La oposición rechaza el nuevo acuerdo del gobierno colombiano con la guerrilla

El ex presidente Uribe convocará a marchas y analiza otras medidas por la falta de cambios en temas fundamentales; hoy es la firma.

Mientras el gobierno colombiano se dispone a firmar antes del mediodía de hoy su ansiado acuerdo con las FARC, que incorporó cambios después de la derrota del texto original en el referéndum de octubre, la oposición rompió el diálogo por lo que entiende como una imposición del oficialismo y llamó a marchas ciudadanas y otras medidas de protesta.

El anuncio del Centro Democrático, que lidera el ex presidente Álvaro Uribe, marcó el quiebre del diálogo que mantenía con el gobierno para modificar sustancialmente el texto del acuerdo de paz luego del sorpresivo rechazo del electorado en el referéndum del 2 de octubre pasado.

Según la dirigencia opositora, los cambios introducidos desde entonces en el texto no tocan sustancialmente los temas más polémicos que irritaron a la mayoría del electorado.

También fogoneó la discordia la decisión del gobierno de evitar otra consulta popular y presentar directamente el texto ante el Congreso, donde el oficialismo es mayoría, para que lo refrende tras ser sometido a debate el martes y el miércoles próximos.

"El gobierno prefirió la imposición que divide a los colombianos que el pacto nacional que crearía aproximaciones. Invitamos a los ciudadanos a persistir en la lucha, que es por el futuro de la democracia", dijo el Centro Democrático en un comunicado. "Estudiaremos en los próximos días un conjunto de acciones de apelación al pueblo en las calles y en los escenarios de la democracia", agregó.

Asimismo, acusó al gobierno de pretender "engañar a la ciudadanía culpando de la violencia a quienes no aprobamos el acuerdo de impunidad con las FARC".

La firma del nuevo acuerdo, agendada para las 11 de hoy en el teatro Colón de Bogotá, será una ceremonia de bajo perfil, en contraste con el despliegue fastuoso del primer acuerdo, firmado el 26 de septiembre en Cartagena, con la presencia de delegaciones extranjeras, cuando el gobierno de Juan Manuel Santos descorchaba champagne dando por descontado que los colombianos votarían días después por el sí.

Entre los cambios operados hasta el momento están un inventario de bienes que las FARC deberán entregar para la reparación de las víctimas y el informe detallado sobre su participación en el narcotráfico, lo que dejó sabor a poco.

Según una encuesta de la firma Datexco difundida ayer, el 58% de los consultados sostiene que el gobierno y las FARC deberían hacer más modificaciones basadas en las sugerencias de la oposición. "Pasan por encima de nosotros, como si nuestra opinión no valiera", dijo Angie Suárez, asesora comercial de 21 años, a quien le "parece grave" que el acuerdo esquive el voto y se derive al Congreso.

El ex presidente Uribe y los demás críticos del texto se oponen a que los líderes de las FARC tengan la posibilidad de ser elegidos para cargos públicos sin pagar cárcel por sus crímenes; a que exista un tribunal especial para juzgar a los responsables de violaciones de los derechos humanos, y a que se eleven los acuerdos a nivel constitucional.

Pero el gobierno teme que, de continuar el acuerdo en el aire durante mucho tiempo más, podría fracasar el "frágil" cese del fuego bilateral que rige desde agosto con las FARC, sobre todo tras conocerse la semana pasada la muerte de dos guerrilleros en supuestos combates con el ejército y el reciente asesinato de varios líderes sociales de izquierda.

El oficialismo intenta mientras tanto dotar de legitimidad su decisión de avanzar con el pacto a pesar de las objeciones en los asuntos más delicados, subrayando que en el Congreso está representada la voluntad del pueblo.

"En estos debates de control político, tanto en la Cámara como en el Senado participarán todos los sectores políticos y están invitados los líderes del sí y del no. La refrendación no es una obligación del gobierno, es simplemente una decisión política", dijo el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, tras reunirse con dirigentes de otras fuerzas políticas para tratar el tema.

Dos líderes en veredas opuestas

Juan Manuel Santos - presidente de Colombia

"Una nueva campaña polarizaría al país y éste es el momento de la unión y no de la división"

Álvaro Uribe - líder opositor

"Nosotros hemos dicho que se debe acudir a la refrendación popular"

Agencias AFP, EFE y Reuters

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