El modelo económico de Milei se tornó inviable hasta para las empresas "amigas"

El modelo económico de Milei se tornó inviable hasta para las empresas

Ledesma, Mastellone, Arcor y Molinos presentaron ante las autoridades bursátiles sus balances con resultados negativos y/o bajas de hasta 74% en sus ganancias.

Por

CRISTIAN CARRILLO

El gobierno de Javier Milei no tiene un programa de desarrollo económico y carece de políticas que mejoren las condiciones de vida de la población. A las mediciones de desempleo, pobreza, indigencia, desigualdad, pérdida de poder adquisitivo de los ingresos se suman, desde el ala empresaria, los balances económicos de grandes compañías que dan cuenta de un contexto económico recesivo y negativo. Empresas como Ledesma, Mastellone, Arcor y Molinos presentaron ante las autoridades bursátiles sus balances con resultados negativos y/o bajas de hasta 74 por ciento en sus ganancias respecto incluso al inicio de la gestión libertaria.

 

El éxito de un modelo de país puede medirse bajo distintos indicadores, aunque casi todos podrían encuadrarse en bienestar de la población y desarrollo (no crecimiento) económico. Si se consiguen ambos se estaría en un esquema ideal, con altos estándares de vida y un alto nivel de desarrollo económico. Si se consigue uno de ambos, se estaría lejos de una situación óptima: sin bienestar habría desigualdad social y sin desarrollo económico cualquier modelo es insustentable. Por último, está el caso en que se falle en ambos; estamos ante un desastre.

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Salvo las prebendas que otorgó a sus empresarios amigos más cercanos y socios económicos, las medidas del Gobierno van en dirección opuesta a un desarrollo económico. Como se señaló anteriormente, un país caro con salarios bajos es inviable. El atraso cambiario, la caída del consumo derivada del empobrecimiento de los hogares, la apertura comercial de rubros en los cuales el país era competitivo –como alimentos—y la publicitada bicicleta financiera atenta contra la matriz productiva. Esto impacta en el nivel de empleo, salarios y, por ende, en el consumo y la actividad. Las empresas alimenticias y de consumo masivo responden con pésimos números a este círculo vicioso.

Nadie se salva

Las principales empresas alimenticias venían de un 2024, primer año de administración mileísta, en el que el menor volumen de negocios de la economía real se vio compensado por el resultado de sus apuestas al carry trade de la dupla Caputo-Bausili. Desde fines del año pasado e inicios de este, la bicicleta financiera mostró algunos signos de agotamiento, producto de mayor incertidumbre en el mercado, y los balances quedaron a merced de una tormenta perfecta que castigó de frente sus niveles de venta.

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En el caso del grupo Ledesma, su balance presentado en la ventana informativa que abrió la Bolsa porteña arroja una ganancia de 897.677.000 pesos en el acumulado de los nueve meses comprendidos entre junio y febrero último. Si se toma solo el primer trimestre del año, la empresa que dirige la familia Blaquier perdió 3.956.670 pesos. Para tomar dimensión, en los mismos nueve meses del año pasado la empresa había ganado 113.892.902.000 pesos (un 12.587 por ciento más que este año), mientras que en el primer trimestre del año pasado, cuando aún el consumo no estaba tan en el piso, habían ganado 32.479.944.000 pesos.

Parte de la ganancia de Ledesma el año pasado provino del carry trade. Sus ingresos financieros acumulados en nueve meses del año pasado ascendió a 107.605.313.000 pesos, mientras que este año con un dólar atrasado y menos inflación, solo ganaron 8.487.838.000 pesos, un 92 por ciento por debajo de junio de 2023-febrero de 2024.

 

 

El grupo Ledesma organiza sus actividades en los siguientes rubros: azúcar y alcohol (producción y venta de azúcar y subproductos); papel y librería (producción y venta) frutas y jugos (producción y venta) y productos agropecuarios (producción y venta). El ingreso de Ledesma por ventas ascendió en el acumulado de este año a 148.833.752.000, un 56,4 por ciento por debajo de los 342.015.850.000 que facturo un año antes. Por su parte, tuvo una mayor cantidad de venta de bienes en moneda extranjera (liquidación de exportaciones), paso de 108.434.288.000 pesos a 210.420.233.000 pesos.

Llora la vaca

La empresa Mastellone Hermanos, conocida por su marca insignia “La Serenísima, arrojó en el primer trimestre del año (hasta marzo) una ganancia de 1.328 millones de pesos, menos de una décima parte del resultado promedio para ese período en los últimos tres años (22.415 pesos). La principal firma láctea de Argentina cerró el 2024 con resultados financieros mixtos en un contexto económico signado por la caída del consumo. El año pasado el consumo masivo se contrajo un 17 por ciento y el sector de alimentos experimentó una caída del 5,9 por ciento. El sector lácteo arrojó una baja del 14,2 por ciento en las ventas. En el caso de Mastellone, la caída en las ventas fue de 5,5 por ciento.

Por su parte, las exportaciones de Mastellone crecieron en volumen, alcanzando los 373 millones de litros de leche equivalentes, lo que representó un incremento del 15,1 por ciento respecto al año anterior, pero se vieron afectadas por la apreciación del peso argentino, que redujo la competitividad de la empresa en los mercados internacionales.

 

 

A fines de abril, Arcor sorprendió al mercado alimenticio argentino al presentar una oferta para tomar el control accionario de Mastellone. El grupo de la familia Pagani hizo esta propuesta en sociedad con la multinacional francesa Danone en el marco de una estrategia para quedarse con el control accionario de la principal productora láctea local que inició en el 2015.

El plan de la empresa para incrementar sus ventas al exterior pasa por sostener la competitividad, pero también por un reclamo al gobierno de Javier Milei para que se puedan reducir los costos y contar con un tipo de cambio que acompañe adecuadamente las exportaciones del país.

Caramelos de madera

El grupo Arcor comunicó para el primer trimestre del año una ganancia de 50.494 millones de pesos, lo que representó una caída del 74 por ciento respecto al mismo período del año anterior, cuando había obtenido una resultado positivo de 183.774 millones de pesos. La merma en el resultado se explica, en gran medida, por el deterioro del resultado financiero neto, que pasó de una ganancia de 272.047 millones de pesos en el primer trimestre de 2024 a una pérdida de 4.973 millones de pesos 2025. La empresa asegura que el año pasado la aceleración inflacionaria y la devaluación impulsaron ganancias contables por exposición a moneda, pero este año la combinación de menor inflación y tipo de cambio atrasado diluyó ese efecto.

Las ventas consolidadas totalizaron 1.001.485 millones de pesos (más de un billón), lo que implica una caída nominal del 20 por ciento frente al mismo período de 2024. Esta contracción se dio a pesar de una mejora en el volumen de ventas de golosinas y galletas en el mercado local, que fue más que compensada por la caída en alimentos y un menor ajuste de precios en relación con la inflación interanual.

 

 

"En comparación con el mismo período del año anterior, las ventas en pesos disminuyeron debido a que, en general, en todos los segmentos de negocio los aumentos de precios estuvieron por debajo de los niveles de inflación interanual. En cuanto al consumo masivo en Argentina, si bien hubo una importante recuperación en los volúmenes de ventas de ciertas categorías de los segmentos de golosinas y galletas, el volumen de ventas del segmento de alimentos registró una disminución", explicó la empresa en la reseña de su último balance.

A nivel de negocios, el mercado interno representó hasta el año pasado el 67,4 por ciento de las ventas, mientras que el 32,6 por ciento provino de exportaciones y operaciones en el exterior. Sin embargo, las ventas internacionales cayeron un 2,9 por ciento, totalizando 1.285.588 millones de pesos (1,2 billones). La devaluación de monedas en algunos mercados y el encarecimiento de costos en dólares afectaron la competitividad de los productos. No obstante, países como Uruguay lograron crecer en volumen, lo que compensó parcialmente el impacto.

Viento en contra

Los estados financieros de Molinos arrojaron en primer trimestre condensado al 31 de marzo una pérdida neta de 5.460 millones de pesos frente a una ganancia de 55.134 millones de pesos en mismo período del 2024.

En este caso se verifica una caída importante en los ingresos por ventas, con un retroceso de 25 por ciento interanual, pasado de 267.392 millones a 198.034 millones. En su análisis, Molinos Río del Plata explica su resultado negativo en que los precios de sus productos par el consumidor “aumentaron por debajo de los costos”.

 

 

La entidad es controlada por el Grupo Santa Margarita LLC-Serie A, una serie de participaciones de capital de Santa Margarita LLC, y miembros de la Familia Perez Companc cuya participación asciende al 75,54 por ciento del capital social y al 75,89 por ciento de los votos.

La empresa reconoció un crecimiento del volumen de ventas en el mercado local en torno al 6,1 por ciento, pero detalló que “fue más que compensado por una fuerte caída de precios en términos reales, ya que fueron ajustados durante el último año móvil solo en un 8,4 por ciento nominal, mientras la inflación registrada por el INDEC fue de 55,9 por ciento, en el mismo período”.

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