera tanto por el desarrollo nacional y se preocupara por los minusválidos. Es una ciudadanía que supo derrocar gobiernos corruptos.” Fue el caso de Lucio Gutiérrez, destituido en 2005 por el Congreso en medio de una revuelta popular conocida como “rebelión de los forajidos”, integrada en su mayoría por la clase media de Quito que lo acusó de corrupción y nepotismo. Gutiérrez y su partido Sociedad Patriótica obtuvieron un 6,5 por ciento de los sufragios anteanoche, muy por debajo de su desempeño en las presidenciales de 2009 –en esa ocasión obtuvo un 27 por ciento–.

La mala actuación del ex coronel Gutiérrez no es un síntoma aislado. “Se dio un recambio importante en la oposición”, advierte Núñez Sánchez, incluyendo en ella a agrupaciones que presentaron candidatos a asambleístas. “Las viejas agrupaciones Partido Social Cristiano y Madera de Guerrero sacaron pocos diputados. Hay una nueva oposición que es el movimiento de derecha de los industriales, los banqueros, que tomaron la posta.” El analista se refiere al partido CREO (Creando Oportunidades ) que se presentó por primera vez y obtuvo el segundo lugar en el voto presidencial. El candidato Lasso dijo que ya se proyecta como el líder de la oposición. ¿Se verá con posibilidades de ser un Capriles ecuatoriano? Lasso dijo que seguirá haciendo política de la mano de la segunda fuerza política del país. “Corrió a todos de un plumazo, incluso al alcalde Nebot”, agrega Núñez Sánchez.

Para el sector de la izquierda que rivaliza con Correa, la Plataforma Plurinacional comandada por el economista Alberto Acosta, la elección representó una debacle. Acosta, ex ministro de Energía del gobierno de Correa y ex presidente de la Asamblea Constituyente, sacó un 3,1 por ciento de los sufragios, por detrás del outsider de derecha Mauricio Rodas (4,0 por ciento, partido SUMA) y el magnate bananero Alvaro Noboa (3,6 por ciento, Prian).

De acuerdo con el analista Decio Machado, de Fundación Aldhea, la izquierda deberá reflexionar sobre el mensaje que le transmitió a la población, sobre sus planteamientos obsoletos. “Ante la bonanza económica, el votante, que es en su mayoría urbano, no se interesa por temas como el neoextractivismo. La gente es más pragmática, vota por encima de la lógica ideológica: elige a un gobierno al que le ha ido bien en la economía, que benefició a todos los sectores sociales.”

El partido de Acosta ha cuestionado el modelo de desarrollo y el modo extractivista del gobierno actual, del que formó parte hasta 2008. De acuerdo con el análisis de Machado, del total de las 24 provincias del país, Correa ganó en todas, pero en un porcentaje menor en las del sur, en donde viven poblaciones rurales y algunas comunidades indígenas que se oponen a la explotación minera. Como las provincias de Zamora (Alianza País obtuvo un 40 por ciento) o Morona Santiago (37, 6 por ciento, o Chimborazo (46,4 por ciento). En el resto del país, los porcentajes son de más del 50 o el 60 por ciento de los votos, siendo que en las regiones de la costa arrasó. Un triunfo contundente. Como lo tituló el diario Expreso en letras gigantes.

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