¿Le rompen el invicto a la Terminal de Cruceros?

¿Le rompen el invicto a la Terminal de Cruceros?

Hace 3 años está terminada pero no hay calado para recibirlos. El Consorcio Portuario busca precios para dragar el muelle. La Provincia aportará los fondos. Scioli tendrá su foto en el verano.

De no mediar más obstáculos y contratiempos, mañana viernes culminará finalmente la obra del dragado de los canales exteriores e interiores de acceso al puerto marplatense.

La última valla que debieron sortear los dragadores fue un resto náufrago, parte de una draga que intentó erosionar el banco de arena en el siglo pasado, que apareció enterrada a 9 metros de profundidad en el lecho del canal principal. El problema es que pesaba 12 toneladas y debieron montar un operativo especial de rescate que dilató los tiempos.

Pasaron más de 90 días efectivos de trabajo, como contemplaba el pliego, y los equipos de dragado chinos retiraron más de un millón de metros cúbicos de sedimentos, por 108 millones de pesos de presupuesto, cuya mitad cobrarán, con suerte, a principios del año que viene. La otra mitad ya la cobraron.

Pero la obra del dragado del acceso al puerto no incluyó la profundización del muelle de la Terminal de Cruceros, vital para que el edificio en que la administración de la Provincia de Buenos Aires invirtió 30 millones de pesos tenga un mayor sentido que ser una obra testimonial de la falta de criterios.

La mole de cemento y grandes ventanales está terminada hace exactamente 36 meses. Desde ese momento espera una nave de lujo que corte su ayuno, que rompa su invicto. Que le dé sentido a su existencia.

En este contexto de urgencias por recuperar el sentido común, la nueva administración del puerto, desde el presidente del Consorcio, Jorge Hidalgo, y la Gerencia General, ahora en manos de Adalberto “Beto” Colombato, el hombre de confianza del diputado Rodolfo Iriart, buscan acelerar los tiempos para que la obra comience lo antes posible. De ser posible, antes de despedir al 2014.

“Si Randazzo se saca fotos con trenes y locomotoras, nosotros tenemos que regalarle a Daniel la foto con el Crucero antes que termine el verano”, contó un integrante del “maninismo” portuario, al tanto del crecimiento que ha tenido el Ministro del Interior y Transporte en las encuestas de cara a las Paso.

Por lo pronto el Consorcio ya comenzó a recibir ofertas para dragar esa zona y el área de maniobras. Pretende una profundidad de 9 metros en la celda donde amarra el crucero y en el área de la maniobra de giro. Estiman que serán necesarios remover 300 mil metros cúbicos de sedimentos.

Actualmente en la zona del muelle hay menos de 6 metros de profundidad. Por este motivo no pudo amarrar el crucero que entró de apuro en marzo pasado, para que los pasajeros no perdieran los vuelos a sus países de origen.

Estas embarcaciones tienen un menor calado que un buque porta contenedor, por ejemplo. De ahí que se necesite dragar menos que en la boca de acceso, que quedó con una profundidad de 10 metros y 11,60 el canal principal. Al menos eso dicen.

La UTE que intervino en el dragado ya mandó su oferta la semana pasada. Nadie en la administración piensa que los chinos y el Grupo Román se quedarán sin hacer la obra. El hecho de ya tener la draga amarrada en el puerto implica una gran ventaja por sobre la competencia.

En el consorcio no hay información oficial sobre el encuadre administrativo que tendrá la obra. Si es licitación, concurso de precios o una ampliación del pliego del dragado que está por terminar. Tampoco qué plazos tiene y cuándo comenzaría. “Estamos recién desembarcando”, se justifican en la administración portuaria. El martes Hidalgo estaba en La Plata buscando certezas.

En el Consorcio todos destacan el profesionalismo y alto grado de cumplimiento con que se avanzó con el dragado. Si bien reconocen que perdieron con la devaluación –cuando cotizaron la oferta el dólar estaba a $6,20 y ahora bordea los $8,60- y tuvieron un costo adicional al tener que dragar un 20% más de lo previsto, “no queremos precios desorbitantes”, dijo un ejecutivo del Consorcio.

Con estos antecedentes y si bien no se conocen cifras oficiales de la oferta presentada por la UTE para encarar el nuevo dragado, su propuesta no debe estar lejos de los 50 millones de pesos. Señalan que hay que limpiar el lecho de la celda del muelle, en otros tiempos, un cementerio de barcos, y necesitan de más de una draga para completar la obra, “en unos 40 días efectivos de trabajo”, dijeron los técnicos. Vienen de sumar 90 días para hacer la obra en los canales de acceso.

Pero la necesidad de sumar una foto inusual e instalar a Mar del Plata como capital provincial del turismo internacional –aunque vengan 300 alemanes y permanezcan menos de 12 horas en la ciudad-, en el medio del fragor de la campaña electoral, tiene cara de hereje.

Se encastra como fichas de un rompecabezas con las necesidades de la UTE de agrandar las pocas utilidades que les dejó dragar el acceso.  Fotografiar a su líder con un crucero en segundo plano, una de las prioridades más urgentes de la ola naranja, antes que mantener escuelas u hospitales.

Si pide plata prestada porque no llega a pagar los sueldos en tiempo y forma, el intendente Pulti no se anota entre los aportantes a la obra. Su rol es anunciar promesas condenadas a no cumplirse. En julio dijo que la Terminal de Cruceros se inauguraba en octubre. Seguimos…

Tampoco el gobierno nacional abrirá la billetera ni moverá un dedo para beneficiar a Scioli en una obra que entienden como “desproporcionada”. Los fondos saldrán de las arcas bonaerenses, a fin de cuentas, los únicos interesados en sumar la foto a la colección de la campaña.

Por el crucero que llegue a romper el invicto de la Terminal, en el Consorcio pueden matar dos pájaros de un tiro. Mediterranea Shipping Company (MSC), la naviera que tiene pensado entrar para certificar el dragado, también cuenta con barcos de lujo que hacen la ruta entre el puerto de Buenos Aires y los canales Fueguinos.

Cuando el muelle este preparado, es cuestión de ampliar una hoja de ruta para que entren a Mar del Plata y amarren frente a la Terminal antes del final del verano.  Acá los estará esperando el Gobernador y sus adláteres. Nos contarán que es un hecho significativo, un punto bisagra para la historia urbana, que habrá un antes y un después de los cruceros. Se sacarán fotos y besarán niños. Y alimentarán la intrascendencia.

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