El efecto de la incipiente recesión ya se vive en Mendoza. Por caso, en sus shopping hay menos promociones con tarjetas, un consumidor más racional y subas de precios del 30% promedio. Ello, según la mirada de los principales ejecutivos de los centros comerciales de la provincia.
El economista Gabriel Rubinstein, quien anticipó la crisis de 2001, advirtió algo similar: "En 2014 va a haber un déficit fiscal altísimo, recesión y caída de salario real".
En ese contexto, ¿qué ocurrirá en Mendoza? ¿Hay rastros ya mismo de esa recesión incipiente o aún no?
El gerente general del Mendoza Plaza Shopping, Diego Lago, aportó parte de la respuesta: “Esperamos un año de consumo amesetado”, dijo en cuanto a las expectativas de ventas para 2014.
“El consumo se frenó”, admite a su vez Gastón Lavari, gerente Comercial de La Barraca Mall, coincidiendo con Lago en su diagnóstico recesivo.
Pero no son los únicos: “El cliente se volvió más racional”, reconoce Federico Migliavacca, gerente Comercial de Palmares.
Mendoza parada
La escalada inflacionaria del primer trimestre, el retraso en acuerdos salariales y el encarecimiento de los intereses de los créditos para consumo afectan a todo el comercio local. La Federación Económica de Mendoza midió una caída promedio del 8,8% en marzo, mientras que en los shoppings la menor actividad también comienza a percibirse.
El año pasado el Mendoza Plaza facturó un 27% más ($1.207 millones), hay claramente un contexto inflacionario pero con buenos resultados en ventas. Sin embargo, su gerente no espera que este año supere al que pasó. Los cambios en el consumo es otro de los aspectos que advierten los gerentes de los grandes centros. “El cliente es más racional a la hora de definir una compra”, observa Federico Migliavaca, gerente Comercial de Palmares.
La reducción de las promociones bancarias también se hacen sentir en la cantidad de ventas. “Hay menos promociones bancarias, las ofertas que aparecen son muy específicas y más dirigidas a ciertos clientes”, dice Migliavacca. Lago también advierte una reducción progresiva de los descuentos con tarjetas, pero sostiene que “tampoco les será fácil a las marcas salir de este esquema del consumidor que busca promociones”. Y desde la Barraca Mall, Lavari dice: “los bancos no están acompañando con las promociones que había el año pasado. Las cuotas sin interés se redujeron de 6 a 3 meses”.
La suba de precios atenta contra el recambio de la ropa de temporada para muchos clientes. “Vemos un aumento en la indumentaria del orden del 30% que acompaña la inflación”, señala Lavari. Para los ejecutivos serà todo un desafío incentivar el consumo con estos indicadores. “Tendremos que ser más creativos en nuestras campañas”, coinciden.
Tarjetas: el efecto resaca de las vacaciones
La inflación no da tregua y las consultoras privadas estiman que en abril las subas seguirán cercanas al 3,5%. A lo que se suma el "efecto resaca" que genera en los bolsillos los gastos con las tarjetas realizados durante las vacaciones.
La directora de Negocios de la consultora especializada en consumo CCR, dijo en una entrevista con Iprofesional que los nuevos hábitos de los consumidores para ganarle a la inflación se están notando en los supermercados y grandes comercios.
Según la experta, en este último tiempo:
• Los tickets se volvieron "más cortos", impulsados por un consumo más selectivo.
• Creció la compra fragmentada, que implica la combinación de distintos puntos de venta, en busca de mejores precios.
Desde los sectores gerenciales se espera el cierre de las paritarias estatales y privadas como un paso definitivo para recomponer las ventas y recuperar niveles de facturación y el freno al consumo.
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