La mandataria brasileña defendió además, en medio de las acusaciones de Washington, el derecho de los países emergentes de proteger sus economías
"Cuba necesita la ayuda de sus socios cercanos y distantes", dijo la mandataria de manera escueta para pedir inmediatamente después la liberación de las barreras económicas. No fue un parte central de su discurso, pero sí una postura que hace tiempo contrasta con la sostenida por Estados Unidos.
En ese marco también quedaron en evidencia las diferencias en cuanto a las políticas monetarias entre ambos países. "No podemos aceptar que medidas comerciales legítimas de defensa de los países en desarrollo sean injustamente clasificadas de proteccionismo", manifestó.
Rousseff,la primera mandataria en subir al estrado en el hemiciclo de la sede de Naciones Unidas, señaló que el uso de ese tipo de medidas está incluido en las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La mandataria brasileña cargó contra el proteccionismo y todas las formas de manipulación comercial, entre ellas las política monetarias de las naciones más ricas del mundo que han provocado "una apreciación artificial de las monedas de los países emergentes".
"La política monetaria no puede ser la única respuesta al creciente desempleo, incremento de la pobreza y falta de futuro que afecta a los segmentos más vulnerables de la población en el mundo", aseguró..
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