Henrique Capriles ríe con su tremendo vozarrón por las ocurrencias del secretario general de la MUD, la alianza opositora que encabeza las encuestas para las parlamentarias del domingo. “¡Ey! dinos ¿cómo va ser desde la semana que viene?”. Chúo Torrealba sonríe, se acaricia su amplia calvicie sin máculas y murmura: “Así, sin cabello”. La broma es fácil. Diosdado Cabello es el actual presidente del Congreso unicameral, la Asamblea nacional, el segundo hombre más fuerte del país, y quizá el primero sobre el presidente Nicolás Maduro. Si gana la oposición cae ese polémico liderazgo. “No hay ninguna posibilidad que el gobierno gane las elecciones”, proclama Capriles en esta entrevista con Clarín. Gobernador de Miranda y ex candidato presidencial, es la figura más moderada de la alianza opositora de una treintena de partidos. “Si no fuera por estos comicios, en Venezuela ya habría un estallido social, están dadas las condiciones”, sostiene pero advierte que el domingo “no hay que perder la cabeza” ni permitir que el gobierno haga locuras. Capriles habla de Argentina con un detallado conocimiento. Afirma que Mauricio Macri venció porque se corrió al centro y se divierte porque en la televisión argentina escuchó que la oposición se había “caprilizado” por su planteo de que cualquier cambio debe mantener la ayuda social. 

–¿Lo suyo también es el centro?

–Es más complejo que eso. Esto es una convicción. Venezuela en los dos últimos años duplicó sus cifras de pobreza, está en récords históricos. Son 16 millones de venezolanos a quienes no les alcanza el sueldo. Es peor que cuando comenzó en 1998 esta llamada revolución. Y hay 9 millones críticos en los que el Estado tiene que intervenir en su vida porque no pueden sostenerse sin su abrigo.

–¿Hasta qué punto es factible dada la crisis económica?

–Yo gobierno el Estado Miranda y uso los recursos en programas contra el hambre, también hay una red de salud. Si se ve mi ejercicio de gobierno, es claramente progresista.

–Estas elecciones son legislativas no presidenciales, ¿cómo se cambia todo desde la Asamblea como muchos parecen aspirar? 

–(Capriles aquí se detiene y piensa la respuesta por las diferencias con los otros líderes de la Alianza, entre ellos el detenido Leopoldo López) Mira, no hay que perder la cabeza. Esto es la primera etapa. Yo he peleado para llegar a esto. Si lo que yo represento se hubiese embaucado en esa aventura del año pasado, hoy la oposición estaría enterrada. (Alude a “La Salida”, la propuesta de López, Antonio Ledezma y Corina Machado para generar un gran movimiento popular que corriera al gobierno) Me criticaban porque decía que había que organizar el país, hacer política, ganar el país grande porque venía una crisis económica porque este modelo no sirve, no ha servido aquí ni en ningún lugar del mundo. Hasta Cuba busca salirse. Se sabía que caía el precio del petróleo. Entonces se debía organizar la fuerza política del país pero me criticaban porque decían que no podíamos esperar a estas elecciones. 

–¿Los convenció?

–(Sonríey alza los brazos) Bueno aquellos están hoy en la MUD y son candidatos. Aplaudo que rectificaron. Ahora, nos ha costado mucho llegar al domingo. No hay que perder la cabeza, insisto. 

–¿Qué sucede con el riesgo de fraude u otra maniobra?

–No, no creo que haya forma de que el gobierno gane las elecciones. Ahora que sea capaz de darle un palo a la mesa, pues… Maduro es capaz de cualquier cosa.

–¿Cómo qué?

–Cualquier cosa es todo. Cuando veo que el ministro de la Defensa dice que no va a haber golpe ni autogolpe. ¡Explicame! ¡Por qué hablar de golpe! Cuando tú hablas de eso, es porque algún ruido hay. (Maduro advirtió que si pierde ignorará esa derrota y hará un gobierno con los militares)

–Maduro también ha dicho que saldrá a la calle si pierde…

–¿Con quién? Si pierde tendrá que aceptar el resultado. ¿Quién lo va a acompañar en la calle? Las encuestas dan 70% de sentimiento positivo si gana la oposición y negativo, 32%. Es dos a uno. ¿Con quién va a salir Maduro? Esa no es una preocupación.

–Si ustedes ganan, ¿qué pasa luego? 

–Primera etapa, la instalación. Entre el 6 diciembre y el 5 de enero, cuando asume la nueva Asamblea, hay casi un mes y tenemos que estar alertas para evitar que el gobierno pretenda en esas semanas volverse loco. Maduro tiene dos alternativas: si se radicaliza acelera su salida del gobierno; pero si abre un diálogo, puede abrir un espacio. 

–¿Pero si no sucede así?

–Si Maduro tranca todo, entonces hay que cambiar al gobierno. Lo que no puede ocurrir es que nosotros no le demos espacio no a Maduro sino a la nueva Asamblea que debe mostrar a los venezolanos que hay una oposición lista para gobernar y desmontar ese discurso de que la oposición sólo busca el poder. Sacar a Venezuela de la crisis finalmente va a pasar por un cambio del poder político, pero hay que saber mirar cada carta. Las cartas no se pueden tirar todas el seis de diciembre. 

–¿Qué sería radicalizar?

–Que se mantenga el status quo, que Maduro desconozca la Asamblea, que se cite a un ministro y no vaya, que no se pueda interpelar a un funcionario. Frente a eso la Asamblea no se puede quedar de brazos cruzados. Habrá que activar los mecanismos que establece la Constitución. Pero esa no puede ser la primera respuesta. Hay que dar un trimestre, el primero del año. Si Maduro ignora todo o no hace nada, entonces señor Maduro hay que cambiar. 

–No parece sencillo

–Mire, si esto no ha reventado, si no ha habido una explosión social es porque están estas elecciones. Las condiciones están dadas. En los barrios pobres usted tira un fósforo y la situación se sale de control. Tenemos que leer esa tensión. Si Maduro tranca el país, se pedirá una salida constitucional. Pero usted no puede crear ese escenario el domingo a la noche, sería una gran locura. 

–¿Hay todavía en la MUD quienes creen que esa es la única salida?

–Yo no tengo ninguna duda de que sí.