El Indec confirmó que el segundo trimestre cerró con una caída leve, del 0,1%, en el PBI. La inversión productiva se redujo un 0,5% y el consumo de los hogares un 1,1%, clave para que no haya demasiado traspaso a precios de la devaluación. El Gobierno se ilusiona con crecer fuerte en el segundo semestre, pero las consultoras prevén otra baja y las chances de caer en recesión son del 98%, según la UTDT
Por Mariano Cuparo Ortiz
El Indec confirmó en la tarde del miércoles que el rebote en V de la actividad económica pisó el freno durante el segundo trimestre: el PBI cayó 0,1% en la comparación desestacionalizada contra el primer trimestre. Tienen que observarse dos trimestres consecutivos de baja para hablar de recesión técnica. Un informe publicado por la UTDT mostró este mismo miércoles que la probabilidad de ingresar en recesión pasó en agosto a ser del 98,61%, ya que cada vez quedan menos drivers para el crecimiento. Dos detalles claves que dejó el Indec: la inversión, lejos de motorizar a la economía, volvió a caer un 0,5% desestacionalizado, y el consumo de los hogares un 1,1%.
El instituto estadístico publicó este miércoles el Informe de Avance del Nivel de Actividad correspondiente al segundo trimestre. La caída del 0,1% trimestral implicó un peor resultado que el que había adelantado el Emae, que es el estimador mensual proxy del PBI, que arrojaba una mejora del 0,1%. Implicó además interrumpir una seguidilla de tres trimestres consecutivos de la actividad económica rebotando en forma de V. Si se cumple lo que la UTDT prevé con un 98,61% de probabilidades de ocurrir, habrá otra caída en el tercer trimestre. Para los 39 bancos y consultoras de la city que participaron del último REM, de hecho, habrá una baja del 0,3% desestacionalizado.
Para el Gobierno no es tan así. Aunque el REM proyectó según la mediana de las respuestas una mejora del 4,4% del PBI en 2025, lo que se explica pura y exclusivamente por el arrastre estadístico que dejó el propio rebote en V del 2024 (cuando la mejora se da muy sobre el final de un año, las comparaciones promedio anual del PBI dan positivas incluso si la actividad cae), el Gobierno indicó que el año terminará con una recuperación similar a la del año pasado. De hecho, en el Presupuesto 2026 proyectó un PBI creciendo 5,4%, lo que implicaría crecer 0,8% todos los meses del segundo semestre. Con una tasa en el 4,1% mensual para las Lecaps e incertidumbre cambiaria, luce difícil.
Esa proyección oficial publicada en el Presupuesto 2026, de un crecimiento del 5,4%, vino seguida de alzas esperadas del 5% anual hasta 2028. En todos los casos, motorizadas por la inversión productiva, que en el segundo trimestre anotó su primera caída luego del rebote en V. Ya en el primer trimestre se había observado una fuerte baja de su participación sobre el PBI. La contracción del 0,5% en el segundo trimestre llevó a una nueva reducción y ahora la formación de capital representó solo el 15,7% del producto. El Gobierno apuesta con todo al RIGI, pero, según el BCRA, el inicio del 2025 fue el peor comienzo del año para la inversión extranjera, con un ingreso de apenas USD611 M, que no tuvo impacto en el mercado cambiario (de hecho, salieron USD1.130 M en el MULC por IED).
También cayó el consumo privado, tal como se preveía. La baja fue del 1,1% trimestral y se trata de una explicación clave del pass through relativamente bajo de la devaluación. Con escasa capacidad de compra por parte de los hogares, las empresas no logran trasladar a precios sus incrementos de costos transables, lo que complica algo más sus márgenes de ganancia.
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