Entre las tantas consultas realizadas durante esta semana que se va, hubo una afirmación que bien puede comenzar el análisis: "El Concejo Deliberante de Olavarría no es ni mejor ni peor que otros, es distinto". Y esa frase muestra como, en casi cinco meses, un nuevo cuerpo deliberativo se ha generado, con alianzas, desencuentros y diversas situaciones que lo hacen único, como sucede prácticamente cada dos años.

Si bien en materia de autoridad máxima no cambió (Eduardo Rodríguez tendrá, como pocos, cuatro años ininterrumpidos como presidente del HCD), sí lo hizo en quienes lo siguen y en la conformación de los bloques. Si bien ahora hay nueva "polarización" -que tuvo como mejor ejemplo la Rendición de Cuentas 2015- hay que decir que, acudiendo a una frase muy conocida, "cada bloque político es un mundo".

En estos pocos meses de funcionamiento, y cuando queda un año y medio de continuidad, ya se pudieron ver algunos aspectos a tener en cuenta. Las relaciones entre los miembros de los bloques, con la autoridad del Concejo, con los jefes políticos de cada sector y con organizaciones e instituciones.

Diferencias

El oficialismo es uno de los primeros en que se observaron diferencias. Lo llamativo es que estas diferencias pareciera que existen desde el nacimiento mismo de Cambiemos. Desde la Convención de Gualeguaychú, donde la figura de Ernesto Sanz y su propuesta de ir junto a Mauricio Macri se impuso sobre la de Julio Cobos, hubo radicales sumamente disconformes que, de igual manera, se limitaron a agachar la cabeza y apoyar de manera orgánica.

En el plano local, la distancia entre los cuatro concejales provenientes de la UCR y los tres del Pro parece insalvable. En estricto off, las incomodidades y los enojos lejos están de disimularse, y en uno de los casos hasta trascendió como anécdota porque hubo "gritos en el Palacio San Martín". Los recambios por asunciones en el Ejecutivo también fueron interpretados como parte de esta interna: el pase de Krivochen a cumplir funciones en el Departamento Ejecutivo derivaba, por la conformación de la lista el año pasado, en que asumiera un radical, Martín Lastape. A esto se suma una variable: ya estaba de licencia la concejal Carolina Espinosa. Para evitar la asunción del dirigente de la UCR, se produjeron dos acciones: Krivochen demoró su pase formal al Ejecutivo -el decreto de licencia en el HCD se emitió a fin de marzo- y quien tuvo que dejar su cargo de director de Delegaciones en el Gabinete fue Juan Fal.