El 10 de diciembre, el presidente Alberto Fernández anunció que el Gobierno nacional firmó el acuerdo con la Federación Rusa para la llegada al país de la vacuna Sputnik V que pretendía comenzar a inmunizar a 10 millones de personas desde antes de que finalice el 2020 hasta febrero.

"Vamos a poder contar con las dosis suficientes para poder vacunar entre enero y febrero a 10 millones de argentinos y argentinas", dijo Fernández aquel día.

"Los tiempos de entrega se estiman en una primera remesa de 600 mil dosis para vacunar a 300 mil personas antes de fin de año; en enero con dosis suficientes para 5 millones de personas; y en febrero se completará el resto de las dosis necesarias para alcanzar la vacunación de las 10 millones de personas que estamos previendo", detalló el mandatario.

Ahora, a una semana de que finalice el mes, recién llegarán 600.000 de las 4,7 millones de dosis anunciadas para enero.

El Ministerio de Salud difundió hace siete días un power point en el que se dan detalles del plan de vacunación oficial. Allí se especifican 300.000 dosis en diciembre, 5 millones en enero (acá se incluyen los otros 300.000 originalmente previstos para diciembre y entregados este mes) y 14,7 millones en febrero, recordó Clarín. En las filminas se aclara en un asterisco que esos plazos son los que establece el contrato, situación que pude diferir  de los meses en los que efectivamente se hagan las entregas.

A pocos días de que termine el mes, y con el calendario indicando 4,7 millones de vacunas, desde el Gobierno reconocieron que es poco probable que se pueda cumplir con las dosis prometidas. 

De igual forma, minimizaron el retraso y aseguraron que están en los términos lógicos “por la complejidad de un operativo inédito”. 

El viernes se confirmó la partida del tercer vuelo a Rusia, en busca de más vacunas. Ese mismo vuelo finalmente se postergó para el lunes por la noche debido a que, si bien están confirmadas las cantidades establecidas en el contrato, la administración de Vladimir Putin debe ratificar oficialmente el cronograma para desarrollar cada uno de los viajes que transportan las vacunas Sputnik V del laboratorio Gamaleya.

La decisión de transportarlas en diversas tandas tiene que ver con costos pero también con la necesidad de preservarlas y evitar problemas con el almacenamiento con refrigeración a varios grados bajo cero.

La realización de un cronograma puntilloso en esta nueva etapa también está relacionada con la disponibilidad de tripulación para viajes que demandan unas 40 horas, entre ida y vuelta y el tiempo de carga en Moscú. Desde Nación informaron que fue una demora por una cuestión logística en la capital rusa, “los mismos imponderables que pueden surgir con cualquier proveedor en cualquier cuestión comercial”.

Aseguraron también que no hay problemas de producción como los que está enfrentando Pfizer e hicieron retrasar las entregas de la compañía estadounidense en Europa. 

En el vuelo de este lunes, traerán otras 600 mil dosis del componente 1.