Por: Sebastián Premici.

“El Gobierno de Milei no será juzgado ni por la dolarización, ni por cerrar el banco central. Como el mundo desconfía de la Argentina más de lo que nosotros creemos, lo único que quieren los mercado es que se aplique el feroz ajuste que prometieron”. El que habla es un trader tan conocido en Buenos Aires como en Nueva York; además de transitar el mundo de las finanzas, conoce en profundidad las aguas de la política local y sus dirigentes. Desde ese lugar privilegiado, asestó: “(Luis) Caputo no va a recibir dólares frescos hasta tanto no se compruebe que el ajuste libertario va en serio”.

Caputo es visto como un buen trader pero carente de muñeca política para manejar (y recortar) el gasto del Estado. La sombra de Federico Sturzzenegger, ex titular del BCRA durante la Alianza Cambiemos, sigue dando vueltas por el barco libertario. El creador de la famosa bola de Lebacs, instrumento que antecedió a las Leliq, cuenta con su propio plan motosierra.

Sea quien sea el ejecutor del ajuste libertario, el resultado resulta previsible. Su espejo fue el plan de miseria planificada del macrismo pero que ahora podría ser mucho más “bruto”, al decir de la economista y futura Canciller, Diana Mondino.

El Dios…mercado

Las expectativas que se habían puesto sobre el viaje de Caputo a los Estados Unidos incluían mucho más que su visita a los directivos del Fondo Monetario Internacional. Su parada técnica en Wall Street fue leída como una primera avanzada en busca de fondos frescos. Una labor similar a la que había aplicado sobre el cierre de 2015 previo a su desembarco como ministro de Finanzas de la Alianza Cambiemos, junto a su socio Santiago Bausilli. Por aquel entonces, ambos negociaron con sus antiguos empleadores (Deutsche Bank) para perfilar la emisión de deuda destinada a pagar en efectivo el reclamo de los Fondos Buitres.

En 2023, corren otros tiempos. Desde Wall Street, ni los grandes bancos de inversión ni los fondos como BlackRock dieron algún tipo de señal; aunque nunca dejan de revolotear.

“No hubo un buen recibimiento de los mercados a Milei” lanza el trader consultado por El Destape, quien reparte su tiempo entre Buenos Aires y Nueva York. “Si me decías hace dos años que íbamos a tener un presidente liberal y que el ministro sería Catuto, los bonos argentinos deberían valer el doble que hoy. Y eso no sucedió”, agregó.

Desde su óptica, los grandes jugadores de mercado esperarán a tener señales claras sobre el ajuste prometido por Milei. Es decir, un bruto recorte del gasto público para ubicarlo en torno al 15 por ciento del PBI, una reducción de cuatro puntos porcentuales en relación al actual presupuesto. Pero también presionan por las reformas estructurales. “Quieren ver cambios de verdad, la reforma laboral o volver a un esquema similar a las AFJP”, insistió uno de los analistas consultado por este portal.

Las palabras más escuchadas por Caputo durante su viaje habrían sido “indicios contundentes” del ajuste. Por eso Mondino jugó las cartas de la contundencia durante su disertación en la reunión anual de la UIA.

“Si racionalizamos la energía, esto nos pega en la inflación; si racionalizamos el acceso al mercado de cambio, también nos pega en la cotización del dólar y en la inflación; cualquier cosa que racionalicemos, te genera un salto. Entonces, no va a quedar otra que hacer una bruta desregulación”, les anticipó a los industriales. Sería el mismo plan y objetivos que aguardarían en Wall Street antes de volver a “invertir” en el país.

Más menos dos leyes

Quien ya cuenta con un plan de ajuste es Federico Sturzennegger, ex presidente del Banco Central durante la primera parte del gobierno de Macri e integrante del equipo económico de Domingo Cavallo durante el menemismo. También fue uno de los protagonistas detrás del Megacanje y el Blindaje. “En marzo de 2020, en una reunión con Machinea, nos decían que la Argentina estaba a punto de ser considerada investment grade. Era el 13 de marzo. Para noviembre, llegó el blindaje”, recordó el financista de Wall Street.

Todavía sin ser subido del todo a la motosierra libertaria, Sturzennegger hizo trascender - a través de un legislador- su plan de ajuste; un compendio de 3000 leyes vinculadas al mundo laboral que deberían “derogarse”.

"Tengo una profunda admiración por Federico Sturzenegger y me encantaría que fuera parte de nuestro equipo. Hizo un trabajo en materia de desregulación que es una obra de arte", había expresado Milei días después de su victoria. La pantomímica puja de poder entre Macri y el libertario para ver quien conduce a quien dentro de la sociedad gobernante, todavía no echó luz sobre el creador de las Lebacs. Tampoco fue bajado del todo.

Para los inversores de la city, Caputo hizo lo que tenía que hacer durante la primera parte del Gobierno de Macri: conseguir el primer tramo del feroz endeudamiento externo que contribuyó a financiar una fuga de capitales por un monto similar al endeudado. Y si bien el establishment financiero lo ve con buena pasta para jugar con títulos y bonos, no ocurriría lo mismo en su posible rol de “funcionario manos de tijeras”.

“Milei será juzgado por el nivel de ajuste que haga”, machacó varias veces un lobo de Wall Street con acento porteño consultado por El Destape.

Ese ajuste

Lo que hará Milei ya lo hizo Macri entre 2016 y 2018. El resultado fue la pauperización y disciplinamiento de la sociedad. La alianza Cambiemos les recortó las transferencias no automáticas a las provincias, redujo drásticamente la inversión real directa y eliminó recursos como el Fondo Federal Solidario. 

Las jurisdicciones no tuvieron otra que endeudarse en dólares. Las únicas beneficiadas por Macri fueron CABA y la provincia de Buenos Aires, que concentraron el 30% de las transferencias discrecionales totales.  

Este combo de ajuste y deuda produjo un sideral aumento de la pobreza y el incremento del desempleo. Milei promete seguir la misma línea, pero de una manera más “brutal”.