Alberto Fernández y Emmanuel Macron coincidieron en la necesidad de ponerle fin a la guerra en Ucrania y garantizar la seguridad alimentaria y energética del mundo emergente. “Después de la pandemia, el mundo necesita más alimentos, no más misiles”, definió Fernández. “Francia no faltará a esta cita”, aseguró Macron, que es uno de los mandatarios europeos que más se viene moviendo para conseguir algún cese de fuego. Por otro lado, los dos se prodigaron los habituales gestos de afinidad. 

“El otro día hablaba con Lula (Da Silva), que celebrábamos su éxito electoral en Francia, le trajo mucha tranquilidad al mundo”, expresó Fernández. “Muchas gracias”, respondió Macron en español. El presidente francés lo recibió con un abrazo en el patio de ingreso del Palacio del Eliseo frente a la guardia militar que saludó el ingreso del Presidente, diez minutos antes de las 12. Fernández dijo que sus coincidencias pasaban por una visión humanista del sentido de la política.

La gira relámpago de Fernández a Europa fue justamente programada luego de que Macron consiguiera su reelección. Aunque se encuentra en pleno proceso de armado de su nuevo gobierno, el francés hizo un hueco en su agenda para recibirlo en un espléndido primaveral mediodía parisino. Macron ocupa actualmente la presidencia pro témpore de la Unión Europea, como Fernández lo ocupa de la Celac. Hablaron de acercar a los dos bloques.

Los presidentes conversaron durante unos minutos a solas y luego se les sumó el resto de la delegación, en el formato “seis más uno”, en un encuentro de alrededor de una hora. 

“Un actor importante del escenario internacional”, lo recibió Macron a Fernández. Mencionó su compromiso con lo que estaba sucediendo en el mundo, y que quería conversar sobre “la situación trágica que se vivía en Ucrania”. Fernández condenó el “ataque ruso” y marcó la necesidad de “recuperar la paz” cuanto antes. “Traigo la preocupación de todo el continente”, le comentó.

El presidente francés es de los mandatarios europeos que mantiene mayor contacto con el presidente ruso Vladimir Putin, una línea abierta con la que espera conseguir una vía para algún tipo de acuerdo. En general, Fernández recogió de su paso por Madrid y Berlín mucho pesimismo y preocupación por lo que parece la prolongación del conflicto bélico por bastante tiempo más, con lo que también se prolongarán sus consecuencias. 

El presidente argentino viene advirtiendo acerca de que las sanciones que le aplican a Rusia repercuten en todo el mundo, en especial en los países más pobres y sin producción alimentaria. Macron pone el foco en lo que podría ocurrir en Africa y Oriente Medio, Fernández en Centroamérica. 

En esa dirección, Fernández volvió a criticar que la suba de precios sea contrarrestada con medidas recesivas como un alza de interés de las tasas de los Bancos Centrales europeos. Si la recesión de la pandemia es seguida por una nueva recesión por la guerra, el mundo en vías de desarrollo se verá en graves problemas. Curiosamente, en Argentina también se está subiendo la tasa de interés para combatir la alta inflación. Fernández pidió ir hacia “un modelo económico que incluya” y que vaya contra la cultura del descarte, como la califica el papa Francisco.

Fernández se convirtió en el primer presidente latinoamericano en ser recibido por Macron en su nuevo mandato, que inició el sábado pasado. Fue el tercer encuentro entre ambos, el último había sido en la cumbre del G20, en Roma. Le trajo de regalo un cuadro de Antonio Seguí, el artista argentino que vivió muchos años en Francia y murió en febrero pasado. También mencionó la admiración de Macron por Jorge Luis Borges y dijo que esperaba tenerlo pronto de visita en Buenos Aires. Le dijo que habitualmente toca en la guitarra que le obsequió en su anterior visita a París.