Milei apunta a bajarle impuestos a más productos importados para darle un golpe de gracia a la inflación

Milei apunta a bajarle impuestos a más productos importados para darle un golpe de gracia a la inflación

Habrá reducciones adicionales de los aranceles e impuestos a las importaciones. La apuesta por la flexibilización de las regulaciones

 

Por Claudio Zlotnik

Javier Milei está convencido de que su triunfo en las elecciones de la ciudad de Buenos Aires fue impulsado por la desaceleración inflacionaria y la estabilidad del dólares, que sigue más cerca del piso que del techo de la banda cambiaria.

De hecho, ayer, tras la sonada victoria electoral en la CABA, la cotización del dólar oficial registró una baja de $4 y quedó en los $1.132. Desde que -hace poco más de un mes- el Gobierno quitó el cepo a las operaciones minoristas, el dólar apenas subió un 5%.

En este contexto, está claro que el tipo de cambio se constituyó en un verdadero ancla del proceso inflacionario. Sobre todo hacia las elecciones que vienen: el mercado financiero está muy pendiente de la suerte del oficialismo en octubre.

El plan del Gobierno para bajar la inflación: no es solo el dólar

La potencia de la estabilidad cambiaria es innegable. Ningún oficialismo perdió elecciones mientras el dólar sea percibido como barato y estable.

A esa realidad, el Presidente le quiere añadir la desaceleración inflacionaria. Un camino que ya se inició: la inflación de abril mejoró a la de marzo (2,8% versus 3,7%) y las primeras semanas de mayo marcan una nueva marca bajista en esa tendencia.

En las próximas horas, Luis Caputo dará pasos adicionales. El Gobierno tiene decidido una rebaja adicional de los aranceles e impuestos a las importaciones.

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Parte de la iniciativa ya fue anunciada antes de las elecciones en CABA, y aún queda la publicación en el Boletín Oficial.

Caputo cree que esa rebaja tiene que ampliarse a otros rubros. El equipo económico está trabajando en la desarticulación de las capas impositivas que crecieron en las últimas dos décadas.

Por lo pronto, en las próximas horas se oficializará lo ya anunciado. Se eliminarán los aranceles de importación de los teléfonos celulares, que hasta ahora tributaban 16%. El arancel se achicará primero a la mitad (8%). Y el 8% restante se quitará a mediados de enero de 2026.

También se bajarán -de 19% a 9,5%- los impuestos internos a los celulares, televisores y aires acondicionados importados. A los producidos en Tierra del Fuego se les bajará del 9,5% al 0%. Además, los aranceles de las consolas de juego bajarán del 35% al 20%.

En el caso de la ropa, telas y los calzados, no se descarta que haya una nueva reducción de los aranceles, que ya pasaron al 20%.

Más facilidades para importar, la otra parte del plan de Luis Caputo

El otro capítulo para forzar una baja de la inflación se relaciona con las mayores facilidades para importar bienes de consumo. El Gobierno ya avanzó por este lado. Y se preparan flexibilizaciones adicionales.

De hecho, en las últimas horas, el Gobierno flexibilizó el ingreso de alimentos con fines personales. Desde ahora, quienes compren este tipo de productos en el exterior podrán traerlos al país sin necesidad de realizar trámites ante la ANMAT mientras sean compras individuales y no comerciales.

De acuerdo con la normativa, quienes deseen importar alimentos para consumo propio, sin intervención de la ANMAT, deberán cumplir con los siguientes requisitos:

Se podrán ingresar hasta tres unidades de un mismo tipo por envío.Cada paquete no podrá superar los 50 kilogramos.El valor de la compra no deberá exceder los 3.000 dólares.Se permitirán hasta cinco envíos por persona al año calendario.El Gobierno apuesta a que la inflación "colapse" antes de octubre

De acá hasta octubre, el Gobierno jugó una apuesta por una desaceleración inflacionaria sin pausas.

Las consultoras económicas -que en las primeras dos semanas de mayo estimaron una baja en los precios de los alimentos- calculan que la inflación de este mes, efectivamente, también irá para abajo.

El Gobierno va por más. Necesita, más allá de lo político, que la desinflación se acelere. La estabilidad del tipo de cambio, bien cerca del piso de la banda cambiaria, redunda en que toda suba de precios (por pequeña que sea) también sea en dólares. Esa circunstancia dejaría a la Argentina como una de las economías más caras del mundo.

La idea del oficialismo es arrimar a una inflación cercana al 1% para las elecciones de octubre. Otra vez: no se trata de una cuestión electoral -únicamente-. Se trata de una necesidad para que el modelo pueda extenderse en el tiempo.

Javier necesita, efectivamente, que la inflación "colapse" lo antes posible. Hacia allá va.

 

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