Torroba: "es posible ganar la provincia"

Torroba: "es posible ganar la provincia"
El diputado nacional electo quedó en el brete de definir si pelea por la Provincia o por el municipio en 2015. Dijo que esa definición debe adoptarse a fines del año pasado. Afirmó que se sintió acompañado “por el 90 o 95 por ciento” de la dirigencia de su partido. Reconoció que le interesaría presidir su partido.

El diputado nacional electo Francisco Torroba aseveró que la elección del domingo demostró que en 2015 “es posible ganar la provincia”. Calculó que esa situación genera un nuevo entusiasmo en la dirigencia del Frente Pampeano, pero advirtió que “hay que trabajar no 30 o 60 días antes de la elección, sino desde ahora mismo”. Torroba advirtió que “con un partido congelado, que sale del freezer 60 o 90 días antes de las elecciones, no hay competitividad electoral posible”.

El exintendente afirmó que a fines de 2014 o principios de 2015 definirá si decide volver a pelear por el municipio o afronta el desafío de ir por la Provincia. Dijo que se sintió acompañado “por el 90 o 95 por ciento de la dirigencia”. Calculó que el senador Juan Carlos Marino, ausente en los festejos de la UCR, en algún momento lo llamará para felicitarlo. Torroba incluso admitió que le interesaría presidir la UCR.

Torroba miró los resultados y dijo, respecto de sus pronósticos: “Le erramos por 500... esos casi 70 mil votos son una oportunidad a futuro para el FrePam. Creí que el otro tercio (de los votos) se iba a fragmentar más. Pero eso no ocurrió y de ahí que Mac Allister se lleva la diputación”.

Durante una entrevista con www.radiokermes.com, también destacó que especialmente “en Santa Rosa me votan miles de justicialistas, hay una pérdida de pertenencia de los partidos, la gente vota más a los candidatos y no a la fuerza política a la que ha pertenecido. Y me parece que esto se puede ir generalizando al resto de la provincia”.

Destacó la recuperación en Toay, “una localidad donde se viene trabajando para dejar antinomias del pasado e incorporar a todos los sectores políticos”.

Admitió que las últimas dos elecciones lo posicionan como líder del FrePam, lo cual “significa responsabilidad para trabajar, para unir, hacer entender que ganar es posible y esto significa tener estrategias diferentes”.

-¿El FrePam está como estructura partidaria más consolidada que el PJ?

-Diría que el FrePam toma conciencia de que es posible ganar la provincia, a partir de este resultado. Esa oportunidad significa grandeza, trabajo, sacrificio, desterrar la improvisación. Cuando salimos 80 mil a 50 mil, como en 2011, estamos lejos de la oportunidad. Si ahora logramos seguir motivando, generar renovación, incorporar fuerzas... la dirigencia del FrePam había quedado muy golpeada en 2011. Ahí bajamos, dejamos de crecer. Ahora más allá de la interna perdimos por el 0,6 por ciento, eso genera expectativas y entusiasmo, y la posibilidad de que muchos desanimados empiecen a trabajar y otros se sumen.

-¿Se siente en el brete de definir si ir por la pelea provincial aunque no haya garantías o apostar al municipio, que parece muy probable que gane?

-A fines de 2014 o principios de 2015 hay que tomar esa decisión, será en evaluación a todo el trabajo realizado, el contexto político. Hoy lo que puede parecer fácil puede ser difícil en 2015 y lo que hoy asoma como difícil puede volverse fácil. Me parece que lo más importante es tomar conciencia de que pagar ganar una elección hace falta un gran trabajo político previo, pero previo con mucho tiempo, no en los 30 o 60 días anteriores a una elección. Hay que trabajar durante 2 años. Este resultado electoral sirve anímicamente, y para darnos cuenta de que es posible ganar no sólo la capital, sino la provincia.

-¿Hay algún dirigente a nivel nacional con el que se sienta identificado, detrás de cuyo proyecto pueda ubicarse con comodidad?

-Yo mencionaría a todos los dirigentes de la centroizquierda... no tengo una atracción personal por nadie, no es como en la década del ‘80 en que Alfonsín nos atraía. No hay un liderazgo de esas características. Sí tengo un gran respeto por muchos de los dirigentes, pero tenemos una etapa de 6 meses o un año para consolidar liderazgos presidenciales.

-¿Pero el radicalismo debería, por ejemplo, ir para el lado de Ernesto Sanz?

-El radicalismo tiene que ser un partido de alas, donde deben convivir una centroizquierda marcada y una centroizquierda no tan marcada o si quieren llamarla centroderecha. Un partido que tiene aspiraciones de ser gobierno nacional, debería como todos los partidos en el mundo, esa convivencia, esas diferencias. Ernesto me parece que es un cuadro formado, Binner tiene toda su experiencia, tenemos que ver cómo llegamos con una coalición de partidos. Tenemos la obligación de formarla como alternativa, porque la fragmentación nos hace funcionales a quienes están gobernando.

-¿Lo llamaron los dirigentes para felicitarlo, se siente acompañado y reconocido?

-Yo me he sentido acompañado por dirigentes de todas las líneas políticas, porque además el resultado electoral lo demuestra. Llegar a casi 70 mil votos no se hace desde la soledad, no existen iluminados. Puede uno hacer una diferencia, pero si no hay acompañamiento... me he sentido acompañado por el 90 o 95 por ciento de la dirigencia, otros a lo mejor no han estado motivos o han creído que esta era una elección de tipo personal.

-¿Juan Carlos Marino lo llamó?

-No. Todavía no. Pero ya me va a llamar, lo doy por descontando...

-¿Quién cree que votó a Mac Allister y qué representa?

-Yo creo que representa a un sector de derecha, es así. En la conformación del electorado argentino hay un componente de derecha. Habrá que buscar coincidencias, tendemos disidencias, la Argentina no está en condiciones de exluir, sino de buscar coincidencias para políticas de estado. Yo diría que ese voto es justicialista no kirchnerista en su gran mayoría, también tiene un componente ideológico y también apareció el voto útil, gente que entendió que para sacarle al justicialismo una banca ese era el método. En una sociedad no todos podemos pensar igual, pero tampoco es posible que tengamos diferencia en todo, sin poder coincidir en algo. La sociedad necesita señales de concordia y objetivos en común.

-Sin generar alarma, a la luz de los resultados, con un gobernador sin reelección que no maneja la Cámara y un intendente de la capital debilitado, ¿la elección puede tener algún impacto institucional a futuro?

-Yo quiero creer que no, porque más allá de desaciertos del gobernador y del intendente, les quedan 2 años de gobierno y hay que transitarlos. Sí sería bueno que tomaran la costumbre de escuchar a las otras fuerzas políticas, es un aprendizaje que conlleva la posibilidad de equivocarse menos. Hacemos actividades humanas, no somos fenómenos. Debieran hacer esa lectura, como el gobierno nacional: por algo los resultados no fueron buenos. Todo lo que se corrija ahora será una deuda menos para el próximo período. No creo que haya problemas en cuanto a la gobernabilidad. Pero sería bueno una convocatoria a la oposición para plantear políticas. Quizá el resultado electoral enciende una luz de alarma. Dialogar no es contubernio, sino una necesidad política para encaminar temas a futuro.

-¿Le interesaría presidir la UCR?

-Eso lo veremos un poco más adelante. Nos interesaría, pero son cuestiones que hay que consensuar. Sí, con total seguridad, voy a seguir trabajando, recorriendo Santa Rosa y la provincia, para que esta oportunidad se convierta en algo posible en 2015: generar la alternancia. Respecto de la vida institucional del partido... con un partido congelado, que sale del freezer 60 o 90 días antes de las elecciones, no hay competitividad electoral posible.

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