El senador Miguel Pichetto resaltó que su "futuro está abierto a distintas posibilidades". Admitió que le gustaría integrar una formula presidencial pero entendió que "no es el momento ni el tiempo" para hablar de candidaturas. "Hay dos años por delante", insistió.

Además, el parlamentario -que fue reelecto por casi el 50 por ciento–ratificó su actual relación con la administración de Alberto Weretilneck, insistiendo que "no va a interferir en las decisiones propias y exclusivas del gobernador".

En diálogo con "Río Negro", Pichetto encuadró el triunfo del FpV como "producto de una conjunción de hechos, como la unidad, la integración de sectores peronistas y el esfuerzo del gobierno. Además, existió un reconocimiento a un proceso de gestión de los últimos 10 años. Es importante entender que representar a Río Negro u otro estado equivale al cumplir con la tarea principal de legislar pero, como al estilo del legislador norteamericano, también significa ser un operador de los intereses del estado que representa, promover inversiones y lograr obras con recursos federales. Lo he cumplido adecuadamente aunque en cierta medida esa función ha sido descalificada porque no se comprende el fenómeno político".

–El domingo fue reelecto y seguirá en el Senado... ¿pero hay otro proceso de Pichetto?

–El futuro siempre está abierto a las distintas posibilidades. Lógicamente, el triunfo otorga algunos derechos en términos de discusión política.

–En concreto, el gobernador Weretilneck pidió espacio para usted para las "grandes discusiones" y usted pidió que lo miren. ¿De qué se trata?

–No ser ignorado. No hay una mirada para los resultados y dirigentes del interior. Anoche (por el domingo) a la tevé nacional le importaba los globos de colores de la fiesta de Macri y de Massa.

–La diputada Silvina García Larraburu reclamó un espacio en la vicepresidencia. ¿Se trata de eso? ¿Le interesaría?

–Claro que me gustaría. No soy un hipócrita. También es cierto que el peronismo abre un debate y transición frente a la conclusión del mandato constitucional de la presidenta. Me interesaría porque se trata de estar más arriba y más poder para ayudar siempre con la mirada ligada a los intereses rionegrinos. Aún votando leyes que no me podían gustar, tenía como correlato una respuesta concreta para Río Negro.

–¿Una posibilidad nacional desecha cualquier proyecto futuro en la provincia?

–Ahora que hay afianzar el FpV y garantizar la unidad. Hay dos años por delante, pero si gestiona bien el gobernador tiene muchas posibilidades de continuidad. Nadie es necio ni estúpido, pero siempre habrá un debate porque el peronismo es un partido mayoritario.

–Parte del PJ insiste en que un peronista tiene que encabezar la fórmula...

–Una visión respetable, pero también creo en el realismo político. Si las cosas van bien, el gobierno puede proseguir, y si hay que hacer cambios, se harán cambios. Pienso con una mirada estratégica y en perspectiva. Pienso en la provincia y nunca dejo de pensar en la provincia. Lo más importante ahora es el reencuentro, la unidad, seguir trabajando juntos y proyectar una esperanza de cambio en las estructuras, como mejorar mucho en seguridad y salud.

–Igualmente, existe cierta ansiedad. Lo digo por los carteles de hoy (aparecieron afiches en Viedma con la frase "Pichetto Gobernador 2015").

–Son propios de un estúpido. No me hace ningún favor. No es el momento, ni el tiempo. Altera los espacios de diálogo construidos. No es conveniente hablar de lo que va ocurrir dentro de dos años.

–Este triunfo lo reposiciona. ¿Modificará su actitud con el gobierno provincial?

–No. Voy a mantener el diálogo pero no voy a interferir en las decisiones propias y exclusivas del gobernador.

–Pero opina...

–Opino si me preguntan.