En el oficialismo resaltaron los cruces de Massa con Milei y Bullrich, y la entereza para soportar la ofensiva opositora

En el oficialismo resaltaron los cruces de Massa con Milei y Bullrich, y la entereza para soportar la ofensiva opositora

En un UP se quedaron conformes con las respuestas frente a las críticas de los otros candidatos respecto a la gestión económica. También con la cantidad de propuestas concretas que comunicó

PorJoaquín Múgica Díaz

Al igual que el domingo pasado, en el peronismo se respiró con alivio una vez que concluyó el debate presidencial en la Facultad de Abogacía. En esta oportunidad, incluso, la dirigencia terminó con mayor entusiasmo que siete días atrás.

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Entienden que Sergio Massa salió bien parado en los ejes temáticos, estuvo contundente y picante en las respuestas, y fue el que hizo las propuestas más concretas de los cinco candidatos. También que resistió con entereza las críticas a la gestión económica, que se repitieron en todos los candidatos opositores.

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El candidato de Unión por la Patria (UP) mantuvo la compostura durante todo el debate. No se salió de eje. Y cuando lo hizo, que fueron algunos segundos, fue para tratar de meter una puñalada discursiva en su contraofensiva. En el oficialismo destacaron dos oportunidades muy concretas: el reproche a Patricia Bullrich por no pedirle la renuncia a Gerardo Milman y el freno a Javier Milei por responderle de mala manera a Myrian Bregman.

“Javier, hasta acá llegaste”, fue la frase que eligió Massa para confrontar a Milei después del cruce con la candidata presidencial de la izquierda. Luego, le endilgó que maltrata a las mujeres, que no respeta la diversidad de opiniones y lo tildó de autoritario.

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“Sergio estuvo bien en todos los cruces. Fino en el discurso y con buen tono. Lo paró con altura a Milei y estuvo sólido en las respuestas. Fue positivo lo de este domingo”, señaló un ministro nacional. Hubo algunos dirigentes que advirtieron que en esta vuelta hubo menos polarización con el líder libertario, pero que se apostó más a las réplicas para encontrar los puntos débiles de los opositores.

Sergio Massa apostó a la comunicación no verbal para desacreditar a los otros candidatos (Adrián Escarndar)

Más cómoda que la semana pasada, Bullrich apuntó contra Massa en el eje de seguridad y le reprochó que ponga la gestión de Tigre como ejemplo. “Desde hace cuatro años que sos parte de este Gobierno”, señaló. Y después le recordó el escándalo de Martín Insaurralde, que explotó el sábado pasado, pero que no tuvo tanta visibilidad en el debate que se realizó en Santiago del Estero.

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Fue en ese cruce que Massa le recordó a Gerardo Milman, su ex mano derecha en el ministerio de Seguridad, que quedó implicado en la causa donde se investiga el intento de asesinado a la vicepresidenta, Cristina Kirchner. “No todos somos lo mismo, Patricia. Vos nunca pediste la renuncia de Milman”, le dijo el ministro de Economía, luego de recordar que él sí se la había exigido a Insaurralde.

“Todos lo ven a Sergio creciendo y por eso lo atacaron más que el domingo pasado. Pero él no se enganchó en las chicanas y fue el único que expresó bien las propuestas que quería contar”, resaltó un importante funcionario nacional. El escenario de las encuestas juega un rol en la discusión electoral y Massa lo dejó en claro cuando le planteó a Bullrich que estaba tercera entre los tres candidatos más competitivos.

A diferencia del domingo pasado, en el peronismo lo vieron mal a Milei. “Confuso y fuera de foco”, resaltaron en el búnker de UP. El líder de La Libertad Avanza (LLA) pareció estar más incómodo en algunas de las intervenciones, donde le costó redondear la idea o expresar con claridad el concepto que quería explicar. Es una buena noticia para ellos, teniendo en cuenta que lo consideran el competidor directo por la presidencia.

A diferencia del denate en Santiago del Estero, en esta oportunidad hubo más chicanas y cruces (Adrian Escandar)

La sensación que quedó en las arterias peronistas es que el debate fue parejo, que Massa salió ileso pese a los múltiples cuestionamientos que recibió por la economía y que la idea de marcar propuestas concretas lo colocó en un rol presidenciable que los demás no tuvieron. Incluso que pudo soportar la vinculación con hechos de corrupción durante el kirchnerismo, como el caso de los bolsos con dinero de José López, que fue recordado por Bullrich.

“Fue un momento álgido, pero Sergio lo bancó bien. Le tiraron con el yate de Insaurralde, la corrupción, la inflación, el dólar, la pandemia, los bolsos de López, como si fuera el responsable de todo”, analizó un dirigente de confianza de Massa, que divisó con claridad una embestida más fuerte en esta oportunidad.

Más allá de la resistencia y los momentos de incomodidad, en el oficialismo ya se ven en el balotaje luchando en un mano a mano con Javier Milei. Además, entienden que la discusión que viene es la de si los argentinos “quieren dar un salto al vacío”, como simbolizan en UP las ideas del libertario, o si quieren votar a la casta, como le llama Milei a Massa y Bullrich, advirtiendo que “son siempre los mismos”.

“En esta elección se empieza a votar enserio. Respecto a las propuestas, Massa fue el único que fue claro. Bullrich no dijo nada y Milei algunas pocas cosas”, sintetizó otro funcionario de Gobierno. Lo que resaltan es que en esta instancia, tan ligada a la elección general, es clave que haya propuestas concretas, más que generalidades.

Massa recibió cuestionamientos de todos los sectores en el eje de Producción y Trabajo (Adrián Escandar)

En el oficialismo analizaron como “un error de cálculo” las críticas de la candidata de Juntos por el Cambio al Previaje, la política implementada por el ministerio de Turismo que más adhesión y respaldo tuvo en la gestión nacional. “Es un tema de alto impacto”, describió un legislador peronista, en referencia a la cantidad de gente que se vio beneficiada por el programa después de la pandemia. Criticar una medida exitosa no parece ser el mejor camino para juntar votos. Eso es lo que analizaron.

Sin embargo, la vieron mejor parada en el discurso que en Santiago del Estero. Hubo una mejoría aunque para el peronismo ese cambio no modifica nada porque creen que nada la hará mover del tercer lugar que ocupa en las encuestas. “Les habló a los mismos que en sus spots”, sostuvo un dirigente muy cercano a Massa.

El ministro de Economía, en cambio, volvió a hablar de “gobierno de unidad nacional” y a evitar definiciones contundentes sobre los límites de con quién gestionar. Una clara diferencia con Bullrich y Milei, que ponen como límite al kirchnerismo y expresan una gestión que derrumbe a esa fuerza política.

Tal como sucedió el domingo pasado, los propios le resaltaron a Massa la solidez para no trastabillar en los argumentos y la capacidad para mantener la cordura pese a las críticas insistentes de todos los candidatos. En esta oportunidad el ministro también sumó mucho lenguaje no verbal para responder las acusaciones de sus oponentes. Una forma más de comunicar en una jornada importante para sumar votos o, al menos, para no perder los que lo acompañaron en las PASO.

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