El reportero gráfico de Clarín Gustavo Fazio, quien era su fotógrafo personal cuando Scioli competía en una devaluada categoría motonáutica, contó amargamente en el ex almacén El Condal, una serie de agravios que debió sufrir por quien ejerció la vicepresidencia de la Nación.

El colega era un incondicional colaborador de Scioli, en su ascendente carrera que lo llevó a la política de la mano de Carlos Menem. En un momento, uno de sus hijos atravesó un problema serio de salud, debido a un accidente, por lo cual debió recurrir a un préstamo del político. A medida que fue escalando posiciones en la pirámide política, Scioli comenzó a tomar distancia, dejando de contar con los servicios de Fazio, a tal punto que le exigió la devolución del dinero. No eran los mejores tiempos laborales para nuestro colega y así se lo hizo saber a un Scioli que se desentendía del problema, mostrando esa oscura faceta de su personalidad.

La insistencia de Scioli, para recuperar una módica suma de dinero del préstamo, llegó hasta un punto de ruptura de la relación, recuerda Fazio con una frase: “Daniel, vos en el accidente no perdiste un brazo, perdiste tu corazón”.

Como se recordará, siempre quedó también la duda sobre el oportunismo de su último examen en una carrera terciaria, que despertó suspicacias en plena carrera electoral. Su hábito en Mar del Plata son los centros periodísticos permanentes que disfruta en su órgano oficial de difusión el multimedios La Capital, un clásico de la ciudad, donde comparte negocios con su socio Florencio Aldrey Iglesias.