La recesión no se fue: precios más altos no implican que haya más ventas

La recesión no se fue: precios más altos no implican que haya más ventas

Los datos del IPC de junio relevados por el Indec mostraron los imponderables de la cuarentena. El Gobierno aplicó una lógica tradicional al sostener el programa de Precios Cuidados y reforzarlo incluso con un set de precios máximos. La estrategia aplicada dio resultado donde mayor eficacia tiene el control oficial, que es en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia. Pero lo que sucedió con el 2,2% que reportó el ente estadístico, revela una dinámica que no estaba en los papeles de las consultoras que relevan la inflación: muchas de los sectores que retomaron algún nivel de actividad el mes pasado, lo hicieron con un considerable aumento en sus precios de venta. A ese primer registro se le suma otro: los incrementos fueron superiores en varias regiones del interior.

 

Lo que se percibe, a la luz de los números, es que hubo un paralelismo entre liberación de actividades económicas y suba de precios. Por eso incluso es que se advirtieron más incrementos en las provincias, donde la pandemia golpeó menos y varios rubros habían empezado a moverse con otro ritmo.

 

Alimentos y bebidas aumentó solo 1%, menos de la mitad del índice promedio. Es probablemente el sector que mayor continuidad tuvo en todo el proceso de aislamiento obligatorio, ya que siempre estuvo entre los denominados esenciales. Su venta nunca se interrumpió y además es fácil detectar deslizamientos si se chequean los valores que publican las grandes cadenas minoristas para la venta online.

Pero en muchas otras actividades, los precios de referencia desaparecieron. Quien tuvo su empresa o su comercio cerrado uno o dos meses, no retomó con los valores de marzo. Es la forma que muchos privados encuentran para recuperar algo de los ingresos perdidos durante el parate. Por eso el rubro Prendas de vestir y Calzado mostró una suba de 6,6%, con guarismos superiores a 8% en otras regiones. Equipamiento y Mantenimiento del Hogar creció 4,1% (con algún probable impacto de las restricciones cambiarias) y Recreación y Cultura aumentó 4,2%.

 Lo que hay que tener presente es que la foto de los precios no traduce nivel de actividad. No cabe ninguna duda de que el freno de la economía es inédito (el desplome de 26% que tuvo el EMAE en abril fue el récord de la serie). La recesión sigue siendo un freno. Pero es probable que se vuelva un efecto de segunda vuelta, a medida que las actividades van recuperando ritmo. Las empresas verán si los consumidores aceptan los aumentos o no. Por eso hay que ver qué pasa en julio y agosto, y de qué manea este proceso realimenta las expectativas de inflación. Si cada sector que reabre aumenta, la foto será similar a la de hoy. Pero no hay que asumir que a estos precios también hay consumo.

 

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