Revés para la reforma previsional de Temer

Revés para la reforma previsional de Temer

Ante la caída en las encuestas de su candidata a la alcaidía de San Pablo, la ex petista Marta Suplicy, quien la atribuyó a la “agenda maldita” del jefe de Estado, Temer llamó a legisladores para postergar el voto de la reforma.

El presidente brasileño, Michel Temer, decidió postergar la discusión de una propuesta de reforma a la ley previsional que es rechazada desde todos los polos sociales, ante la caída en las encuestas de su candidata a la alcaidía de San Pablo, la ex senadora por el PT Marta Suplicy, quien atribuyó la pérdida de su caudal electoral a la “agenda maldita” del jefe del estado.

El mandatario se reunió con legisladores y ministros a los que anunció la decisión de postergar el debate sobre la reforma previsional hasta después de los comicios en los que se elegirán 5600 alcaldes, el próximo domingo.

Las elecciones de este domingo son el primer test electoral del mandatario, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que asumió el 31 de agosto pasado juego de la suspensión de Dilma Rousseff, quien fue luego destituida por juicio político. Marta Suplicy, candidata del PMDB a la alcaldía de San Pablo, lamentó su caída en las encuestas y la atribuyó a la “agenda maldita de Temer” que incluye una reforma previsional que aumentará la edad mínima de jubilación y considerada impopular, según informó ayer el diario Folha de San Pablo.

El matutino comentó, además, que desde la Presidencia se observa con preocupación el retroceso de Suplicy, que luego de arrancar como una de las favoritas ahora cayó al tercer lugar y al parecer no podrá disputar el balotaje. Según una encuesta publicada ayer por Datafolha, la candidata de Temer tiene el 15 por ciento contra el 22 por ciento de Celso Russomanno, del Partido Republicano Brasileño y el 30 por ciento de Joao Doria, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña.

Por otra parte Pedro Paulo, que es el candidato de Temer en Río de Janeiro, también está disputando voto a voto su paso al balotaje, ya que tiene el 11 por ciento de las intenciones de voto, contra el 29 por ciento del líder Marcello Crivella, de Partido Republicano brasileño. El “pemedebista” Paulo está técnicamente empatado con el candidato Marcelo Freixo, que tiene el 10 por ciento y pertenece al Partido

Mientras tanto, el crimen organizado participa de forma activa en el proceso de elecciones municipales que vive Brasil con el objetivo de aumentar sus recursos, consolidar su poder y protegerse frente a la acción de la Justicia, advirtieron expertos en el tema. “En Río de Janeiro grupos paralegales y paramilitares han estado participando activamente en el proceso electoral. Nos preocupa que el crimen organizado está involucrado en la financiación de las elecciones y que se organicen políticamente”, afirm? recientemente el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) Gilmar Mendes.

La situación que denunció Mendes es especialmente preocupante en zonas como la Baixada Fluminense, en el estado de Río de Janeiro, donde la violencia política se ha agudizado en vísperas de las elecciones municipales del día 2 por la acción del crimen organizado y de las llamadas “milicias”, que surgieron para combatir el narcotráfico pero han pasado a controlar por la fuerza amplios territorios en zonas empobrecidas.

“En el pasado algunos grupos criminales llegaron a presentar a sus propios candidatos, pero esa notoriedad provoc? una reacci?n por parte de la sociedad, lo que incidió en las fuerzas de seguridad, que acabaron combatiendo con más ahínco a esas cuadrillas”, señaló el coordinador do Grupo de Actuación Especial de Combate al Crimen Organizado (Gaeco) de Río de Janeiro, Cláucio Cardoso, que investiga la violencia política en el Estado.

En la actualidad, agregó, estos grupos ya no presentan candidatos sino que apoyan a personas de confianza, ya sea financieramente o mediante el uso de la violencia contra sus adversarios. “Esto genera un aut?ntico asedio a los posibles candidatos en los meses previos a las elecciones”, admitió Cardoso, que subrayó que el móvil último de las bandas criminales y las milicias es económico. “Los criminales buscan el dinero, no tienen ideología” y ese afán de “enriquecimiento” es compartido por las facciones criminales, las milicias y las tramas de corrupción política, dijo.

Las organizaciones violentas crecen gracias al control de las ‘comunidades’, núcleos urbanos pobres sometidos por narcotraficantes y bandas que cobran comisiones por el suministro del gas, electricidad, internet o seguridad. “Una comunidad, aunque tenga poca renta, consume y puede ser una fuente inagotable de ingresos”, añadió Cardoso.

La búsqueda de financiación salpica también a las elecciones mediante la llamada “tasa electoral” que el crimen organizado cobra a los candidatos para permitirles hacer campaña en sus zonas de control y que oscila entre los 15.000 y los 20.000 reales (de U$S 5000 a 6.500), según denunció ayer el diario O Globo.

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