En el peronismo creen que Leandro Santoro puede superar los 30 puntos en las generales y entrar al balotaje con Jorge Macri.

En el PJ se ilusionan porque el número no es tan lejano a los 35 puntos que cosechó Matías Lammens en 2019. Lo que sí es bien distinto es el contexto: significaría que el partido mantiene una buena base en la Ciudad, incluso tras los cuatro años de gobierno de Alberto.

En estas elecciones el peronismo pondrá en juego 11 bancas y si alcanza el 30% podría renovar 10 de esos escaños. Para eso deberán superar el 22% de las primarias de agosto. El cierre de la campaña será en el Luna Park.

Desde el PRO aseguran que la meta de Santoro está más cerca de los 35 puntos, pero en el PJ esquivan la afirmación. Creen que es una forma de bajarle el precio al resultado que obtengan el 22 de octubre para posicionarse mejor ante un eventual balotaje.

Más allá de los números, llegar a la segunda vuelta es el objetivo primordial para el peronismo porteño. Ni siquiera llegar al 35% asegura el balotaje: con esa cifra Lammens se quedó afuera. De todos modos, es una cuestión que no depende tanto de la performance de Santoro como de lo que pueda suceder con Ramiro Marra.

El candidato de La Libertad Avanza sumó el 13% de los votos y no pudo contar con el arrastre de Javier Milei porque en la Ciudad se utilizó la cuestionada boleta electrónica. Esta vez habrá boleta papel, pero separada de las papeletas nacionales.

Tanto en el PJ como en Juntos saben que si Marra aumenta su caudal de votos hará que Jorge deba ir a segunda vuelta. Si se mantiene en 13%, entonces le allanará el camino al ex intendente de Vicente López.

Juntos obtuvo en total más del 55% de los votos en las primarias, un resultado que aseguraría el triunfo en primera vuelta. Como contó LPO, cerca del 3% de esa cifra (45 mil votos) fue lo que se conoce como "voto táctico": militantes del peronismo que votaron por Lousteau para interferir en la interna.