Las canastas que trazan las líneas de pobreza e indigencia subieron menos que la inflación general en noviembre, pero se mantienen por encima del promedio en la medición interanual.
La canasta básica total aumentó 4,4% en noviembre y una familia tipo necesitó $145.948 para no caer debajo de la línea de pobreza. La suba de esta canasta, que incluye alimentos y algunos otros bienes y servicios elementales, estuvo por debajo de la inflación general, de 4,9% para el mismo mes.
Por otra parte, la canasta básica alimentaria, que incluye solo ese rubro y traza la línea de la indigencia, aumentó 3,1% y se ubicó en $64.012. Esta baja se explica por una reducción de algunos alimentos clave como la carne y las verduras, que influyó también en el Indice de Precios al Consumidor (IPC) y motivó un dato que se ubicó más de un punto porcentual por debajo de los pronósticos privados.
El informe oficial, publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), muestra que la suba intermensual de ambas canastas se desacelera notablemente; el mes previo, octubre, habían subido por encima del 9%.
De todos modos, la inflación interanual que registran está por encima del promedio general (92,4%). La canasta básica total se encareció 97,4% contra noviembre de 2021 y la canasta básica alimentaria, 101,8%.
Con los valores de noviembre se advierte que dos salarios mínimos ($57.900 en noviembre) no alcanzan para mantener a una familia tipo a salvo de la pobreza.
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