La nueva interna del peronismo por quedarse con la Federación Argentina de Municipios

La nueva interna del peronismo por quedarse con la Federación Argentina de Municipios

La FAM estaba en manos de Verónica Magario y todo cambió desde el 10 de diciembre último. Dos candidatos pujan por la conducción: Fernando Espinoza y Juan Zabaleta. La reedición de una vieja pelea pejotista.

El año no termina -o no parece terminar- en paz para el peronismo bonaerense. Es que, en tiempos claves, una nueva interna salió a la luz desde el seno del Conurbano y con la conducción de un órgano clave, la Federación Argentina de Municipios (FAM). Claro está, con Verónica Magario apostada en la vicegobernación bonaerense, el ente debe renovar autoridades y acabar con la presidencia del tucumano, Javier Noguera (Tafí Viejo).

En ese sentido, los intendentes de la provincia de Buenos Aires pujan por volver al sillón que durante varios años ocupó el hoy diputado Julio Pereyra durante su mandato frente a Florencio Varela y que luego ostentó Magario. Son dos los nombres que aparecen en la puja que aumenta la temperatura interna. Juan Zabalaeta, de Hurlingham; y Fernando Espinoza, de La Matanza. Dos improntas bien distintas.

Según pudo saber LaTecla.info, “Juanchi” llega con el aval y acompañamiento de la Casa Rosada. El hombre de la Primera Sección mantiene una buena relación con Alberto Fernández desde hace años. Por caso, el hoy Presidente fue quien lo acercó momentáneamente a la lista del Frente Justicialista Cumplir en 2017. Del otro lado, Espinoza cuenta con apoyo externo a la frontera bonaerense y lo cosechó durante sus dos estadías frente al Partido Justicialista provincial.

Incluso, los alcaldes del Conurbano dieron su aprobación a la candidatura de Zabaleta. No es casualidad que quienes dieron el beneplácito fueron Gustavo Menéndez (Merlo) y Fernando Gray (Esteban Echeverría). Nada más y nada menos que Presidente y Vicepresidente del PJ bonaerense en el actual calendario.

En lo que respecta a los apoyos, Zabaleta llega con una luz de ventaja. En la Rosada ven su presidencia como el “pago” a un propio, una manera de equilibrar el reparto de funciones, y un interlocutor albertista para con los alcaldes de todo el país. Cabe destacar que, en Nación la relación con los Municipios la manejan Avelino Zurro y Tato Giles, un filo K y un camporista de la segunda línea respectivamente.

Espinoza se movió por fuera del Area Metropolitana Buenos Aires (AMBA) y federalizó la discusión por manejar el ente nacional. Aprendió de una crítica que supo cosechar en sus dos mandatos frente al peronismo por la “conurbanización” del partido. “Jugó rápido”, dicen en el sector que apoya a Zabaleta y que saben que los gobernadores pueden ser una piedra en el zapato. 

“El mejor candidato es el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, con administración muy ordenada y gran equipo de trabajo”, lanzó Menéndez. De esa manera, “el Tano” apuntaló el apoyo en el deseo de Balcarce 50: "Juanchi es un profundo conocedor del estado nacional y relación muy allegada con el Presidente, la FAM debe ser organismo puesto al servicio de la Argentina".

Como si fuera poco, en el trasfondo por la noval disputa por la FAM aparece una herida de casi tres años. La salida de Espinoza de la conducción del PJ tuvo a Zabaleta como un actor necesario para que el matancero acepte la lista “Menéndez-Gray” como única y diluya la interna. La disputa no es solo por el poder de la FAM y posicionarse como un nexo entre las comunas y la Casa Rosada; sino que para el matancero tiene olor a revancha.

La puja debe saldarse, institucionalmente, en marzo del año entrante. Año electoral. Por ello, el “zabaletismo” aspira a mover la fecha para las próximas semanas. La excusa es, justamente, la cercanía con el calendario de medio término. "Es mucho mejor una elección de la FAM anticipada para diciembre", lanzó Menéndez, devenido a vocero de “Juanchi”. 

Como cada disputa que protagonizó, Espinoza no considera posible un eventual paso al costado para ceder la FAM como ocurrió con el PJ bonaerense. Del otro lado, Zabaleta, espera que el clamor partidario lo ayude y evite la elección mano a mano. La interna está servida.

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