El plan provincial para urbanizar 180 asentamientos en Mar del Plata

El plan provincial para urbanizar 180 asentamientos en Mar del Plata

El 70% está en el AMBA, pero Mar del Plata presenta un "complejo" escenario con 50.000 personas en situación de vulnerabilidad en unos 100 barrios populares. "Con política de Estado, reorganizar es posible", afirman desde el OPISU, que trabaja para llegar con obras de servicios, viviendas y políticas de integración a cada comunidad.

La deuda social más importante que hay en la provincia de Buenos Aires está reflejada en las condiciones de vida de las familias bonaerenses que residen en los casi 2000 asentamientos y villas distribuidos en 89 municipios. El 70% se ubica en el AMBA, pero dentro del 30% restante Mar del Plata ocupa un lugar tristemente importante, con más de 100 barrios populares en los que viven al menos 50.000 personas en situación de vulnerabilidad, en muchos casos extrema.

Con ese diagnóstico y el “complejo” objetivo de revertir esta realidad, hace tres años el gobierno de Axel Kicillof puso en marcha un plan para urbanizar los barrios populares del Conurbano y el interior. Si bien “se corre atrás del problema”, el objetivo es llegar con obras de agua, cloacas, electricidad y vivienda, y políticas de integración e inclusión a cada comunidad. Un trabajo de hormiga que tiene su correlato en Mar del Plata.

 

La problemática es compleja y para abordarla se creó un ente específico: el Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (OPISU), que depende del Ministerio de Hábitat y Desarrollo Humano, también creado por la gestión provincial.

La titular del área, Romina Barrios, explicó en diálogo con LA CAPITAL de qué manera se viene trabajando, cuál es el camino y qué pasos se han dado para la urbanización de los casi 100 barrios populares registrados en Mar del Plata.

Urbanizar 190 villas suena por demás difícil. Sin embargo, Romina tiene la convicción de que “con política de Estado, reorganizar es absolutamente posible” y aclara: “No estaríamos acá si no creyéramos eso”.

“Estamos trabajando en el AMBA y el interior de la provincia de Buenos Aires con diferentes estrategias. La expectativa de la mirada de la política de gestión del hábitat como política de Estado es poder abordar la situación de todos los barrios populares entendiendo primero que no es a través de la única política que uno genera integración social y urbana, sino que es una política transversal, con acciones específicas para generar pisos de oportunidad y de derechos en las familias que viven bajo un hábitat deficitario”, explicó en primer lugar.

En la provincia, reconoció Barrios, “vamos detrás del problema” y se trabaja hoy “interinstitucional e interjurisdiccionalmente” en 171 barrios de 54 municipios, con más de 200 obras en marcha y un presupuesto en ejecución de casi 50 millones de pesos.

 

Desde adentro

El Organismo Provincial de Integración Social y Urbana tiene cinco grandes áreas de intervención: la vinculada a proyectos urbanos, que tiene que ver con proyectos de arquitectura, ingeniería e infraestructura para la mejora de la vivienda, la iluminación, la pavimentación y los espacios comunitarios; el área de construcción de datos; otra vinculada a la integración social y productiva junto a emprendedores, cuentapropistas y comercios para la inclusión fiscal y financiera; el fortalecimiento de organizaciones productivas (cooperativas, asociaciones y espacios comunitarios); y una de perspectiva social con programas de género, comunicación, arte, cultura y deportes en coordinación con los respectivos ministerios.

 

Ese abordaje integral da cuenta de la complejidad del problema y de que no se trata solo de “urbanizar” en términos de construir viviendas, sino de trabajar en la integración de la comunidad bajo “la mirada de abordar cada barrio desde adentro”, dijo la titular del OPISU.

En simultáneo, el organismo sostiene el funcionamiento de talleres sobre diferentes temáticas, otro factor que “va completando esta rueda de integración, fortalecimiento y autonomía de cada una de las familias”, porque “la perspectiva también justamente es esa, alcanzar un piso de mejores oportunidades y garantías tanto en lo edilicio, como así también en el acceso a los otros derechos”, remarcó Barrios.

El escenario local

En Mar del Plata, el OPISU viene trabajando desde el inicio de la gestión de Kicillof. “Por diferentes registros tenemos más de 100 barrios populares en Mar del Plata, una superficie importante de la ciudad y de población, con más de 50.000 personas en situación de vulnerabilidad, extrema en muchos casos”, describió Romina.

“Es una situación que preocupa y que se da en una especie de conurbano”, pero que además “ha crecido y se ha intensificado”, señaló.

En la ciudad, actualmente hay “mucha obra en ejecución” y “muchísimos programas” que incluyen a miles de vecinos y vecinas. Se trabaja principalmente en los barrios Autódromo, Nuevo Golf, Villa Evita, Matadero, Las Dalias, Parque Peña y Villa Primera, entre otros, generando “instancias de inclusión”.

 

Días atrás, el organismo adjudicó a una empresa la realización de dos proyectos de obras en espacios públicos: en Nuevo Golf se construirá un salón de usos múltiples y se pondrá en valor la plaza, y otras obras en el barrio Autódromo, con una inversión de más de 437 millones de pesos.

“Avanzamos en la refuncionalización de espacios públicos de Nuevo Golf y Autódromo, donde ya estamos terminando una red de agua y ahí empezamos rápido con las conexiones domiciliarias”, dijo Barrios.

Además, “estamos en plena ejecución de obras de cloaca” y “ya terminamos la plaza de Autódromo y un galpón de usos múltiples que también va a trabajar con la gestión de residuos”. A su vez, “hicimos toda la señalética del barrio a través de una gestión participativa con vecinos y vecinas para nominar las calles”, detalló.

Puesta en valor de la plaza del barrio Autódromo.

En simultáneo, hace tiempo se han desplegado en estos barrios programas de limpieza, mantenimiento y gestión de residuos sólidos urbanos. “Hemos avanzado en trabajar con recolección de húmedos y se están haciendo los talleres y la formación en compost, lo cual es muy importante, porque son vecinos y vecinas que aprendieron y se están formando también en la perspectiva ambiental”, dijo la titular del organismo.

 

A la par de las obras, se implementaron líneas de trabajo en las áreas de comunicación, arte y cultura con perspectiva comunitaria.

Además, Autódromo y Nuevo Golf “hemos trabajado con todos los comercios del barrio, con las conexiones intradomiciliarias eléctricas como parte de un plan y de un programa de fortalecimiento de las economías locales”, agregó.

 

El municipio “no ayuda”

Rápidamente, Barrios cuestionó la “falta de colaboración” del gobierno de Guillermo Montenegro para la implementación de estas políticas provinciales en los barrios populares.

“Hubiesen mejorado mucho los indicadores una participación del municipio que no hemos tenido. Hay un no reconocimiento de los problemas que tiene el hábitat popular, porque claramente si nosotros tenemos que ampliar redes de agua y cloaca en un barrio que está legalizado y reconocido, es difícil cuando te responden con el marco teórico de la ciudad formal”, dijo la responsable del organismo.

“Claramente es suelo degradado, hay situaciones complicadas a nivel topográfico, pero ¿qué hacemos? ¿Nos hacemos cargo o no? Es muy difícil con un Estado local que no lo entiende, no lo ve y hace oídos sordos a un problema que se le viene encima”, señaló Barrios y apuntó que “hay una perspectiva muy sínica” del gobierno municipal “en términos institucionales”.

“Montenegro no puede decir que la Provincia no ayuda a Mar del Plata. Hay una enorme inversión y un gran trabajo del equipo local. Quizás para él no garpen las políticas en barrios populares, pero cuando hay un conflicto en el barrio nos llaman a nosotros, que vamos a estar siempre porque no vamos a abandonar a nadie, porque trabajamos para todos los bonaerenses”, manifestó.

Romina Barrios, en una de sus visitas a Mar del Plata.

Romina señaló luego que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner “siempre dice que a 40 años democracia debe haber un acuerdo de que nadie puede vivir sin agua y cloaca, y que nadie va a vivir a un lugar de esa manera porque quiere” sino porque “antes no tuvo la oportunidad de acceder a un piso mínimo de dignidad”.

En esa línea, propuso: “Habría que hacer un ejercicio de pensar desde los sectores medios y altos qué pasaría si no tenés las condiciones de saneamiento básicas y tenés que ir con un balde a buscar agua, y salir a la calle y no hay luz y tus pibes tienen que venir de la escuela… creo que nos debemos un ejercicio de pensar desde la empatía”.

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